viernes, 22 de septiembre de 2023

Godflesh: Purge (2023)

 "Un viaje en el tiempo..."

Para bien y para mal, oír el más reciente álbum de Godflesh es sentirte en otra época, es viajar en el tiempo unas dos a tres décadas atrás. Y es que fieles a lo suyo, el dúo inglés liderado por Justin Broadrick (que acá vuelve a componerlo todo) insiste en sostener la bandera del más primitivo metal industrial, uno que ayudaron a construir desde sus cimientos a fines de los años ochenta, pese a que el crédito se lo acabaron llevando otros (Ministry o Nine inch nails básicamente). En palabras de ellos mismos, un álbum como Purge se encuentra emparentado con su joya noventera Pure (1992), disco que el año pasado cumplió treinta años de existencia, los cuales fueron celebrados con gira + lanzamiento oficial de un álbum en vivo. Y bastante de ello efectivamente hay en los cuarenta y tres minutos que componen Purge, ese sonido oscuro, duro, golpeado, de estructuras repetitivas y guitarras punzantes está presente a lo largo de un trabajo que no se anda con medias tintas y se propone de comienzo a fin el internarnos en atmósferas que oscilan entre la rabia, el dolor y el pesimismo.  

Desde un comienzo entonces, mediante el tridente armado por 'Nero', 'Land lord' y 'Army of non', Godflesh se lanzan con fuerza a verdadero un loop industrial, ese sonido que da vueltas y vueltas utilizando riffs hipnóticos que se replican sobre alguna base programada mientras la voz de Broadrick reitera un concepto una y otra vez. Sin ir muy lejos algo como 'Lazarus leper' repetirá un depresivo "The same / No sense / Nothing makes sense" durante seis minutos haciendo gala de un notable manejo de los ambientes, siendo 'Permission' o 'The father' dos pasadas que rompen de alguna forma la línea monocorde del álbum, la primera por acercarse más a la electrónica mientras que la segunda por hacer uso de voces limpias en lugar de los clásicos gritos desesperados del vocalista.

En la recta final el disco irá muy, muy abajo en cuanto a las emociones, sumergiéndose en un pozo lúgubre y gutural en 'Mythology of self' para luego cerrar en total oscuridad con los ocho fascinantes, tristes y melancólicos minutos de 'You are the judge the jury and the executioner', finalizando así un álbum tremendamente franco, a momentos desgarrado y que responde unicamente a los parámetros alternativos que Godflesh ha defendido durante toda su carrera. Lo dicho, que para bien y para mal, sin ningún afán por "sonar modernos" ni mucho menos vanguardistas, siguen siendo ellos mismos. Se les oye muy conscientes de que ellos ya hicieron lo suyo, pero vaya que se les necesita...

¿Canciones? 'Nero', 'Land lord' y Mythology of self'.

7,8 / 10
¡Muy bueno!

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