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viernes, 16 de junio de 2023

Foo Fighters: But Here We Are (2023)

"Lo mejor desde...?" 

A estas alturas del partido resulta irrelevante sostener la discusión en torno al momento en que a Dave Grohl se lo comió el personaje. Simplemente pasó y de pronto cada nuevo lanzamiento de Foo fighters debió competir con la carga de tener que tolerar el peso mediático del vocalista, algo que ni siquiera la lamentable pérdida de Taylor Hawkins pudo contener. Tuvimos show homenaje, a Dave llorando una y otra vez en pantalla gigante, anuncio de que seguirán (¿alguien alguna vez lo dudó?), anuncio de un nuevo baterista (totalmente ausente en el proceso creativo, obvio) y consecuente nuevo disco. ¡Ah! Y con lanzamiento de película entre todo. El caso es que cuesta dejar todo esto de lado a la hora de analizar un nuevo álbum de Foo fighters, sin embargo, nobleza obliga a intentarlo, más aún cuando la música logra hablar por si misma, como ocurre en el caso de But here we are, un álbum que llega bastante antes de lo que habríamos pensado (el flojo Medicine at midnight data de apenas dos años atrás) pero que acaba situándose por sobre cualquier expectativa, digamos, el clásico "lo mejor desde...".

De la mano una vez más de Greg Kurstin en producción (quien viene con ellos desde Concrete and gold), esta versión 2023 de Foo fighters les encuentra en un momento particularmente inspirado entre canciones que van por lo general a lo obvio pero saben encontrar melodías atractivas, además de estructuras y arreglos suficientemente sólidos como para generar un conjunto adictivo de comienzo a fin, sin relleno alguno. Para muestra lo que realizan en la partida con 'Rescued': un riff + batería marca de la casa, Dave Grohl conjugando de manera impecable un puente desgarrado + coro melódico y una estructura que crece en emoción hacia el cierre. Temazo impecable. En otra arista se moverá 'Under you', mucho más melódica y popera al punto de recordar cosas de casi veinticinco años atrás como 'Generator' o 'Learn to fly', mientras que 'Hearing voices' abrirá en plan balada acústica para luego transformarse en un medio tiempo que convence, armando así un tridente inicial que anticipa un álbum que reconoce lo que son Foo fighters: compositores de grandes canciones, sin más. 

Por esto mismo, cosas como 'But here we are' (la canción) o 'The glass' son tan bienvenidas, porque es la banda haciendo lo que saben hacer, yendo al grano agradando con el estrofa/puente/coro, sin experimentos ni idas de olla como ocurrió en antecesores. Algo muy en la línea de lo realizado en Wasting light (2011), para muchos su último buen álbum. De igual forma 'Nothing at all' es algo que habría encajado perfecto en Echoes, silence, patiente & grace (2007) junto al desangre de 'Let it die', por ejemplo. De esta manera y observando el detalle, gran parte del álbum suena a revisiones del pasado de la banda... el punto es que no molesta. 

Más allá de lo anterior, y acá es donde aparece el principal mérito del disco, entrando en su recta final el trabajo regalará un giro que tiende a la gloria misma. Primero con la etérea 'Show me how', luego la emocional 'Beyond me' , que anticipará la que por derecho propio es LA GRAN CANCIÓN de este álbum: 'The teacher'. La gran dedicatoria de Dave Grohl a su recientemente fallecida madre que durante diez minutos (si, Foo fighters han compuesto un tema de diez minutos) juega a placer con el sonido, la intensidad y las estructuras. 

Cerrarán definitivamente y de manera impecable con 'Rest' en un tono bastante oscuro que les sienta perfecto, cuajando un álbum que no pretende reinventar algo pero si muestra a una banda sorprendentemente fresca y en buen pie compositivo. Estas diez canciones logran que disfrutemos las escuchas más allá del single de turno, lo cual no ocurría desde hace bastante. Bien sabemos que una golondrina no hace verano pero aquello tampoco es relevante para el caso, han entregado un gran disco, uno que se cuela entre lo más destacado de su carrera, lo cual por si solo es motivo suficiente para seguir soportando por un rato más a Dave Grohl.

¿Canciones? 'Rescued', 'Show me how', 'The teacher'. 

jueves, 9 de marzo de 2023

20 Años De... Foo Fighters: One By One (2002)

 "La búsqueda del salto cualitativo..."

Si bien los álbumes noventeros de Foo fighters resultaron exitosos y dieron muestras de una particular versatilidad por parte de Dave Grohl, quien era capaz de sonar comercial y liviano en cosas como 'Big me', 'Monkey wrench' o 'Breakout' aunque también duro y arisco en 'I'll stick around' o 'Stacked actors', tanto el debut de 1995 como The colour and the shape (1997) y There's nothing left to lose (1999) fueron trabajos que en el global nunca parecieron tomarse demasiado en serio. Me explico: en todos ellos el ex Nirvana desprendió esa sensación de querer escapar a toda costa del fantasma de su mítica ex banda (y también del grunge como movimiento), pasándose un buen rato en el proyecto y abandonando la ira + amargura como motor de composición. Sin embargo, si hubo un disco en donde se promovió claramente un giro y se buscó "ir por más" fue en One by one, el cuarto disco de Foo fighters. 

Lo cierto es que no necesitamos ir demasiado lejos para encontrar el trazado de ruta en este álbum, de inmediato en las primeras líneas que abren en 'All my life' encontramos al Dave Grohl más amargo de toda su carrera, y al que precisamente necesitábamos oír. "Toda mi vida he estado buscando algo / Algo que nunca llega ni conduce a algo / Nada satisface pero me estoy acercando..." - susurra el vocalista en decepcionado tono, para luego impactar con la entrada de la banda en pleno. La canción es explosiva e intensa (ese "Done, done, on the next one..." de la recta final, maravilloso es decir poco), es rock duro que desprende las ganas por componer una obra maestra, no un hit (que de esos ya tenían muchos) si no que una GRAN canción, con mayúsculas. El mal rollo de la partida encuentra perfecto complemento en el tridente que le seguirá, primero con la oscura 'Low', con un duelo soberbio entre la batería de Taylor Hawkins (que luce por primera vez en la historia de la banda con alas propias) y la guitarra de Grohl, y luego en una pasada más melódica en 'Have it all' seguida de la inmortal 'Times like these', otro tema enorme, intenso y reflexivo ("En tiempos como estos aprendes a vivir y amar otra vez...").

Pero acá me quiero detener. Pues si bien las primeras cuatro del álbum son una pasada absolutamente incontestable (la mejor en la carrera de Foo fighters por cierto), hay un elemento negativo que no puede pasarse por alto: la maldita producción. Entiendo que Nick Raskulinecz y Grohl estaban en la búsqueda de un sonido más crudo, que marcase diferencias respecto a lo anterior, pero lo que acá hacen es horroroso, saturando las guitarras y provocando un efecto derechamente desagradable al oído (el cual corregirían en el siguiente In your honor de 2005), que solo se perdona debido al nivelazo de las canciones. Una lástima por cierto que no exista una remasterización de este álbum, que la necesitaba. 


En fin, hecho el descargo continuamos con la música. Ahí, entrando en el nudo el asunto se volverá aún más oscuro con 'Disenchanted lullaby' o 'Halo', que centran su fuerza en las guitarras, mientras que 'Tired of you' es un pantano donde Grohl regala un lamento prácticamente al desnudo. En este momento, previo a la recta final, el disco desprende esa sensación de ya haber entregado lo que debía y que incluso podría haber cerrado con una más, algo como los siete exploratorios minutos de 'Come back' y no había queja al respecto. No fue así, anotando otro defecto con que cuenta el álbum: ¿Cuál era la necesidad de meter cosas tan random como 'Lonely as you' + 'Overdrive', que remiten a ese sonido más liviano de los álbumes anteriores, o derechamente olvidables como 'Burn away'? El caso es que el disco entrega un cierre algo flojo, indigno del nivel que venía trayendo pasada la media hora. 

Con todo, One by one encuentra varios puntos a favor a destacar: registra dos de las más grandes canciones que haya compuesto Dave Grohl en su carrera, las cuales complementan con un conjunto sólido que busca dar un salto cualitativo respecto a como venía la carrera de la banda. En contra queda la producción y esa recta final poco afortunada, sin embargo, el recuerdo de un álbum "especial" y ciertamente sub valorado en la carrera de Foo fighters queda. 

¿Canciones? 'All my life', 'Times like these', ''Disenchanted lullaby' y 'Tired of you'.

viernes, 27 de mayo de 2022

25 Años De... Foo Fighters : The Colour And The Shape (1997)

"El éxito de la tercera vía..."

Con un primer (y gran) paso dado en 1995 mediante el álbum homónimo de Foo fighters, llegaba el momento en que Dave Grohl debía afinar puntería y demostrar para que estaba. De esta forma, en el debate entre decantar hacia un sonido ligado al rock alternativo y algo más comercial, finalmente el ahora vocalista lograría transitar por una tercera vía, una que tomaría algo de ambos mundos sabiendo conectarlos de buena forma, comenzando desde acá a cimentar una carrera marcada por hits tremendamente exitosos pero que serían acompañados por álbumes de bastante nivel (a diferencia de pares generacionales como The offspring o Green day, por ejemplo, que durante los noventa fueron bandas más de hitazos que de discos). Este equilibrio del que hablo se expresa con total claridad en los dos trabajos que siguieron al debut de Foo fighters pero por sobre todo en este The colour and the shape.  

De esta forma, el de 1997 es un segundo disco que estira un tanto el rock duro y árido del debut pero lo mixtura con sonoridades melódicas, generando un contraste que consigue sonar atractivo y acaba por confirmar el nivel creativo de Grohl, quien para esta ocasión se hizo secundar primero por Nate Mendel y Pat Smear en bajo y guitarra, para luego incorporar a Taylor Hawkins (aunque la batería del álbum fue grabada por Dave), quien venía de trabajar con a Alanis Morissette y tras este álbum acabaría por incorporarse definitivamente a la agrupación. 

Y bueno, The colour and the shape es lo que llamaríamos un álbum liviano pero contundente. No hay nada acá demasiado complicado en materia de estructuras, las canciones rondan los 2 a 4 minutos de duración, son directas y contagiosas pero la mayoría cuenta con una vibra rabiosa que conecta de buena forma con el debut de 1995, a la cual la producción de Gil Norton (quien volvería a trabajar con la banda diez años más tarde en Echoes, silence, patience and grace) supo sacarle partido al entregarle un énfasis marcado al sonido de batería (era que no, teniendo a Dave Grohl atrás atento) pero también jugando con el peso de las guitarras. Esto se expresa con claridad en canciones como 'Hey, Johnny Park!', 'My poor brain' y sobre todo 'Wind up' o 'Enough space', muy ruidosas todas y de bastante crudeza. 

A la arista mencionada se anexará una pasada ganchera que aparece en los singles 'Monkey wrench', 'My hero' y 'Everlong', enormes todas en lo suyo, de mucha fuerza, una vocación melódica que enamora e inmensos coros. Digamos, aquello que se suele llamar "canciones de estadio". Y si, que con The colour and the shape los de Dave Grohl comienzan a transformarse en una banda de estadios, eso hay que dejarlo escrito. Por cierto, mención aparte merece 'Everlong', una canción que en su momento (para quienes vivimos su comercialización) pareció "una más" e increíblemente acabó por transformarse en todo un himno de la banda y, por que no decirlo, de la década. 

Finalmente el disco se complementará con algunos momentos en donde Dave Grohl sacará el pie del acelerador, primero mediante el folk en acústico de la ligera 'See you', luego con la notable 'February stars' (la más ambiciosa del disco con tres minutos de tranquilidad que desembocarán un desenlace explosivo) y finalmente con la delicada balada 'Walking after you' (que fue promocionada con videoclip pero en una versión diferente, menos rústica que la del álbum), cerrando así un trabajo notable que en su momento (y quizás aún) fue menos preciado a causa de la aparente ligereza de sus singles pero que, mirado a distancia, mereció bastante más crédito que el recibido. 

En su siguiente disco, There is nothing left to lose (1999) la banda inclinaría la balanza hacia su arista más melódica para luego en One by one (2002) intentar recular con un trabajo más duro, el equilibrio, sin embargo, lo encontraron en 1997 con el que a veinticinco años de distancia sigue sonando como el álbum más contundente y convincente en la carrera de Foo fighters, la confirmación además de la estatura de Dave Grohl como compositor, algo que con los años acabaría por re afirmarse.

¿Canciones? 'Everlong', 'My hero', 'Monkey wrench'  y 'Enough space'.

jueves, 26 de mayo de 2022

Dream Widow: Dream Widow (2022)

 "Jugarreta bastante seria..."

Comentario previo obligado: acá en mi querido blog (y también en el de cine), realizaré durante esta semanauna pasada en partida triple en torno a Foo fighters. Me parece que es el mejor homenaje que puedo realizar a la memoria del lamentable y recientemente fallecido Taylor Hawkins. Vamos allá...

Considerando el tono humorístico de una película como Studio 666 (comentada acá en mi blog de cine), uno tendería a esperar una jugarreta de álbum bajo el nombre de Dream widow, digamos, algo trabajado a la rápida y que resultase ser una ridícula caricatura metal (insisto, en el tono de la película). Sin embargo, grata sorpresa me he llevado al verificar que Dave Grohl se tomó esto bastante en serio, regalando un álbum que lejos de sonar a desperdicio olvidable en gran parte de su trámite resulta bastante interesante (incluso más que la última década completa de Foo fighters) y que se encuentra lejos de ser un trabajo compuesto "por cumplir".

Nos encontramos así frente a ocho canciones (bendita cifra, precisa, lo he escrito decenas de veces acá) que en cuarenta minutos y fracción dan muestras de cuanto le gusta el metal a Dave, quien por cierto toca todo acá y se pasea por cuanta influencia se le antoja, por lo general apuntando hacia las raíces ochenteras del metal, algo que se aprecia en el thrash de cosas como 'Encino', 'March of the insane' (muy Motorhead esta última), 'The sweet abyss' o 'Angel with severed wings', pero también mirando hacia atrás e incorporando cositas muy doom en la sólida 'Cold', la genial 'Becoming' (que abre y cierra entre gritos bestiales) o en ese cierre fantástico a cargo de 'Lacrimus dei ebrius', una donde Black sabbath chorrea por doquier. 

Cabe mencionar el que a lo largo del álbum el tratamiento vocal de Dave Grohl lo vuelve realmente irreconocible, siendo más que nada en ciertos pasajes sonoros (en uno que otro coro) donde efectivamente el asunto olerá a Foo fighters, generando así una mixtura no solo curiosa sino que bastante atinada y atractiva. Digamos, algo que hubiésemos querido llegase más allá de la anécdota, que es donde lamentablemente quedarán guardadas estas canciones tras la lamentable muerte de Taylor...

¿Canciones? 'Cold', 'Becoming', 'Lacrimus del ebius'.

8/10
Excelente.

lunes, 15 de febrero de 2021

Foo Fighters : Medicine At Midnight (2021)

 "Nueva búsqueda fallida..."

Bastante agua ha pasado bajo el puente entre el notable debut de 1995 y este reciente Medicine at midnight. Veinticinco años en donde Foo fighters a paso lento supieron encontrar espacio y nombre dentro de la industria, primero en un tono muy juguetón/liviano con álbumes (notables en lo suyo) como The colour and the shape (1997) y There is nothing left to lose (1999), luego haciéndose grandes y tomándose más en serio mediante la dupla One by one (2002) + In your honor (2005). Tras esta pasada claramente Dave Grohl sintió que podía ir por más, insinuándolo primero en Echoes, silence, patience & grace (2009) y luego dando el salto comercial definitivo con Wasting light (2011). Mirado a una década de distancia, aquel álbum definitivamente marcó un antes/después para la banda, quienes desde entonces han intentado romper sus límites y fórmulas aunque, verdad sea dicha, los resultados no les han acompañado: Sonic highways (2014) no pasó de ser un experimento fallido y si Concrete and gold (2017) obtuvo mejor recepción fue únicamente gracias a la presencia de dos o tres canciones potentes/gancheras ('Run', tremendo single) en su lista. El caso es que con Medicine at midnight una vez más han intentado dar el salto, y bueno, regalándonos así el nuevo "quiero pero no puedo" de Foo fighters. Y ya van...

Nueve canciones en treinta y seis minutos nos entregan en esta ocasión en un álbum en general dinámico pero falto de esa chispa necesaria que permita creerles el cuento. Dicho en simple: las intenciones vuelven a estar, más no las canciones. Esto se aprecia de inmediato en el rock de 'Making on a fire' o más adelante en 'Cloudpotter', que sin estar del todo mal, se quedan a medio camino entre el gancho y la exploración (en Chile diríamos: "ni chicha ni limoná"). De igual forma, cuando en 'Medicine at midnight' (la canción) las guitarras pretenden tener algo de sabor (en algo que suena similar a lo que Josh Homme intentó realizar en Villains de Queens of the stone age) acaban por ir a ninguna parte, en 'Shame shame' derechamente aburren al repetir la misma estructura una y otra vez hasta la saciedad mientras que en 'Holding poison' (con bonito tributo en sus primeros veinte segundos a 'T.N.T' de ACDC) entregan una canción bastante simplona (aunque entretenida) donde lo único realmente destacado llega en su recta final (a partir del 2:57) cuando se desatan las guitarras, aunque con el maldito problema de siempre: enciendes la canción, la elevas durante un minuto para volver a donde mismo y cerrar con el coro.  

Cabe mencionar que si el disco funciona en dos contados momentos estos son donde Foo fighters hacen lo que saben hacer: recurrir a la fórmula, ya sea en formato AOR (a.k.a "rock adulto") en 'Waiting on a war' o lanzándose al rock desatado en 'No son of mine', pero en todos los momentos donde han intentado ir más allá han sucumbido, evidenciando una vez más el que por más que lo sigan intentando, vestirse de otras ropas no les queda bien. 

Foo fighters siempre lucieron por haber encontrado un exquisito equilibrio entre canciones gancheras/frescas/joviales/contagiosas ('Monkey wrench', Learn to fly', 'Breakout', 'The pretender', 'Run'), y desde ahí un pequeño radio les permitió en ocasiones ir hacia la crudeza ('One by one', 'In your honor') y en otras a la madurez ('Everlong', 'Best of you', 'Times like these'), pero eso. Estaría bueno que alguien se lo explique a Dave.

¿Canciones? 'Waiting for a war' ... y nada más.

viernes, 12 de febrero de 2021

25 Años De... Foo Fighters : Foo Fighters (1995)

"Histórica sorpresa..."

A propósito de lo nuevo de Foo fighters (cuya reseña se viene evidentemente) me pareció adecuado realizar una referencia previa al que fue el álbum debut de la banda, compuesto e interpretado en su totalidad por Dave Grohl, quien armó la banda posteriormente a haber grabado el álbum. Demás está decir por tanto el que el disco, en su momento y hoy mirado a distancia, representa un completo éxito para Grohl, quien no solo encuentra en la música un escape que le ayuda a sobreponerse a la muerte Kurt Cobain, sino que también logra dar puntapié inicial a una carrera que con el tiempo lograría llegar muchísimo más alto de lo que cualquiera habría esperado en ese entonces y de paso le ha entregado un nombre en la industria. Sin ir muy lejos, le disguste a quien le disguste, a día de hoy Foo fighters debe ser (junto a Muse) la última de las mega bandas de estadios que existen (y existirán).  

¿Y con que nos encontramos en el debut homónimo de Foo fighters? Con doce canciones que en poco más de cuarenta minutos dan muestras de un rock desaforado y que hasta cierto punto responde a lo esperado, digamos, algo que conectase con lo trabajado por el baterista junto a Nirvana, aunque con esa mirada melódica que precisamente aportaba el matiz. Porque si, que es imposible no oír hitazos tales como 'This is a call' o la enorme 'I'll stick around' y no imaginar/alucinar con lo que podrían haber sido estas canciones con Kurt Cobain en las voces en un imaginario próximo álbum de Nirvana, sin embargo, lo que Dave Grohl realiza en este disco es tan pero tan notable que pese a todo (sobre todo a lo inmediato que estaba el recuerdo de Cobain en la mente de todos) logra que las canciones vuelen con alas propias. O sea, ese "¡I don't owe you anything...!" que Grohl se marca en 'I'll stick around' es la primera prueba fehaciente de que el proyecto tenía potencial real. Para más remate, tras las dos mencionadas el disco regala a la vuelta de la esquina algo tan juguetón y meloso como 'Big me' (video para el recuerdo además), que te descoloca y maravilla por completo. 

Con los singles evidentes ya mostrados el disco continuará paseándose por una serie de canciones marcadas por las guitarras y la dinámica contagiosa. Habrán algunas como 'Alone + easy target' que conectarán de manera evidente con el rock alternativo/sucio que desarrolló Nirvana a comienzos de los años noventa mientras que otras como 'Good grief' (una gema escondida del álbum que a día de hoy me continúa poniendo la piel de gallina) anticiparán el potencial que Dave Grohl tenía a la hora de trabajar melodías que caminaban al límite entre el pop y el rock duro. La Cara A del disco cierra de manera impecable con el rock de 'Floaty', que es cruda pero experimenta con atmósferas algo más etéreas, en otra pequeña maravilla que da muestras del espíritu inquieto del un Grohl que no limitaría la propuesta a ser un mero guiño nostálgico a su ex banda. 


Si un defecto hubiese que encontrarle (por buscar algo) al debut de Foo fighters este sería el que durante su segunda mitad (sin estar mal) el asunto pierde algo de efectividad y encuentra momentos menos inspirados respecto a los veinticinco minutos iniciales del álbum (que no tienen punto medianamente bajo). Doce canciones son demasiado cuando no todo el material es de primera, pero bueno, sabido es que los discos en esa época solían pensarse para el formato cassette, con seis y seis canciones por lado. El caso es que con 'Weenie Beenie' el trabajo se abalanza sobre un sonido más duro, visceral y agresivo (algo que también se intentará en 'Wattershed') mientras que en 'Oh, George' retomará momentos marcadamente melódicos, en 'For all the cows' se desatará la experimentación entre arreglos jazz que reventarán en rock mientras que en 'X-static' + 'Exhausted' (espectacular ese jam session final con dos minutos que son un verdadero manjar) colocarán el énfasis en las atmósferas generadas por murallones de sucias guitarras.  

Pasarían años (y varios discos) para que el mundo le entregase a Dave Grohl méritos propios, sin embargo, nobleza obliga el reconocer que lo logrado en 1995 fue enorme, cuarenta y cuatro minutos en donde el músico vomitó todo lo que tenía y debatió entre sonidos que conectaban efectivamente con Nirvana (y todo aquello que sonaba en la onda alternativa a comienzos de década) pero también supo mirar con talento hacia adelante. Posteriormente Grohl armaría efectivamente la banda y afinaría la propuesta mediante The colour and the shape (1997), pero el debut de Foo fighters debe anotarse con letras doradas entre lo más brillante que fue parido en aquel fecundo e inolvidable período 1994/95/96. 

¿Canciones? 'I'll stick around', 'Good grief', 'Floaty' 

8,5 / 10
¡Excelente!


Otras reseñas de Foo fighters:

domingo, 31 de diciembre de 2017

17 Discos Para 2017


17. Beck: "Colors" 
Se la ha querido pasar de maravillas abandonando las guitarras y la melancolía de anteriores trabajos para pasarse al pop, entregando un gran momento además de un producto contundente. ¡Crack!

16. Firespawn: "The reprobate"
Sorprende este supergrupo mediante un álbum de death técnico que no entrega respiro. Como para seguir atentos al proyecto...

15. Pallbearer: "Heartless"
Salto cualitativo por parte de la banda. Guiños constantes al doom y pesados murallones de guitarras esta vez se han complementado con elementos progresivos. 

14. Immolation: "Atonement"
Técnica y brutalidad por montón. Continúan sosteniendo una discografía que practicamente no posee ripios. Tremendos...

13. Exhumed: "Death revenge" 
Exquisito álbum conceptual que enlaza elementos grindcore con lo más clásico del death técnico. Metal de primer nivel.

12. Cavalera Conspiracy: "Psychosis"
Equilibran nostalgia y presente en idénticas dosis. El mejor álbum hasta ahora del proyecto, potente, violento pero creativamente inquieto.

11. Roger Waters: "Is this the life that we really want?"
Realizando mil guiños al sonido Pink Floyd el inglés se las arregla para entregar su mejor trabajo en décadas. 

10.  Septicflesh: "Codex Omega"
Insisten sobre su fórmula de metal sinfónico pero triunfan rotundamente. Complejos y contundentes, sin fisuras.

9. Foo fighters: "Concrete and gold"
El disco de rock que necesitábamos oír por parte de Grohl. Se han concentrado en las canciones y en entregar un álbum sin excesos y el resultado ha estado efectivo.

8. Lucybell: "Magnético"
Recuperan tras mucho tiempo frescura y convicción. Vuelven a sonar creativos, interesantes y efectivos en lo melódico, y lo mejor de todo, evitando la monotonía. Su mejor disco en dos décadas.

7. Deep Purple: "Infinite"
Tenerlos en activo en estas condiciones es un privilegio. Nos entregan lo mejor de si en cada acorde conscientes de que cada uno de esos podría ser el último. Solo resta agradecer.

6. Cloud nothings: "Life without sounds"
Sacrifican el desenfreno en busca de un sonido más equilibrado, que aborda el rock desde una arista más contenida pero igualmente efectiva. Como para seguir creyendo en ellos.

5. Spoon: "Hot thoughts"
Deambulan entre el pop y el rock para continuar dando muestras de crecimiento. Contundentes e inquietos.

4. The horrors: "V"
Cada vez que lanzan disco están entre lo mejor de aquel año, y 2017 no ha sido la excepción. Entre electrónica y guitarras se debate el mejor álbum de estos ingleses a la fecha. Inquietos y maduros. No paran de crecer...

3. Leprous : "Malina"
Abandonan definitivamente el metal para entregar su álbum más limpio a la fecha, sin embargo, la jugada es notable. Siguen siendo geniales.

2. The war on drugs : "A deeper understanding"
Frente al desafío de sostener las buenas críticas obtenidas por el notable Lost in the dream, Adam Granduciel opta por el continuismo y ahí vuelve a triunfar. La magia y grandes creaciones se mantienen. Un disco hermoso y muy bien trabajado.

**DISCO DEL AÑO**DISCO DEL AÑO*
1. Steven Wilson: "To the bone"
Hace lo que le da la gana y sale bien parado. Recurre a sus habituales sonidos pero esta vez se lanza sobre elementos más luminosos, regalando referencias ochenteras por montón y mostrándose siempre tremendamente inquieto en lo creativo. Siguen quedándose cortos los adjetivos respecto a Steven Wilson, simplemente un genio ...

jueves, 28 de septiembre de 2017

Foo Fighters : Concrete And Gold (2017)

"Lejos de decepcionar..."

En su momento a algunos nos sonó sensato e incluso necesario el que, tras la gira promocional del aclamado (por todos, menos mi persona) Wasting light, Dave Grohl esbozara la idea de darle descanso por unos años a Foo Fighters. Y es que 2012 parecía un buen momento para poner el freno, considerando sobretodo las buenas críticas obtenidas por el mencionado álbum, las cuales lograron aplacar la falta de ideas que comenzaba a visualizarse en las composiciones de la banda.  Además, fuera de lo musical, estaba la sobre exposición de Dave Grohl, quien dicho en simple: nos aparecía hasta en la sopa. 

El tiempo, sin embargo, demostró que eso de la pausa no fue más que una charada o mera estrategia comercial por parte del guitarrista, ya que la banda, lejos de descansar, regresó en 2014 con un ambicioso (y fallido) Sonic highways, y no conformes, en 2015 con un peor aún St. Cecilia. Dos trabajos para el olvido.

Por todo esto, que un par de meses atrás llegase a nosotros un single como 'Run' resultó ser una gratísima sorpresa. Un single maravilloso (una de las canciones del año para quien escribe) que fue capaz de conjugar peso y melodía de manera impecable, con un puente/coro sensacional y, por si todo esto fuese poco, un videoclip a la altura de sus mejores y más irreverentes momentos. 

¿Se vendría entonces el gran disco de Foo Fighters que Grohl viene prometiendo desde hace una década? La respuesta es clara: NO. Sin embargo, algo si esta vez hay que darles: han estado lejos de decepcionar.


Podríamos comenzar afirmando que desde In your honor (2005) no oía a unos Foo fighters tan diversos/furiosos/ruidosos pero atinados a la vez. Además de la mencionada 'Run', canciones como 'Arrows' (un manjar de tema), 'Le dee da' (que si, es auto plagio descarado de 'White limo', pero funciona), el rock & roll de 'Make it right' (algo repetitiva y predecible, si) o el medio tiempo 'The sky is a neighborhood', dan muestras de una banda que ha logrado escapar de la comodidad de sus últimas dos a tres entregar para conjugar esta vez de manera impecable un rock duro con la frescura de un sonido a estas alturas característico. 

Si a estas cinco agregamos a 'Dirty water', que comienza en acústico y mostrándose inofensiva para acabar entre explosiones (que si se extendían por un minuto más no me molestaba), la melódica pero convincente 'The line' y el cierre a cargo de 'Concrete and gold' (la canción), donde Grohl se disfraza durante cinco minutos de su amigo Josh Homme, que decir, resulta imposible no reconocer que estamos frente a un trabajo que convence y se deja disfrutar sin ningún problema.

Las pausas del álbum vienen dadas, en primer lugar, por la acústica 'Happy ever after (zero hour)' (muy McCartney esta, una especie de mix Beatle entre 'Blackbird' +  'She came in through the bathroom window'), y luego por 'Sunday sun', interpretada por Taylor Dawkins, quien claramente ha solicitado algo de protagonismo en este álbum. Las melodías de estas dos son agradables pero ocurre en ambos casos el que estas se extienden demasiado (a 'Sunday sun' le sobra más de un minuto) y la banda no ha sabido cerrarlas, siendo este uno de los pocos defectos que se le pueden encontrar a un álbum sólido, fresco y dinámico.

Concrete and gold me parece es el álbum que, quienes habíamos perdido la fe en Foo fighters, necesitábamos. Quizás la vara venía muy abajo, puede ser, pero esto es lo "mejor" que han parido en al menos una década.

6,5 / 10
Cumple y algo más...


Otras reseñas de Foo Fighters:

domingo, 18 de junio de 2017

Adelanto: Foo Fighters // Run


Seré honesto: no los creía capaces. No me imaginé que a estas alturas del partido los de Dave Grohl estarían en condiciones de componer algo con este nivel de energía, pero acá están, regalándonos el que con seguridad debe ser el mejor video del año (uno de los mejores en la carrera de Foo Fighters, que no es poco decir) y una de las grandes canciones que oiremos en este 2017. Si ellos me aseguran que el disco vendrá en esta linea, es que pago desde ya por ese álbum... 

Mención aparte por cierto a los últimos 50 segundos de video. No pude sino pararme a aplaudir tras finalizar de verlo. Notable es poco. Simplemente genial. 

domingo, 20 de diciembre de 2015

Foo Fighters : St. Cecilia (EP, 2015)

No repuntan. 

Con el paso de los años me he ido distanciado de Foo fighters, lo admito de entrada. Sin rencores ni molestias pero yo me quedé en In your honor, aquella maravilla sub valorada de 2005 que me parece conjugó a la perfección hambre y talento por parte de la banda. A partir de entonces hemos tenido solo momentos de los Foo, los que claramente han ido de más a menos: Echoes, silence, patience & grace (2007) más de algún temón nos dejó (pero solo eso), lo mismo (aunque peor y más acomododados) con Wasting light (2011) y recientemente el asunto tocó fondo de la mano de un flojísimo Sonic highways (2014). El cuesta abajo creativo de Foo fighters parece tan natural como evidente, y bueno, no los vamos a culpar, veinte años de carrera pesan en cualquiera.

En ese sentido, Saint Cecilia, su más reciente y breve entrega la verdad es que no entusiasma demasiado. Estos cinco temas, presentados como un regalo a los fans y al mismo tiempo como un homenaje a las víctimas del terrorismo desatado recientemente en Paris (extraña combinación, eh?), sostienen la tendencia de cualquiera de los últimos discos de la banda, es decir, una de cal y otra de arena constantemente.

Nos ilusionamos cuando la banda desenfunda guitarras y su reconocido amor por Motorhead en 'Savior breath' o 'The neverending sigh' (¡que lástima que esta no suelte el solo que insinúa hacia el cierre!) pero nos quedamos mirando el techo mientras suenan cosas tan flojas y predecibles como 'Saint Cecilia' (la canción) o 'Sean'. La balanza tiende a inclinarse hacia el positivo cuando 'Iron rooster' llega a nuestros oídos, un medio tiempo que enlaza acústicas con teclados transformándose en los cuatro minutos más interesantes que contiene el EP y la esperanza de que algo aún podría venir para Foo fighters, aunque por ahora, la banda sostiene la tendencia de componer sobre una hamaca.

2.5 // Nada especial 


Otras reseñas de Foo Fighters:

domingo, 23 de noviembre de 2014

Foo Fighters : Sonic Highways (2014)

Acomodados (más aún) . 

Dave Grohl es un winner. No solo por haber sido capaz de sobrevivir a Nirvana, armar su propia banda y sacarla adelante, codeándose incluso hoy en día con la creme de la creme en materia de músicos, sino además por hacernos creer que Foo Fighters es más grande de lo que realmente es. Porque seamos honestos, no estamos hablando de los nuevos Led Zeppelin, Beatles ni Black Sabbath, sino más bien de una banda de mediana estatura dentro de la música contemporánea. ¿Una especie de Ramones modernos? ¿Podría ser? Digamos: rock contagioso, de agradable espíritu y buen humor. Foo Fighters es una banda que logró con sus primeros álbumes caerle bien al mundo gracias a un sonido que equilibraba hard rock de primera con ganchos melódicos incontestables, que por ahí por 2005 editó un álbum doble titulado In your honor (para mi, el punto creativo más alto de su discografía) con el que quisieron entrar en ligas mayores. Posteriormente estiraron el elástico con lo que tenían, tanto Echoes, silence, patiente & grace (2007) como Wasting light (2011) funcionaron comercialmente (sobretodo este último), sin embargo la sensación de que la banda había tocado techo era evidente. En lo personal debo haber sido el único ser en el planeta tierra que no alucinó con Wasting light e incluso lo expresé acá mismo. Han pasado tres años y sigo sintiendo lo mismo al respecto, no me parece un mal álbum pero si un compilado de lugares comunes. 

Y bueno, Dave Grohl lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a crear el espejismo. No se si será un quiero pero no puedo o una mera apuesta comercial, el caso es que vuelve con nosotros este 2014 con la apuesta más ambiciosa de su carrera, y la menos lograda al mismo tiempo. 

Sonic highways es un álbum grabado en ocho ciudades de los Estados Unidos, el cual viene acompañado por un documental emitido por HBO y definido por el mismísimo Grohl en su espectacular trailer como "un mapa por las raíces de la música norteamericana". El problema es que le das play al álbum y la influencia del aparatoso recorrido no aparece por ningún lado, ninguno. Sonic highways es un álbum más en la carrera de Foo Fighters, no tiene nada de especial salvo todo el interesante rollo del documental que lo acompaña. Los mismos sonidos que se vienen recorriendo desde hace una década aparecen una y otra vez en un disco que posee puntos altos y bajos como cualquier otro disco de la banda pero que en ningún caso representa el "antes y después de" con el que se promocionó.

Dentro de lo que funciona en el álbum se encuentra la creciente intensidad de "Something from nothing" seguida por la golpeada dinámica de "The feast and the famine". También convencen los cambios que presentan "Congregation" y "Outside", dos temas que se instalan desde la clásica arista melódica de la banda, esa que tan bien explota el estrofa/puente/coro, pero que a medio tema rompen con la monotonía de buena forma. En estas cuatro mencionadas funcionan, no descubren nada nuevo pero funcionan. Hay otra mitad, sin embargo, que aporta poco o nada al recorrido. Canciones como "What did I do/God as my witness" o "In the clear" se manejan dentro del medio tiempo predecible mientras que el cierre a cargo de las baladas "Subterranean" y "I am a river" pretenden aportar la mirada exploratoria que suponía contener este álbum pero se quedan solo en la intención, en lo práctico no dicen demasiado. 

Sonic highways debe ser el álbum más serio y adulto que Foo fighters ha editado a la fecha, también el peor. En la búsqueda de un sonido maduro me parece que no han logrado el objetivo de convencer, primero porque entregan un disco que no contiene nada particularmente novedoso (lo cual ya viene siendo tónica desde hace dos a tres discos) y segundo porque esta vez incluso aburren, tal cual. Sonic highways no es un desastre pero si el peor disco de Foo fighters al día de hoy.

5 / 10
Nada muy especial...


Otras reseñas de Foo Fighters
2011 // Foo fighters // Wasting light 

martes, 17 de enero de 2012

Lo mejor 2011 PARTE 2: CANCIONES II

*** Resumen 2011parte 2: Las mejores canciones  (del 15 al 1)***

15. Blackfield - Zigota


14. Bon Iver - Calgary


13. Beady eye - Four letter word


12. Opeth -  I feel the dark


11. The kills - Future start slow


10. R.E.M - Discoverer


9. Foo fighters - Walk


8. Noel Gallagher - If I had a gun


7. Florence + the machine - What the water gave me


6. Wilco - Art of almost


5. PJ Harvey - On battleship hill


4. Kasabian - Days are forgotten


3. Jane's addiction - Irresistible force


2. Arctic monkeys - Don't sit down cause I moved your chair


CANCIÓN DEL AÑO: 
1. GIRLS - DIE


En fin... imposible coincidir con todos los gustos ¿no? Además que siempre es difícil escoger entre tanto buen tema. 

Gracias por visitar y no dejen de estar atentos al especial que se viene: los mejores DISCOS del 2011. Y que el rock and roll los bendiga...