miércoles, 26 de septiembre de 2012

Green Day: Uno! (2012)

"Grata vuelta a lo básico..."

Durante los 90's brillaron gracias a una fórmula sencilla pero eficaz, un punk melódico directo y de garage. Comerciales pero con el peso suficiente como para no caer en la intrascendencia. Discos como Dookie (1994) e Insomniac (1996) fueron gratos exponentes de aquel sonido y por lo mismo acabaron convirtiéndose en verdaderos neo clásicos. Luego llegó un confuso Nimrod (1998), con el que oscilaron entre el agote de una fórmula y uno que otro elemento donde experimentaban, por lo que decidieron reinventarse con Warning (2000), al álbum de corte más acústico.

El caso es que hay una historia para Green Day que cerró con aquel Warning, pues lo de 2004 con American idiot es otra cosa, el nacimiento de un segundo aire para la banda en una especie de disco conceptual que tuvo llegada con la juventud, con la adolescencia y logró posicionar a la banda dentro de lo más vendible de la industria. Green Day se transformó de pronto en una banda de estadios y nada volvió a ser igual para ellos. Las puertas del mercado se abrieron para la banda, estos se entusiasmaron e intentaron repetir la gracia con 21th century breakdown (2009), sin embargo, bien sabemos que chiste repetido sale podrido por lo que la jugada comercialmente no resultó como ellos esperaban. Y bueno, tal parece que la agrupación sintió el golpe, el que se estaban poniendo demasiado serios por lo que anunciaron para este 2012 la edición de una trilogía titulada Uno! Dos! Tre! 

Tanto el título de los álbumes como las portadas desprendían una sola idea: los tipos se la querían pasar bien, reírse un rato. Digamos, la clásica "vuelta a lo básico". Asunto que tras oír esta primera entrega se ratifica. Con Uno! han intentado recuperar un tanto la esencia y frescura extraviada en sus últimos trabajos, por lo que el álbum sin brillar demasiado resulta agradable al oído. Se siente efectivamente a la banda disfrutar y darle rienda suelta a la música.

De cierta forma, puedes oír este Uno!, cerrar los ojos e imaginar perfectamente el que no existieron American Idiot ni 21th century breakdown, y que esta fue la continuación para Warning. Es más, hay canciones acá como 'Stay the night' o 'Carpe diem' que perfectamente podrían haber entrado en aquel trabajo de 2000, pues traen de regreso ese sonido electro acústico, limpio, cristalino y contagioso. 

El resto del álbum aumentará un tanto la intensidad pero insistirá sobre fórmulas sencillas. En ese sentido, no te encontrarás en este conjunto con nada sesudo ni pretencioso, lo cual se transforma tanto en su principal virtud como defecto. La producción es sencilla, las melodías reconocibles, los temas cortos (todas sobre los dos a tres minutos) y el sonido no demasiado ruidoso. Esto se aprecia de inmediato cuando abren con algo como 'Nuclear family', dueña de un sonido contagioso y jovial, marcado por los característicos redobles de Tré Cool. Más adelante acelerarán encontrando los mejores momentos en la pasada por 'Let yourself go' , 'Kill the DJ' o 'Loss of control'. 

Tomando en consideración desde donde venía la banda, se agradece un álbum como Uno!. Nos regalan un buen momento, gratos coros + un puñado de canciones dignas de su repertorio. Ahora, hilando fino, al menos medio disco se limita a cumplir por lo que tampoco el álbum da para lanzar cohetes al aire. Habrá que esperar ahora la segunda entrega y ver si con Dos! la trilogía avanza o simplemente se pega en este sonido.

¿Canciones? 'Carpe Diem', 'Let yourself go' , 'Kill the DJ' y 'Loss of control'.

6,8 / 10
Cumple y algo más...

viernes, 21 de septiembre de 2012

Pet Shop Boys: Elysium (2012)


A estas alturas, los ingleses de Pet shop boys, no tienen nada que demostrarle a nadie. Dentro del llamado synth pop estos tipos se han paseado por donde han querido y como el buen vino han sabido soportar muy bien el paso de los años. Han sido pop puro (Actually, 1986), exquisitamente melódicos (Very, 1992) , experimentales (Bilingual, 1996), oscuros (Nightlife, 1999), nuevamente experimentales (Release, 2002), políticos (Fundamental, 2006) y nuevamente luminosos (Yes, 2009). Dueños de un pop elegante con sello propio, resulta difícil criticar a una banda que ha entregado tan buen material durante sus casi 30 años de existencia.

Hoy los tenemos de regreso con Elysium (un lugar sagrado donde descansaban los héroes y hombres virtuosos según la antigua mitología griega), un álbum de tiempos calmos que en general te deja algo frio y no logra ubicarse a la altura de su anterior entrega (la tenían difícil eso si, Yes fue un tremendo disco). No es un mal trabajo, los arreglos andan bien pero es un disco algo falto de chispa. No cuenta con temas que individualmente destaquen y en el global el disco tiende a agotar pasando la mitad.

Me agradó mucho la partida con "Leaving" e "Invisible". Muy íntima y elegante. El single "Winner" sin brillar demasiado aumenta un poco los tiempos y más adelante "A face like that" tampoco anda mal, el problema es que a partir de ahí el disco cae en un pozo que cuesta demasiado digerir. "Breathing space", "Hold on" y "Give it a go" terminan cansando y a las últimas 3 del disco solo se llega por respeto a la banda.

No es uno de los mejores trabajos de Pet shop boys, sin embargo, discos así se le perdonan a los grandes.

5 / 10
Nada muy especial.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Norah Jones: Little broken hearts (2012)

"Enormes cancioncitas..."

La conocimos 10 años atrás gracias a aquel exitoso disco debut titulado Come away with me, posteriormente la vimos moviéndose más o menos en la misma dirección (una especie de jazz popero) durante unos cuantos trabajos. Hoy, a 10 años de aquel álbum y cuando muchos la dábamos por muerta (perdón, perdón, perdón!) , la siempre delicada Norah Jones ha regresado para poner las cosas en su lugar entregándonos un disco que reinventa por completo su sonido logrando al mismo tiempo enamorarnos una vez más.

El trabajo podemos analizarlo desde dos aristas: la linea temática y la musical. En la primera habría que comentar que, tal como su títulos nos anticipa, Little broken hearts nos relata historias de corazones rotos aunque en un tono generalmente optimista, Norah sufre pero no llega a cortarse las venas por su ex. Lo extraña y se pregunta si él sentirá lo mismo en "Good morning" y "Say goodbye", muere de celos en "She's 22" ("Ella te hace realmente feliz?" - le consulta) y desata sus deseos de venganza en "Miriam" (¡el video está increíble!). El álbum es una montaña rusa de emociones y en ese sentido todo aquel que ha vivido el abandono de un ser amado me parece que conectará muy bien con los diferentes estados de ánimo que el disco visita a lo largo de sus 45 minutos de duración.

Musicalmente el álbum es dinámico y no agota pese a moverse generalmente entre baladas y medios tiempos. Los arreglos son atinadísimos (Danger Mouse realizó un gran trabajo acá en la producción) y las interpretaciones no dejan espacio al error, Norah hace lo que quiere con sus sensuales susurros y diversas tonalidades. Acá convive la desnudez de "Good morning", "Travellin' on" "She's 22" con los coqueteos poperos de "Say goodbye" o "Happy pills", al mismo tiempo "Take it back" , "After the fall" o "4 broken hearts" son ejemplos de lo bien que se puede adornar una hermosa melodía sin caer en los excesos. Insisto, musicalmente el álbum sale bien parado en todo momento.

Y bueno, pese a que Little broken hearts se plantea en un inicio como un álbum sencillo y corriente este termina logrando muchísimo con poco, todo gracias al puñado de excelentes melodías que posee, todas muy bien trabajadas. Probablemente estemos frente a uno de esos trabajos que dentro del mundo indie y alternativo sacará aplausos, que logrará captar buena cantidad de nuevos seguidores (me incluyo ahí) pero que a la vez pasará relativamente desapercibido por las masas. Da igual, sea como sea estamos frente al mejor disco en la carrera de Norah Jones y otro de los grandes momentos de este 2012. Por cierto, mención aparte para la portada con tributo incluido... genial!. 


8,5 /10
¡Excelente!