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martes, 5 de diciembre de 2023

KK's Priest: The Sinner Rides Again (2023)

 "Plato recocido..."

No hay demasiadas sorpresas respecto a lo que K.K Downing y cía plantean en su segundo álbum. Tampoco habría porque esperarlas considerando el poco tiempo entre el debut y este trabajo, pero sobre todo porque la propuesta que el guitarrista trae bajo el brazo es conocida: desarrollar un heavy metal afilado que todo el tiempo tiene en mente el competir con su ex banda. Y no hay mucho más. 

Desde los títulos, conceptos hasta el sonido, prácticamente todo lo que oímos en estos cuarenta minutos de música posee reminiscencias a Judas priest. En dicho camino, hay ocasiones en que el asunto recurre al auto plagio con descaro, ¿y es que alguien podría negar la evidente similitud entre una canción como 'Rip of the whirlwind' y 'Freewheel burning'? ¿U omitir el evidente guiño en el título de 'One more shot of glory' (mecanismo al que ya habían metido mano bastante en el debut de 2021) así como lo hermanada que está en su sonido con 'Pledge your souls' al punto de que podrías intercambiar secciones entre ambas sin marcar diferencia alguna?. Y si bien estos asuntos los disculpamos en el debut, porque (digámoslo con todas sus letras) había ganas de ver hasta donde era capaz K.K Downing de llevar la sangre, para este segundo álbum el conjunto huele a plato re cocido. 

De todas maneras habrán momentos en que la banda, en su afán de transmitir la dureza de un sonido que, supuestamente, Judas priest ya no pueden entregar, regalan pasajes notables. Ahí tienes esa (soberbia) partida a cargo de 'Sons of the sentinel', con un Tim Owens imitando a Rob Halford en sus mejores tiempos vocales (era Painkiller) y un solo de guitarras que saca aplausos o la lograda épica de 'Keeper of the graves'Ahora, de igual forma, habrán también momentos en que se plagian a si mismos o nos cuelan derechamente relleno en piloto automático, me refiero a 'Hymn 66', 'The sinner rides again' o 'Wash away your sins', tres canciones que parecen ser demasiado cuando un disco tiene solo nueve. 

Como sea, KK's priest entregan acá un conjunto bien ejecutado, potente, de producción pulcra y que nuevamente convencerá a quienes están buscando este tipo sonido, sin embargo, ya con el factor sorpresa fuera de la mesa el trámite evidentemente pierde (bastantes) puntos. 

¿Está en su derecho K.K Downing de utilizar la marca Judas priest para mantenerse en gira? ¡Por supuesto! No será el primero ni el último en meter mano a un legado del que fue parte importante en el pasado, sin embargo, también estamos en derecho los auditores de buscar cosas más interesantes de oír. O al menos, más honestas. 

¿Canciones? ''Sons of the sentinel', One more shot at glory', 'Keeper of the graves'.

6,8 / 10
Cumple y algo más...


Otros discos de KK's Priest:
2021: Sermons of the sinner

lunes, 11 de octubre de 2021

KK's Priest: Sermons Of The Sinner (2021)

"Credenciales sobre la mesa..."

Suele ocurrir en bandas longevas el que algún integrante de la banda decide partir en la idea de que el proyecto se encuentra agotado. Aquello le ocurrió al gran Kenneth K.K Downing en 2011, cuando tras el opaco recibimiento de un álbum como Nostradamus (2008) sintió que no quedaba otra que dar un paso al costado de Judas priest, ante lo cual, la banda decidió seguir adelante con Richie Faulkner, editando primero un discreto Redeemer of souls (2014) para luego revitalizar su sonido por completo en el notable Firepower (2018). El caso es que no sabemos si habrá sido que la fuerza de este último, la lamentable enfermedad degenerativa de Glenn Tipton o la mera necesidad económica, pero el caso es que pocos años atrás K.K anunció su interés por regresar a Judas, sin embargo, la banda le cerró las puertas. De ahí que en un acto de furia el guitarrista no encontró nada mejor que reclutar a Tim 'Ripper' Owens (un profesional que va donde se le pague y cumple a cabalidad, se sabe) y armar su propia banda, la cual en estos cincuenta minutos de música tributa (a veces con descaro) el sonido de Judas priest, pero no conforme con aquello durante amplios pasajes decide ir por más.

Nos encontramos así con el clásico álbum de metal que pretende entregarle a los fans lo que supuestamente quieren escuchar, es decir, un sonido afilado, veloz y rebosante en dinámica. En ese sentido, nadie que ame el sonido de los británicos podrá sentirse defraudado con lo que Dawning acá propone, un conjunto en donde además él es absoluto protagonista (ha escrito todo el álbum) por lo que se propicia en todo momento su lucimiento como guitarrista, aunque cuidado: también como compositor, porque si algo llama potentemente la atención en este Sermons of the sinner es el nivel de sus canciones, con unas vueltas de tuerca que impresionan y un lucimiento técnico de alto nivel (la producción ahí ayuda muchísimo).

Todo esto se vuelve carne de inmediato en la demoledora apertura a cargo de 'Hellfire thunderbolt', y a partir de ahí, el álbum se empeñará en no entregar respiro, aunque claro, siempre con miradas al sonido de Judas priest o pares, como ocurre en 'Sermons of the sinner', con partida que hace el guiño a 'The hellion' (la previa del clásico 'Electric eye') para luego regalar un redoble absolutamente Motorhead. Más allá de esto, sin embargo, el tema es una delicia, eso hay que decirlo. De igual forma, cosas como 'Sacerdote y diablo' o 'Raise your fists' (con evidente referencia a 'The green manalishi' en esos "Oooooh ooooh" del comienzo) son heavy metal del más clásico mientras que 'Brothers of the road' es medio tiempo plagado del más puro hard rock setentero. 

Con la primera mitad del álbum no hay reparo aunque tampoco tregua por lo que vienen bien los ocho minutos de 'Metal through and through', donde la épica adopta relevancia entre solos que se reiteran, unos eléctricos, otros acústicos, en una canción que genera una atmósfera que ya se la hubiesen querido Iron maiden en su reciente Senjutsu. Entrando en la recta final la velocidad y el auto plagio volverá a hacerse presente en 'Wild and free' (que es 'Freewheel burning' todo el rato) y en 'Hail for the priest' (que podría ser cualquiera por lo genérico de su riff), para cerrar todo de manera fabulosa con la espectacular 'Return of the sentinel', nueve minutos que se pasean por distintas atmósferas, subiendo y bajando la intensidad a placer (es emocionante el pequeño guiño a 'The sentinel' en el 4:56), en un manjar de canción que seguramente estará entre las más fabulosas que nos habrá dejado el metal en este 2021. 

Si Kenneth K.K Downing quería dar muestras de fuerza y absoluta vigencia creativa, pues lo ha logrado. Y si, que hay mucho de auto homenaje acá en su Sermons of the sinner, pero también de un talento inconmensurable, un manejo de la épica y un filo frente al cual solo resta rendirse. Nunca sabremos si de haberse reintegrado el guitarrista a Judas priest algo de esto habría visto efectivamente la luz (¡y a este nivel!), quizás fue necesario el ninguneo para que K.K se decidiese a mostrar credenciales. Como sea, el disco está tremendo. 

¿Canciones? 'Sermons of the sinner', 'Metal through and through' y  'Return of the sentinel'.

7,5 / 10
¡Muy bueno!

jueves, 1 de mayo de 2014

Judas Priest : Redeemer Of Souls


No me ha gustado nada lo nuevo de Judas Priest, pero lo que es nada. Y ojo que amo a estos británicos, sin embargo "Redeemer of souls", adelanto de lo que será su nuevo disco próximo a salir durante Junio, me ha parecido fría, plana, pobre tanto instrumental como vocalmente. La ausencia de K.K Downing en las guitarras es evidente y el decaído estado vocal del eterno Rob Halford igual (los años pasan a todos la cuenta, incluso a los más grandes). De hecho "Redeemer of souls" es una canción que emparenta bastante bien con el último trabajo en solitario de Halford (Made of metal, 2010) pero dentro de la discografía de una banda como Judas Priest el tema, digámoslo, suena a bastante poca cosa. Falta fuerza, sorpresa, potencia e incluso sentimiento.

El mismísimo Glenn Tipton (principal guitarrista de la banda) ha mencionado en entrevistas previas que "para este trabajo hemos dejado de lado las experimentaciones para así concentrarnos en lo que mejor sabemos hacer y entregarle a los fans el disco que quieren escuchar de Judas Priest". Es decir, queda claro que las críticas recibidas tras la aparición del injustamente subvalorado Nostradamus (2008) han hecho mella en el corazón de la banda por lo que la agrupación ha decidido recular y apostar esta vez a la segura. 

Una vez que el disco viva entre nosotros podremos todos opinar con conocimiento de causa pero este adelanto no deja buenas sensaciones en el aire...