viernes, 28 de marzo de 2014

Animals As Leaders: The Joy of Motion (2014)

Evitando los lugares comunes 

Metal progresivo instrumental fusionado con elementos de jazz son las principales características de este interesante trío estadounidense que este 2014 reaparece con su tercer álbum, es decir, el de la confirmación pero también el de las exigencias. Y es que es imposible esperar lo mismo de un disco debut que de un tercer disco, el factor novedad acá ya no juega y se debería apreciar cierta evolución en una banda, por algo son pocos los que sobreviven de buena forma al desafío del tercer o cuarto álbum, algunos comienzan en esta etapa a desvanecerse lentamente repitiendo fórmulas una y otra vez mientras que otros mueren en el intento por renovarse.

Y bueno, el desafío de Animals as leaders me parece que no difiere demasiado de el de toda banda de metal progresivo, es decir: evitar los lugares comunes del género, intentar entregar un sonido que equilibre calidad con cantidad. Que el lucimiento personal y la ejecución instrumental no empañe a las canciones, asunto que me parece que ocurría a ratos con sus primeros álbumes.

En esta ocasión oímos a la banda entregando esfuerzos por no agotar al auditor, intentando equilibrar potentes dosis de metal progresivo y virtuosismo, como es el caso de la excelente partida de "Ka$cade" (¡como suena ese tema!) seguida de "Lippincott", con instrumentales mucho más cargados al jazz, ahí suenan la exquisita "Another year" o el bajo que guía todo el tiempo a "Physical education", ahora, también nos encontramos con temas que pretenden conjugar estas dos facetas en una misma canción, "Air chrysalis" o "Tooth and claw" son buenos ejemplos de lo que menciono. Mención aparte por cierto merece "Para Mexer", el mejor tema del disco, una maravilla acústica que conecta sonidos propios del flamenco con el progresivo, un verdadero placer al oído.  

Creo que si el disco hubiese quedado ahí, en los ocho o nueve temas como máximo, estaríamos hablando de un trabajo notable pero lamentablemente existen momentos en que aparecen los excesos y masturbación. Canciones como "Crescent", "Mind spun" o "Nephele" alargan innecesariamente el álbum a más de 50 minutos de música siendo que el objetivo ya se había logrado. Ahora, de todas maneras me parece que en el suma y resta el saldo es positivo, The joy of motion es un álbum ejecutado de manera impecable, que hace gala de una técnica a momentos exquisita y que muestra a una banda interesada en darle diversidad a su sonido. No me parece que el objetivo se haya cerrado de manera perfecta pero si creo que el disco logra que mantengamos el interés sobre este interesante proyecto.

7 / 10
Muy bueno.

lunes, 24 de marzo de 2014

Calle 13 // Multi Viral // 2014

Salgan los que quieran 

Desde que conocí a Calle 13 me resultaron una agrupación atractiva. Recuerdo que era ¿2007? cuando "La cumbia de los aburridos" llegó a mis oídos, la divertida irreverencia de un álbum como Residente o visitante enganchó de inmediato conmigo y las buenas sensaciones se confirmaron con la edición del entretenido Los de atrás vienen conmigo (2008), un disco que utilizaba el reggaeton como excusa para meter contenido e incluso se daba maña para salirse del estilo en excelentes colaboraciones junto a los enormes Café Tacuba o el gran Rubén Bladés. Aquellas insinuaciones de crecimiento y madurez explotaron en 2010 con Entren los que quieran, un buen álbum con el que el dúo proveniente de Puerto Rico daba por terminada su relación con el fenómeno reggaeton y giraba su sonido hacia el rock y el rap, desarrollando al mismo tiempo un tono combativo con vocación social que hablaba de hacer "reventar el sistema desde adentro" (nada muy original, hay que decirlo). Entren los que quieran estuvo bien, sin embargo, el perfumillo a populismo por momentos se tornaba algo insoportable ("Calma pueblo que acá estoy yo / Lo que no dicen lo digo yo / Porque yo soy como tu y tu eres como yo") aunque el disco de todas maneras encontraba momentos fabulosos en "La vuelta al mundo", "La bala" y "Latinoamerica", probablemente las tres mejores canciones de la carrera de Calle 13.

Con permiso de quienes leen voy a copiar y pegar lo que escribí de aquel disco casi cuatro años atrás: "Me parece que Entren los que quieran debería marcar el fin de una etapa para Calle 13. Y es que se aprecia la clara evolución dentro del sonido de la banda, la cual terminó desembocando en este buen trabajo, sin embargo seguir repitiéndose en esto mismo creo que sería fatal para la agrupación, espero por tanto que se tomen un tiempo para pensar bien el siguiente paso".

Y bueno, cuatro años de silencio hablan de que efectivamente el dúo se tomó su tiempo para dar el siguiente paso, el problema es que no se si por razones comerciales o quizás mera falta de creatividad (o quizás un poco de ambas cosas), Multi Viral ha terminado siendo una clara continuación de lo realizado en Entren los que quieran por lo que la banda suena atrapada en un callejón sin salida bastante poco atractivo para los "no fans"

Cuando un disco no presenta evolución alguna debe sostenerse únicamente en la calidad de sus canciones y acá aquello es lo que precisamente escasea. Salvo la dulce colaboración junto a Silvio Rodríguez en "Ojos de color", el acelerado rap de "Adentro" y el cierre folclórico a cargo de "Así de grandes son las ideas", acá no hay nada que suene particularmente atractivo. El álbum no es divertido ni tampoco cuenta con un discurso interesante por lo que tema a tema se cae a pedazos como un producto vacío que parece haber sido editado solamente con fines comerciales. Nos encotramos acá con los mismos fraseos de discos anteriores, las mismas reiterativas ideas (el populismo en tono de víctima sigue en mode on), se mantienen los discursos combativos lanzados con ventilador ("El aguante") pero que suenan tan repetitivos como, insisto, vacíos. 

Multi Viral es un disco básicamente poco creativo. El álbum de todas maneras me imagino que caerá bien entre a fanaticada adolescente que gustó de Entren los que quieran, sin embargo en lo personal lamento el evidente estancamiento de una banda que alguna vez brilló precisamente por haber sido capaces de romper, en base a la creatividad, sus propios límites. 

2 / 5
Malo


Otras reseñas de CALLE 13:

miércoles, 19 de marzo de 2014

††† (Crosses): ††† (2014)

Con la creatividad a tope

Moreno está tocado, el hombre definitivamente se encuentra en estado de gracia y aquello hay que saber disfrutarlo ya que seguramente en diez años más miraremos este período con cierta nostalgia. En 2012 tuvimos Koi no yokan de Deftones, un disco redondo que se coló entre lo mejor de aquel año, en 2013 fue el debut de Palms el que (nos) maravilló a muchos y este 2014 el vocalista reaparece con el LP debut de ††† (más conocido como "Crosses") junto al productor Shaun Lopez. Los increíble es que estos tres proyectos son tan diversos como interesantes, todos han sido encarados por Moreno con la misma seriedad y ninguno se parece a otro (ni cruza siquiera) por lo que el asunto se ha vuelto fascinante. 

Ahora, siendo claros, el debut homónimo de ††† de cierta forma caía de cajón. Previamente los tipos habían tanteado terreno con el lanzamiento de dos EP's (en 2011 y 2012 respectivamente) los cuales supongo habrán dejado buenas sensaciones en el trío al punto de motivarlos a, en lugar de lanzar un tercer EP, compilar todo el material en quince piezas (las diez ya conocidas más cinco inéditas que correspondían al EP 3). Nos encontramos así con un disco bastante homogéneo en su sonido, que muestra el lado más electrónico y oscuro de Chino Moreno pero al mismo tiempo conserva elementos propios de rock (hay guitarras y de las buenas), algo de dream pop y canciones melódicas con las que enganchas de inmediato. Todo esto transforma al álbum en una pieza tremendamente atractiva. Adictiva incluso. 

La partida cargada a los sintetizadores de "This is a trick" es una declaración de intenciones potente, nos habla de inmediato de un disco que marca distancia con la clásica agresividad de Deftones, el proyecto madre del músico. En una linea similar, aunque enmarcadas en un sonido bastante más lúgubre sonarán "Trophy" o "Nineteen ninety four" (uno de los mejores momentos que vive el disco)  Más cercanas a un formato de rock tradicional aparecerán "Telepathy", "Bitches crew", "Thholyoghst", "Bik stallion" o la exquisita "The epilogue" y una mirada más exploratoria se encuentra con piezas instrumentales como "Cross" o ese cierre terrible con "Death bell". 

El álbum posee un único defecto: la extensión. En el afán de colocar todo lo que tenían, un disco de atmósferas tan oníricas y oscuras cansa luego de tantos temas (sobretodo en su segunda mitad). Faltó algo de tijera en el asunto, con dos o tres canciones menos creo que el disco se disfrutaba de mejor forma. Sin embargo, aquello es lo único ya que el resto sigue hablando de un trabajo interesante, a momentos exquisito y que muestra una nueva mirada musical del ya multifacético Chino Moreno

7 / 10
Muy bueno!


Otras reseñas de CHINO MORENO:

jueves, 13 de marzo de 2014

Broken Bells // After The Disco // 2014

Correctos y contenidos

Dicen las malas lenguas que Brian Burton (a.k.a Danger Mouse ) estuvo casi un año metido en el estudio junto a U2 intentando generar humo blanco entre los irlandeses. Y bueno, al parecer la contribución no surgió los efectos esperados por lo que el afamado músico y productor abandonó el asunto lanzándose de lleno a la edición del segundo álbum de Broken Bells, proyecto que comparte con James Mercer (vocalista de The Shins). Nos encontramos así con un buen disco de pop que cuenta con arreglos muy cuidados y que mantienen la buena vibra del debut (no se si lo supera, me parece que no) aunque esta vez aborda tonos mucho más tranquilos y reflexivos pero independiente de aquello, la sensación es que salvo excepciones el dúo sigue pecando en lo poco pretencioso. 

After the disco en ningún momento parece un trabajo "hecho a la rápida" , el disco se suma de buena forma al revival ochentero que se viene dando desde hace algunos años, el problema es que a estas alturas aquello no tiene nada de original por lo que el asunto queda limitado a que tan bien funcionen las canciones y ahí, el asunto cumple a momentos pero jamás explota lo que insinúa. 

Analizando el uno a uno queda claro que lo mejor está en el comienzo. La dinámica con perfume a electrónica de "Perfect world" y "After the disco" (la canción) está muy bien lograda y contagia de inmediato. Pop del bueno. También funcionará la calma llena de agudos (con muchos aires a Bee gees) de "Holding on for life" y la acústica "Leave it alone", esta última algo repetitiva hacia el final eso si. El problema comienza con "Control" o "The changing lights", ambas intentarán recuperar el movimiento pero a las dos les falta fuerza por lo que acá el asunto comienza a flaquear. Pasando el nudo del álbum viene una pasada muy monótona por "Lazy wonderland/Medicine" y el asunto solo repuntará hacia el final gracias a la balada "The angel and the fool" y la exquisita "The remains of rock & roll", otro de los buenos momentos del disco. 

El dúo Burton/Mercer se ha tomado en serio el asunto, han querido corroborar que había algo más allá del experimento del debut, sin embargo en el global creo que más allá de tres o cuatro buenos momentos acá faltó algo más de sorpresa, de ambición quizás. Veremos si en una próxima instancia (si es que la hay) sueltan un poco más las amarras.

3 /5
Bueno, cumple.


domingo, 9 de marzo de 2014

Cloud Nothings : Here And Nowhere Else (2014)

Menos dispersos. Para bien y para mal. 


Sorprendieron en 2011 con un excelente e interesante Attack on memory , encontrando incluso la que fue para mi la mejor canción de aquel año. Caóticos a momentos, adolescentes en otros, los ingleses de Cloud nothings encontraron aquel año un álbum capaz de sembrar ilusión con respecto a su futuro, y bueno, los plazos se cumplen y tres años más tarde ha llegado el momento de confirmar sensaciones o derechamente decepcionar. Han decidido entonces entregarnos un disco que acota lo trabajado en Attack on memory, centrándose más que nada en un sonido cargado a las guitarras, la velocidad, el ruido y el caos, desterrando casi por por completo el lado más melódico/adolescente que alguna vez mostraron (y también aquellas facetas más oscuras de la banda). Han querido mostrarse más centrados, no tan dispersos y bueno, lo logran. Aunque aquello claramente posee un costo.  

Hay elementos de Attack on memory que acá se mantienen: una producción muy sucia, un sonido intencionalmente poco cuidado, el cual pone énfasis en la intensidad de los temas más que en un técnica depurada y su breve duración (nuevamente 8 canciones en solo 31 minutos). La diferencia como mencionaba anteriormente se marca en el tono de los temas, salvo el cierre a cargo de "I'm not part of me", prácticamente la totalidad del disco es veloz, directa e intensa. No se han querido complicar demasiado entregando una seguidilla de temas muy punkoides, cortos (tres minutos la mayoría), con unos cuantos gritos entre medio. Cuesta entonces destacar canciones ya que todas son bastante similares, aunque en lo personal me han conquistado precisamente aquellos donde se aprecia algo más de trabajo y cambios, como son el caso de "Just see fear", Giving into seeing" o los particulares siete minutos de "Pattern walks".

Siendo claros. Here and nowhere else confirma las sensaciones positivas que mostraba su anterior disco pero no muestra un crecimiento importante en lo musical. Han querido sonar constantemente ruidosos, no se han complicado con las estructuras, han eliminado los "extremos" de su sonido (tanto lo liviano como la oscuridad) entregando un disco muy directo y efectivamente centrado. Como es un trabajo corto, no alcanza a agotar, la dosis es precisa y cuenta con dos o tres golpes efectivos, sin embargo, un álbum más en esta linea no se resiste.


6 / 10
Bueno, cumple.



Anteriores reseñas de CLOUD NOTHINGS
2012 // Cloud nothings  // Attack on memory

jueves, 6 de marzo de 2014

Architects : Lost forever / Lost Together (2014)

Tan directo como olvidable

Sin matices, el sexto álbum de Architects gustará entre los amantes del metalcore y resultará irrelevante para el resto. Y es que estos jóvenes ingleses están de regreso con un disco que insiste sobre las bases del estilo sin dobles intenciones. Mucho grito, velocidad, guitarras estruendosas y un constante doble pedal adornan un sonido que por momentos suena demasiado adolescente y se termina convirtiendo en un derroche de energía que presenta poca novedad aunque como descarga de tensiones funciona. 

El principal problema que veo en Lost forever / lost together es la falta de diversidad y lo predecible del sonido. Desde el primer minuto nos encontramos con música muy directa, chillona, agresiva (Sam Carter se deja la garganta) pero poco direccionada (algo muy propio del género) , en síntesis: algo atractivo para quienes gustan del género pero nada más que eso. La primera mitad suena toda en un continuo que no da tregua, "Broken cross" y "Dead man talking" tienen lo suyo pero nada tampoco del otro mundo. Ahora, me ilusioné con la pausa que proponen los dos minutos de "Red hypergiant", sin embargo, "C.A.N.C.E.R" retoma nuevamente la monotonía hasta el final del álbum al punto de que "Castle in the air" y "Young is wasted on the young" parecen descaradamente ser la misma canción. Dentro de la recta final rescataría solamente (y solo por ser distinta al resto) lo melódico que suena "Colony collapse" pero el resto la verdad es que no tiene nada especialmente relevante. Para mi, un disco completamente olvidable.

5 / 10 
Nada muy especial. 

martes, 4 de marzo de 2014

Nina Persson // Animal Heart // 2014

Pop del intrascendente

La salida de este álbum me motivó a retomar la discografía de The Cardigans, una banda seguramente desconocida para los más jóvenes pero familiar para quienes rondamos los treinta y siempre.  Ahora, siendo realistas, The Cardigans nunca pasó de ser una simpática banda de pop, generadora de unos cuantos hits y eso sería todo. Es probable que hoy en día muchos al oír canciones como “Erase and rewind” o “Lovefool” ni siquiera tengan claro quien cantaba aquellos temas, sin embargo, invito a quien sea que esté leyendo esto a que se de el tiempo de recuperar dos álbumes de The Cardigans, los dos primeros: Life (1995) y First band on the moon (1996). Dos trabajos más que interesantes que en plena década de los 90 dieron que hablar gracias a su exquisito sonido retro adornado de contagiosas melodías pop y la dulce voz de Nina Persson. Ahora, siendo claros, cuando la fórmula retro se agotó y The Cardigans intentó abordar el pop desde el presente la verdad es que el asunto se fue cuesta abajo hasta llegar a una disolución en 2003 de la prácticamente nadie se enteró. De igual manera creo que pocos supieron que en 2012 la banda regresó a realizar una mini gira de nostalgia sumándose así a la lista de retorno$ noventero$ intra$cendente$ que se dieron durante los últimos años (Garbage, No Doubt o The Cranberries entre tantos otros).

Y bueno, a falta de disco de The Cardigans tenemos disco de su vocalista, un álbum que tras oírlo unas cuantas veces me ha dejado una sensación amarga que podría resumirse en una sola pregunta :¿Para qué? Por supuesto que cada artista es dueño de su obra y de editar lo que le de la gana pero lanzar un disco para (ni siquiera) marcar el paso, no se, me suena casi como una falta de respeto hacia uno mismo, asunto que acá lamentablemente se da. 

Animal heart es el The Cardigans de sus últimos trabajos e incluso más bajo que aquello. Pop repetitivo, en general lento, cargado a la balada y que pretende enganchar pero no pasa del intento. Si es por destacar algo habría que mencionar el tono personal y reflexivo de "Burning bridges for fuel" o el gancho de temas como "Dreaming of houses" , "Clip your wings" o "Food for the beast", pero en general el álbum es bastante aburrido y monótono. Quizás llegando al final, cuando oímos la voz desnuda de Nina en "This is heavy metal" o bajo cuerdas en "Sometimes", aparecen los únicos momentos del álbum que algo de sensibilidad desprenden pero en general el álbum carece de filo, hambre y sorpresa. No queda en absoluto claro que quiso entregar la dama con este fallido regreso, si un álbum de desamor o simplemente un conjunto de bonitas melodías, el tema es que en ambos intentos fracasa rotundamente.

2 / 5
Malo

sábado, 1 de marzo de 2014

Cynic // Kindly Bent To Free Us // 2014

Demasiado cerebral

Nunca fue Cynic una banda de metal tradicional, de hecho su importancia en la historia está en haber sido pioneros dentro de una rama más exploratoria del género a comienzos de los años 90. Su álbum debut, Focus (1993), abrió puertas a un sonido que incluía elementos progresivos y técnicos, fusionando el metal con una serie de diversos estilos. Cynic se disolvió en 1994 instalando el mito y dejando el relevo en otras bandas que supieron explotar más adelante estos caminos de manera brillante.  Su regreso en 2007 generó altas expectativas entre los seguidores del metal progresivo, sin embargo, habían pasado más de diez años y mucha agua bajo el puente. Traced in the air (2008) no retomó la historia exactamente donde Focus la había dejado y si bien este seguía siendo un álbum de metal, mostraba al mismo tiempo elementos propios del rock progresivo, asunto que que se ha visto completamente reforzado con la salida de Kindly bent to free us, el tercer álbum de Cynic que llega para dar por finiquitado el vínculo de la banda con el death metal técnico y la música extrema. 

Sería una barbaridad y casi una ofensa a la música el criticar negativamente un álbum compuesto de manera tan prolija y cuidada por instrumentistas de una calidad innegable. El bajo de Sean Malone, por ejemplo, durante todo el álbum suena hermoso, de igual forma las progresiones en cada una de las canciones se encuentran bien llevadas, los elementos de jazz que aparecen en distintos temas aportan y la producción es excelente, sin embargo, el disco llega en un momento en que ya se ha oído mucho rock progresivo (sobre todo en estos últimos años) por lo que el factor sorpresa acá se limita a la mínima expresión.  

Cynic intentan entregar un disco que no suene añejo (como el último disco de Steven Wilson por ejemplo, que fue una maravilla pero no hacía más que rendirle culto al progresivo clásico) y además se esfuerzan por distanciarse absolutamente del metal, en aquella búsqueda comienzan el disco con dos piezas que declaran intenciones de inmediato, "The hallucination speak" y "The lion's roar" son 10 minutos de puro progresivo, la primera suena en plan intro todo el rato mientras que con  la segunda comienza efectivamente la acción, ambas cuentan con guitarras bien ejecutadas aunque contenidas, un bajo que es protagonista y estructuras cambiantes. Ahora, donde realmente el disco encuentra un subidón de intensidad importante es en la pasada por "Kindly bent to free us" (la canción) e "Infinite shapes", para mi, lo mejor que se escucha en el disco y uno de los pocos momentos del álbum en donde la banda encuentra momentos instrumentales potentes tanto en lo técnico como emotivo (los últimos dos minutos de "Kindly bent to free us" son ejemplo claro de lo que trato de decir). Lamentablemente el disco a partir de acá pierde fuerza.

La segunda parte del álbum comienza a evidenciar la falta de sorpresa que anteriormente mencioné. "Moon heart sun head" y "Gitanjali" retoman el sonido técnico con el que el disco había comenzado (ambas con bruscas pausas de silencio incluidas) pero en lo personal me agotaron. "Holy fallout" , exacerba esta situación sumergiéndose más aún en un sonido que no muestra novedades y es quizás el cierre a cargo de "Endless bountiful" lo único realmente llamativo que encontré en los últimos 15 minutos de música.

Muy bien ejecutado y pensado, lo nuevo de Cynic sin duda agradará a los amantes del progresivo y generará distancias con los admiradores de sus inicios. Para mi ha resultado un álbum interesante, propio de músicos notables que insisten en no estancar su creatividad. Demasiado cerebral eso si a momentos (un pecado muy propio del género) y falto de explosión, interpretaciones vocales e instrumentales correctas pero muy contenidas durante todo el álbum. Un poquito del salvajismo del pasado creo que no les habría venido mal...

3 / 5
Bueno, cumple.