lunes, 21 de mayo de 2018

Eels : The Deconstruction (2018)

"El dolor como arma de reconstrucción..."

"Y si es que acaso piensas que eso estuvo rudo, te lo digo: nada cambia mientras no comienzas a romperte" afirma el siempre honesto y crudo Mark Oliver Everett (también conocido como Mr.E) en 'The deconstruction', tema que abre este, su nuevo intento por reconstruirse a partir de la música. 

Sabido es (y si no lo sabes, deberías!) el como la carrera de Eels se ha armado en torno a las tragedias de Everett, la muerte de su padre y madre, además del suicidio de su hermana han marcado su existencia y obra, la cual de manera silenciosa, disco tras disco ha ido entregándonos momentos tan bellos como dolorosos, equilibrios que se encuentran nuevamente expuestos en los quince temas que componen su más reciente y notable entrega.

Guarda absoluto sentido y coherencia por tanto que el álbum se titule y comience sobre la idea de la deconstrucción a partir del caos y la ruptura consigo mismo. Para construir primero es necesario asumir que algo se ha roto y comenzar a recoger los pedazos, así de simple ("la reconstrucción comenzará solo cuando no haya nada ahí" afirma la apertura sin ir más lejos). Más adelante se retomarán estas ideas en un tono similar en la hermosa 'Premonition' ("Tengo un presentimiento: todo estará bien. Puedes asesinar o ser asesinado pero el sol continuará brillando..."), 'Rusty pipes' ("Define un camino y encontrarás un camino..."), en la invitación a reconocer el sufrimiento que es 'Be hurt' ("Estar herido está bien. El mundo puede soportarlo así que tu también...") o  la triste 'The epiphany' , las cuales se intercalarán con pasadas más dinámicas como la exquisita 'Bone dry' (con ese sonido de banda sonora para película de espionaje tan característico en Eels) o la positiva 'Today is the day' ("Hoy es el día en que me verás como un hombre en constante cambio. Uno que entiende que lo único importante es entender que la vida es corta y extraña...") . 

Habrá también en el disco espacio para curiosas declaraciones románticas en 'Sweet scorched earth', 'You are the shining light' o 'There I said it' ("Un chico gracioso y una chica graciosa. Tratando de reír tras el llanto. Pero no hay nada gracioso en lo que tu eres para mi. Un corazón puro necesita protección, dulce amor y afecto..."), además de breves pasajes instrumentales (cada uno de treinta segundos) que funcionan como interludios dentro de un álbum que fluye como río sin problema alguno mediante piezas que individualmente funcionan pero como conjunto se potencian al lograr armar un trabajo absolutamente impecable, cargado de emociones y una honestidad que suele aparecer en los álbumes de Everett pero que esta vez han sido canalizados de manera perfecta. 

El mejor disco de Eels desde Blinkink lights and other revelations (2005) y ciertamente uno de los puntos más altos en la carrera de este fantástico cantautor. 

8 / 10
Excelente.


Otras reseñas de Eels:
2014 // The cautionary tales of Mark Oliver Everett
2013 // Wonderful glorious

jueves, 17 de mayo de 2018

Gaz Coombes: World's Strongest Man (2018)

"Entre lo más alto de su generación. Aunque el mundo no se entere..."

Con la tranquilidad de quien compone prácticamente en el anonimato y, por ende, para si mismo, el inglés Gareth "Gaz" Coombes continúa sorprendiéndonos. Y es que si con la edición de Matador (2015) el vocalista anticipó que su proyecto iba en serio, lo de World's strongest man no hace sino confirmar las sensaciones positivas mediante un álbum que profundiza los aspectos introspectivos de su antecesor lográndolos llevar un peldaño más allá. 

Lejos por tanto de la dinámica inmediata y adictiva de ex banda Supergrass, lo de Coombes hoy en día viaja en otra dirección, una que se concentra mucho más en los ambientes que en el efectismo, además de atreverse en aspectos instrumentales y estructuras. 

Nos encontramos así con un conjunto de once canciones que en poco más de cuarenta minutos desenfunda el momento que el vocalista, quien ya supera las cuatro décadas de edad, hoy vive. Un período mucho más reflexivo que se expresa en el relato pausado de canciones como 'World's strongest man' o 'Walk the walk', dos temas que marcan el trámite del álbum con su exquisita cadencia. Entre ellas sonará el single 'Deep pockets', el único zarpaso de rock efectivo del disco en medio de un conjunto de medios tiempos que en ocasiones apostarán de manera impecable por los teclados, como en 'Shit (I've done it again)' , 'Wounded egos' o 'Slow motion life' (que es puro Radiohead), y aveces sacará la guitarra como en la balada acústica 'Oxygen mask', 'In waves' o 'Vanishing act' (quizás la más rabiosa del álbum, y que también recuerda muchísimo al Radiohead más reciente, digamos, el era In rainbows). En el cierre 'The oaks' y 'Weird dreams' se centrarán en los ambiente etéreos, todo un acierto por parte de un artista que se da maña de incluso desafiar al oyente trabajando vocalizaciones y sintetizadores en medio de estructuras incómodas que no entregan concesiones. 

En definitiva, World's strongest man, el tercer álbum de Gaz Coombes y uno de los mejores que ha editado en su carrera,  encumbra al vocalista a nivel que ya se quisiese cualquiera de sus pares generacionales tipo Damon Albarn, Liam Gallagher o Richard Ashcroft. Uno de los discos más interesantes que habremos oído en este 2018, aunque el mundo no quiera enterarse...

4.0 // Excelente!


Otras reseñas de Gaz Coombes:
2015 // Matador
2012 // Here comes the bombs 

viernes, 11 de mayo de 2018

Janelle Monáe : Dirty Computer (2018)

"Feminista, contundente, directo, personal, valiente, reivindicativo y necesario..."

Ok. Ha llegado (¡al fin!) el momento de que Janelle Monáe visite mi blog. Y es que no es nada fácil abordar a una artista tan multifacética (actriz, música, activista, modelo) y potente como ella sola, una tipa que con cada uno de sus álbumes nos ha propuesto un desafío, discursos y universos distópicos que abordar y analizar al detalle, que nos obligan además a ir por referencias musicales y literarias que complementan cada trabajo. En ese sentido, si bien Dirty computer marca diferencias respecto a sus dos anteriores trabajos no será la excepción en cuanto a la complejidad de la obra, la cual aborda el afrofuturismo en un mundo donde todo aquel considerado diferente/sucio es eliminado, idea que puede comprenderse de mejor forma revisando el trailer de cuarenta minutos Emotion picture (el cual fue proyectado en algunos cines de EEUU previo a la exhibición de Pantera negra (la película) que complementa (o más bien explica) el concepto del álbum.

Partamos comentando que el de 2018 es su álbum más personal a la fecha, un disco donde abandona los personajes construidos para hablar de si misma, utilizando por cierto la metáfora política y reivindicativa como principal herramienta. Y si, Dirty computer es un álbum de astuta protesta, escrito por una mujer negra que vive una situación de privilegio por lo que intenta, desde ahí, entregar su mensaje. Pero es también un álbum con marcadas referencias explícitas hacia la liberación sexual, femenina por supuesto, lo cual se declara desde su apertura (nos saltamos la intro, con participación de Brian Wilson, que me parece aporta poco) a cargo de 'Crazy, classic, life', ahí Janelle es directa lanzando lineas tales como "Joven, negra, salvaje y libre. Desnuda en una limusina. Yo solo quiero una fiesta dura. Quiero sexo en la piscina. Solo déjame vivir mi vida..." o "No quiero un anillo de diamantes. No quiero desperdiciar mi juventud. No quiero vivir de rodillas. Solo quiero decir la verdad...", con salida del closet incluida (recordemos que la mujer se declaró pansexual hace poco en la Rolling Stone), aspecto que además coincide con su declarada admiración hacia el fallecido Prince, con quien compartió muchísimo en sus inicios e incluso participó antes de su partida en este álbum, lo cual se traduce en las guitarras y teclados de la fantástica 'Make me feel' e incluso en los aires que posee el cierre del disco en 'Americans'


Las referencias directas a la liberación continuarán con la adictiva 'Take a byte' ("No soy el tipo de chica que le mostrarías a tu madre. No miento / Prueba una mordida. Ayúdate a ti misma. Está bien. No lo contaré..."), donde realiza un elegante juego de palabras entre "mordida" y el mínimo elemento de memoria en un computador, y en la popera 'Screwed' ("Verás, todo es sexo excepto el sexo, que es poder") para dar paso luego al momento más alto del disco, primero con 'Django Jane', donde Monáe sube al trono y desenfunda un rap furioso e iracundo, un monólogo de la vagina - descrito así por ella misma, el cual se complementa con la exquisita 'PYNK' (que cuenta con Grimes en los coros), una apología a la femineidad desatada ("Como tus dedos en mi...") y la genial 'Make me feel', con el ya mencionado aporte funkoide por parte de Prince


Pasando el mejor momento del disco este me parece vive un pequeño bajón, mostrando ahí su única pata coja. 'Got the juice' (con un fraseo que recuerda el 'Hollowback girl' de Gwen Stefani) cuenta con la participación de Pharrel Williams y funciona en su tono divertido pero se alarga innecesariamente un par de minutos por sobre lo necesario, lo mismo con 'I like that', que no suena tan inspirada como el resto del conjunto y contrasta con la desnuda franqueza que desenvuelve el único tema romántico que contiene el disco: 'Don't judge me' ("¿Qué tal si te beso justo ahí? ¿Temblarás por dentro o solo llamarás una noche? ¿Qué tal si te hago un show? Podrías tocar si gustas...justo ahí. ¿Si te beso pensarás me sentía solitaria? Pero no me juzgues, se que tengo mis temas pero estos se ahogan cuando te beso...").

Finalmente, tras el llamado a no confundirse con las religiones y simplemente usar las palabras del amor, en voz de Stevie Wonder, llegará otro tema muy honesto y personal, 'I'm afraid' que es pura intensidad y el cierre definitivo a cargo de la contundente defensa de su tierra en 'Americans', que retomará la dinámica con el espíritu de Prince nuevamente tan presente en el álbum.

En definitiva, Dirty computer da muestras de una artista tremendamente inteligente a la hora de plasmar sus mensajes. Un disco conceptual que apuesta por un sonido más moderno en relación a sus dos primeros trabajos y ahí, en el nudo del álbum se entrampa un tanto (por buscarle algo en realidad), así como también no contener "hits inmediatos" dado que se concentra fuertemente en los aspectos líricos y mensajes a entregar, ¡pero que va! ¡Qué ella haga lo que guste! ¡Sin concesiones! Que la miel no está hecha para el asno y eso siempre se ha sabido. El álbum es potente y contundente, directo y necesario, personal y valiente. Tiene todos los condimentos para pararse a aplaudir a esta pequeña gran mujer que avanza en su carrera, hasta ahora, sin temer a nada.

9,2 /10
¡Brillante!

miércoles, 9 de mayo de 2018

Adelantos: Obscura + Ghost + Alice In Chains (+Morbid Angel)


¿Qué tal si detenemos un poco la vorágine del día a día para repasar algunos adelantos que han ido viendo la luz durante estas semanas? Y bueno, vamos para allá...

Comencemos mencionando que el próximo 13 de julio llegará a nosotros el esperado retorno de los alemanes de Obscura. No ha pasado demasiado desde la edición del fantástico Akroasis (para quien escribe, uno de los mejores álbumes que pudimos oír en 2016) lo cual nos lleva a pensar que este nuevo lanzamiento debería dar continuidad al death técnico y progresivo que envolvió dicho álbum. Y 'Diluvium', el adelanto, da cuenta precisamente de aquello...


Menos tiempo habrá que esperar para oír Prequelle, el cuarto y esperado regreso de los suecos de Ghost, quienes han adelantado el álbum con un video sensacional para 'Rats'. La banda sigue equilibrando talento con un buen humor a prueba de todo y tal parece que siguen sin tocar techo. No tienen segundo de desperdicio este clip, con ese exquisito aire retro y pasos de baile por montón. Tremendo video...


Finalmente, y tras cinco años de silencio, tenemos noticias respecto a Alice in chains. El sucesor de The devil put dinosaurs here ( y tercer álbum de la banda con William DuVall en las voces) verá la luz durante el segundo semestre y 'The one you know' es el adelanto que nos han regalado para ir calentando el plato. Y a decir verdad, no suena nada de mal...


Finalmente, un bonus track. Se trata de 'Garden of disdain', un nuevo video promocional que Morbid angel ha lanzado para seguir promocionando su más reciente trabajo Kingsdoms disdained. El caso es que siendo que no esperaba nada de este video, me ha gustado muchísimo esa bestia que han puesto de protagonista y que deambula por el universo consumiendo seres. Grata sorpresa con la que despedimos esta serie de adelantos que nos mantendrán atentos durante este par de meses...

lunes, 7 de mayo de 2018

Javiera Mena: Espejo (2018)

"Continuismo que decepciona..."

Nunca ha sido Javiera Mena una gran vocalista ni tampoco ha destacado por sus letras. Es más, digamos las cosas como son: la mujer no canta bien y sus letras son entre básicas y torpes. Sin embargo, Otra era (2014) fue un buen álbum o al menos uno de los interesantes discos chilenos que habremos oído durante esta década. La razón es simple: las canciones estaban, su frescura funcionaba y aquello, lo único realmente importante en esto al final del día, fue capaz de superar cualquier juicio o prejuicio existente frente a la chilena. Aquel pequeño gran detalle es el que precisamente se extraña en Espejo, el regreso de Javiera Mena a las pistas de baile tras cuatro extensos años de silencio. 

La fórmula se repite, tanto en lo estético, sonoro como en cuanto a temáticas (declaraciones de amor van y vienen nuevamente) pero las canciones esta vez no han estado a la altura por lo que nos hemos quedado con las ganas de pasar un buen rato junto a ella. 

El disco comienza bien con 'Dentro de ti', un medio tiempo que invita a colocar la búsqueda interior por sobre viajes y frivolidades varias, pero ya con 'Espejo' (la canción) el asunto empieza a decaer, ya que tras un comienzo pausado el manual indica que deberían a continuar subir las pulsaciones pero aquello no ocurre, 'Espejo' no tiene fuerza suficiente y se diluye mientras transcurre. Más adelante el álbum se debatirá entre asuntos en exceso melosos como 'Cerca de ti' o' Alma', y algunas cosas que intentan entregar dinámica al trabajo pero fallan rotundamente a causa de su falta de magia, ahí la participación de Li Saumet (de Bomba Estereo) en 'Intuición' efectivamente entrega sabor al álbum (sabor que Javiera no logra sostener en sus intervenciones) mientras que el puente/coro de 'Todas aquí' también tiene lo suyo pero esto es muy poco frente a un conjunto de minutos que jamás convencen. 

Lejos de sostener por tanto el nivel conseguido años atrás, Espejo sucumbe frente a la responsabilidad. Se extraña la frescura, y la sensación que nos queda es que fueron demasiados años de espera para tan poco.

5/10
Nada muy especial...


Otra reseñas de Javiera Mena:

martes, 1 de mayo de 2018

A Perfect Circle: Eat The Elephant (2018)

"A seguir esperando..."

El aburguesamiento es así, nadie está libre y Eat the elephant, el regreso tras catorce años de A perfect circle llega a nosotros para recordárnoslo. Y es que a estas alturas del partido, negar el acomodamiento crónico de Maynard Keenan parece un sin sentido, y por lo mismo, un álbum como este no debería sorprendernos un instante, sin embargo, como la esperanza es lo último que se pierde, efectivamente cierto tufillo a decepción queda en el aire tras pasar por estas doce canciones. Con lo anterior no quiero insinuar que Eat the elephant sea un desastre de disco pero si, y reitero el concepto, es un trabajo absolutamente cómodo, que en ningún momento sorprende e incluso durante largos pasajes resulta agotador. 

La partida del álbum me parece es una mensaje claro a quienes siguen esperando (tras más de una década) el regreso de Tool: olvídense de ese disco. Keenan está en otra estación hoy en día, una más introspectiva, melancólica y que dispara sus mensajes críticos (que los hay) sobre melodías casi desnudas, como es el caso de 'Disillusioned', que durante medio tema se sostiene sobre un piano y guitarras que jamás son protagonistas para luego hacer como que va a explotar para jamás hacerlo como corresponde. Antes de ella sonó 'Eat the elephant' (la canción), una que más allá de ser una bonita melodía no llega y tras esta aparecerá 'The contrarian', otra que utiliza las guitarras únicamente como un medio para generar ambientes. Ninguna de estas es un mal tema... pero algo falta. Y no, aquello tampoco llegará con 'The doomed', la primera del trabajo que mete fuerza en su andar pero vuelve a pecar donde mismo: nunca encuentra explosión suficiente como para volar cabezas. Y del pop de 'So long, thanks for all the fish' ni hablar, ¿y qué tiene que ver esta con 'The doomed' o con 'Talk talk' (que es la que sigue)? Absolutamente nada. Por cierto, 'Talk talk' (que recuerda un tanto al Radiohead de Ok Computer) debe ser lo mejor que contiene el álbum, quizás la única donde se huele sangre...

Este ir y venir, este despegar para volver a caer abrúptamente continuará dándose durante la segunda parte del disco. A 'Talk talk' le seguirá la intrascendencia de 'By and down the river', las guitarras de 'Delicious' (que convence aunque lamentablemente su término abrupto no aprovecha el envión que traía consigo), un breve instrumental titulado 'DLB' y otra que mete guitarras con toques industriales, 'Hourglass'

Para el cierre otro medio tiempo inofensivo como 'Feathers' y 'Get the lead out', algo que pretende sonar experimental pero en realidad parece ser una tomadura de pelo. Finalmente la sensación que deja este Eat the elephant es la de jamás haber emocionado cuando pretendía hacerlo y tampoco contagiar energía cuando metió fuerza + guitarras, quedándose así en tierra de nadie. No tenemos como saber si este es un "quiero pero no puedo" o un "puedo pero no quiero" por parte de Maynard Keenan, sin embargo, si está muy claro que tres o cuatro canciones interesantes tras catorce años de silencio saben a muy pero muy poco...

5 / 10
Nada muy especial...

5