Mostrando entradas con la etiqueta Zakk Wylde. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Zakk Wylde. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de octubre de 2022

Ozzy Osbourne: Patient Number 9 (2022)

"Amigos al rescate..."

Considerando el contexto, no es demasiado lo que se podía esperar de un nuevo álbum de Ozzy Osbourne, a lo sumo, que supiera mejor respecto al amargo trago que significó aquel deslavado Ordinary man. Es evidente que el aporte del mítico vocalista a la historia de la música ha quedado muy atrás en la historia y lo suyo viene siendo desde hace un largo rato el sostenerse en base al personaje y discos que lucen más bien como caprichos. En Patient number 9 se ha dado uno más, sin embargo, esta vez algo hay que darle: el álbum con todos sus defectos al menos cumple en su cometido de funcionar mejor que su antecesor. ¿Las razones? Simple, las colaboraciones esta vez han cuajado mejor. 

En su álbum número trece, Ozzy se ha apoyado en una serie de amigos que han logrado aportarle dinámica a un trabajo que sin ellos claramente habría expuesto los usuales defectos de los álbumes de Osbourne. Esto se evidencia desde un comienzo, con 'Patient number 9' (la canción), un trámite que mejora unicamente cuando Jeff Beck se hace presente metiéndole sentimiento al tema (6:00 en adelante), también en la rockera 'Parasite' con Zakk Wylde (quien más adelante también rescatará a la sosa 'Mr. Darkness' y a la espesa 'Nothing feels right') o la absolutamente Sabbath 'No escape from now', junto al incombustible Tony Iommi. El resto cumplirá, momentos bonitos se viven en 'A thousand shades' y encontramos oscuridad efectivamente en 'One of those days' (aunque Eric Clapton se siente algo contenido), pero en general el álbum se conforma con cumplir entre canciones de manual, un Ozzy filtrado hasta decir basta y estructuras que huelen más bien a excusas que pretenden justificar el lucimiento de los guitarristas que acá participan. 

Así, los sesenta y un minutos de Patient number 9 se vuelven demasiado (las tres últimas suenan completamente innecesarias) en un disco que está lejos de ser un desastre pero que tampoco llega mucho más allá del dejarse oír. Pero no pasa nada, que siempre tendremos ahí a 13 de Black Sabbath como la verdadera despedida de nivel para este grande de la historia, fuera de poder recurrir a aquellas viejas glorias setenteras y ochenteras que lo encumbraron como uno de los grandes de la historia del heavy.

¿Canciones? 'Parasite', 'A thousand shades'. 

5/10
Nada muy especial...


Otras reseñas de Ozzy Osbourne:

martes, 30 de enero de 2018

Black Label Society: Grimmest Hits (2018)


No se dejen engañar por el título, este no es un grandes éxitos sino que el décimo álbum del buen Zakk Wylde al frente de su (ya) mítica banda Black label society, disco que como habría de esperar tras cuatro años de silencio y con un guitarrista embarcado en múltiples proyectos, funciona en piloto automático, sin demasiadas pretensiones aunque a ratos logra desenfundar buena parte de todo aquello que ha enganchado a tantos durante estos veinte años de carrete con que cuenta la banda. 

No hay muchas sorpresas por tanto en Grimmest hits, nos encontramos con algunos temas muy directos y pesados, como la partida a cargo de 'Trampled down below' o la exquisita 'Room of nightmares' (la mejor del álbum) , pasadas como 'The betrayal' + 'All that once shined' o 'A love unreal' que muestran esa evidente influencia de (¡era que no!) Black Sabbath en la banda (y de Ozzy en la forma de cantar) además de un conjunto de baladas o medios tiempos que en esta ocasión suenan algo típicas y en general aportan poco al conjunto, a excepción de 'Nothing left to say' que inevitablemente trae a nosotros la imagen de Chris Cornell por su sonido e interpretación.

En definitiva, una serie de lugares comunes enmarcadas en un álbum que a ratos funciona y en otros me parece se extiende innecesariamente. Con todo, medio álbum está notable y con ello basta para sentir que el viaje junto a este rockero ha vuelto a valer la pena. 

3.0 // Bueno, cumple.


Otras reseñas de Black Label Society:

martes, 10 de junio de 2014

Black Label Society // Catacombs of the Black Vatican // 2014

La tranquilidad de quien nada tiene que demostrar. 

Cuatro años atrás Zakk Wylde vivía años cruciales, abandonaba la banda de acompañamiento de Ozzy Osbourne tras veinte años de trabajo juntos y editaba un poderoso Order of the black, un disco de hard rock muy directo y que seguramente dejó satisfechos a todos los fans del género. Ha pasado tiempo desde aquello, de hecho nunca el guitarrista se había tomado tanto tiempo entre lanzamientos, sin embargo, el silencio ha sido saludable para la labor compositiva de Zakk ya que esta nueva entrega, si bien es mucho menos efectista en relación a lo que fue su antecesor, logra resultar interesante para los tiempos que vivimos. Dicho en palabras simples: otro disco como Order of the black habría sido una pésima señal de estancamiento, lo cual no ha sucedido y aquello se agradece.

La sensación que deja este más que correcto Catacombs of the black Vatican es la de estar frente a un tipo que se ha sacado la presión de tener que demostrar algo y estar a determinada altura. Este 2014 Zakk Wylde ha vuelto con algo que le ha nacido del alma y aquello, desde esta vereda, se respeta. El tipo no se ha esforzado esta vez por lograr un sonido veloz y demoledor, sino que muy por el contrario, desde un comienzo las revoluciones suenan más bajas, el sonido más pausado, cargado al medio tiempo y a guitarras pesadas. La influencia más clara y potente con la que carga este álbum es la de Alice in chains, aquel sonido denso enlazado con esa marca de metal que inevitablemente carga Zakk Wylde ha generado ambientes notables, los cuales se aprecian de manera evidente en la partida a cargo del tridente "Fields of the unforgiveness/My dying time/Believe", mientras que en otros el tono es mucho más reflexivo de la mano de baladas muy sentidas como es el caso de "Angel of mercy" ,"Scars" o ese cierre cargado al blues que es "Shades of Grey". Casi en el final del disco aparecerá "Damn the flood", la única en todo el disco que traerá al presente el sonido habitual de Black label society pero esta resultará un mero espejismo en medio de un trabajo bastante menos inmediato. 

No entraré en el debate de si este octavo álbum de Black label society se encuentra a la altura de sus mejores discos, lo que si tengo claro es que es un trabajo honesto, que marca distancia con lo que Zakk Wylde venía realizando y que muestra el presente de un compositor que parece liberado de ciertas ataduras del pasado. Bien por él.

3.5 / 5
Muy bueno!