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domingo, 27 de octubre de 2024

20 Años De... Green Day: American Idiot (2004)

 "Se vuelven cosa seria..."

Hora de hablar de este neo clásico en toda regla. Pero antes, un contexto: ¿Dónde estaba Green day hacia 2004? La banda había explotado en fama diez años atrás gracias a Dookie (1994) y habían estirado la fórmula con buenas armas mediante la pasada Insomniac (1995) + Nimrod (1997), sin embargo, el fin de siglo les atrapaba en un callejón sin salida. Llegaba el momento en que el trío debía de alguna manera salir de ahí o comenzar a repetirse hasta el hartazgo (¿aló?, ¿The offspring?). En medio de aquella búsqueda fue que llegó un bicho raro como Warning (2000), con el que lograron meter un par de hits aunque el tono acústico del álbum no acabó de gustar por lo que la respuesta en general fue tibia. Aquel disco representó eso si un tanque de oxigeno para la banda, entregándoles tiempo para pensar bien la siguiente jugada, a estas alturas un todo o nada para Green day: re impulsaban su carrera o sencillamente se hundían en el olvido. 

La historia, sin embargo, a veces se escribe de manera curiosa e imprevista. La banda se reúne en 2003 para grabar un nuevo álbum (Cigarettes and valentines se iba a titular) pero aquellos demos les son robados ante lo cual deciden retomar el trabajo pero desde cero, y quien diría que de aquellas nuevas sesiones acabaría surgiendo el álbum más popular en la carrera de Green day, uno que les permitió conectar con una nueva generación alargando su historia incluso a día de hoy. Todo esto gracias a un disco de corte conceptual que en cierto modo conectó con el sentir de la juventud de los Estados Unidos post 11/9/01, un disco de guitarras compuesto por un conjunto de canciones con un enfoque meloso (es un gran disco de pop, que duda cabe) pero que al mismo tiempo transmite un sentir rabioso y hasta cierto punto cuestionador, esto en el marco del sonido punk/melódico clásico de Green day aunque con uno que otro arranque estructural inédito en la carrera de la banda además de momentos marcadamente emocionales.

El caso es que basta darle play al álbum para comprender el éxito de este. Suena 'American idiot' (el mejor single de la banda desde 'Basket case') y el asunto de inmediato transmite el empuje que el disco necesitaba, de la mano de un mensaje potente y directo ("No quiero ser un idiota americano / No quiero una nación controlada por los nuevos medios / ¿Puedes oír el sonido de la histeria? / El subliminal 'jodementes' americano..."). Algo que además fue complementado con un videazo que acertó también desde el aspecto visual, con una banda encontrando una estética al exacerbar el negro/rojo que a Billie Joe Armstrong tanto le gustó desde los inicios de Green day (que hacía sentido además con los colores de la portada del álbum). En definitiva, todo sumó y desde la partida confabuló para el éxito. 

Desde lo musical, sin embargo, el disco también avanzará dando pasos gigantes. De segunda te encajan una monumental 'Jesus of suburbia', nueve minutos en donde la banda conecta varias cancioncitas de manera magistral con una fluidez que no puede si no maravillar, o sea, lo que hacen en la pieza post 3:44 y ese "I don't care if you don't ! I don't care if you don't care!" debe ser el momento más brillante en toda la discografía de Green day así como en la recta final Billie Joe Armstrong está estupendo verbalizando el desencanto de muchos/as hacia la política de aquel entonces ("Vivir y no respirar es morir en una tragedia / Correr, correr lejos para encontrar lo que crees / Y dejar atrás este huracán de jodidas mentiras...") .Y por si los casi veinte minutos iniciales te parecieron poco, sonarán a continuación las joyas de la corona del álbum, primero la enorme 'Holiday' y esa crítica ácida a la guerra que el gobierno de George W. Bush había declarado a Medio Oriente ("Oigan el sonido de la lluvia / Cayendo como un Armagedón de llamas / La vergüenza de aquellos que murieron sin un nombre..."), y luego la tremenda 'Boulevard of broken dreams', el primer momento marcadamente emocional en el álbum. 

Dada la intensidad que el álbum traía viene muy bien la calma que propone 'Are we the waiting' con sus aires de himno aunque rápidamente el álbum acelerará a fondo con 'St. Jimmy', cerrando así una Cara A impecable desde todo punto de vista. 

Por lo mismo, si hubiese que encontrarle un importante defecto a este American idiot de Green day es que su segunda parte, sin ser un desastre, no logra sostenerse tan arriba respecto como la primera. La pasada por 'Give me novacaine' + 'She's a rebel' + 'Extraordinary girl' suena absolutamente de manual y las canciones resultan tan triviales como olvidables, lo mismo con la melosa 'Wake me up when september ends', un tema que en lo personal siempre me ha resultado desagradable (por lo repetitiva, exageradamente sentimental y los aires a canción de cuna que tiene) aunque con igual énfasis debo reconocer que resume de buena forma el objetivo temático del disco.

De hecho, de toda la Cara B del disco solo resulta destacable el subidón que entrega 'Letterbomb', con la que efectivamente sentimos que el espíritu del disco regresa, así como los nueve ambiciosos minutos de 'Homecoming'. Es más, si American idiot hubiese estado compuesta por las primeras seis + estas dos mencionadas y cerrando luego de manera sobria con 'Whatsername', estaríamos seguro hablando de una obra maestra de proporciones. No fue así, sin embargo, por lo que el disco deja claramente esa sensación de ir de más a menos con una primera mitad incontestable y una segunda que no consigue sostener el nivel, a la que le sobran al menos veinte minutos. Tal cual.

Aún así, con sus peros, American idiot continúa siendo un gran disco. Por primera vez en su carrera Green day osaron escapar de sus temáticas adolescentes clásicas para meterse en temas políticos, de los que salen bien parados gracias a una producción impecable (de la mano del su insigne colaborador Rob Cavallo) y un puñado de canciones efectivas y consistentes. Con este álbum eso si la banda se vuelve seria y adulta, línea que intentarían confirmar unos años más tarde en el fallido 21st century breakdown (2009) para luego hartarse de todo e intentar retomar la ligereza en el tridente ¡Uno! ¡Dos! ¡Tré! (2012), aunque bueno, de aquello escribiré en unos años más si es que la vida me acompaña. 

¿Canciones? 'American idiot', 'Jesus of suburbia', 'Holiday' y 'St. Jimmy'.

8,5 / 10
¡Excelente!

sábado, 17 de febrero de 2024

Green Day: Saviors (2024)

 "Nada nuevo bajo el sol..."

Siendo sinceros, a estas alturas no es demasiado lo que le pedimos a una banda como Green day. La vara está (bien) abajo. En lo concreto, una experiencia mínimamente satisfactoria que supere el mal sabor que dejó Father of all motherfuckers (2020) o el tedio de Revolution radio (2016). En ese sentido, lo que presenta este Saviors efectivamente se sitúa por sobre los mencionados pero, verdad sea dicha, tampoco es que se acerque a representar un real comeback (read it in english, please) por parte de los norteamericanos, ¡es más! Ni siquiera resulta ser un álbum más disfrutable/recordable que el ¡Uno! (el mejorcito de la trilogía lanzada en 2012). Es decir, un meeeeeh en toda regla...

Han vuelto a trabajar con Rob Cavallo, su productor insigne, con quien se han lanzado en búsqueda de la canción pop de fácil acceso en un disco que no se complica en absoluto la existencia. Basta darle play a algo como 'The american dream is killing me' para constatar por donde van los tiros: un andar entre redobles (muy en la línea de su viejo clásico 'Minority', de aquel lejano Warning del 2000) y un coro que se repite hasta el hartazgo. Algo parecido en términos de tiempos entregarán en 'One eyed bastard' (con un riff inicial que recuerda el 'So what' de Pink, y por ende, a mil cosas más) mientras que acelerarán en cosas como 'Look ma, no brains!' (que debe ser de lo mejor logrado en todo el disco) o '1981', e irán abajo en 'Bobby sox' (algo bueno: ¡volvemos al fin a oír el bajo de Mike Dirnt!), 'Dilemma' o la balada 'Goodnight Adeline'

Ahora, si bien las canciones son bastante breves (todas de dos a tres minutos), sorprende negativamente el que entrando en el nudo del disco uno ya esté bastante afuera, al punto de que 'Coma city' o 'Corvette summer' te suenen en total piloto automático y entreguen absolutamente nada recordable, lo cual es dramático considerando que aún faltan seis o siete canciones por oír, cual de todas más cursi por cierto ('Father to a son', apta solamente para los amantes de 'Wake me up when september ends'). 

Finalmente, la sensación que deja este Saviors es que algo mejora respecto a sus antecesores pero resulta insuficiente como para volver a emocionarse. La banda saldrá de gira, sin embargo, que el pasado nadie se los quita, cobrarán y continuarán contando con aquellos fieles treintañeros que les conocieron por allá por 2004, pero seamos sinceros: nadie querrá oír estas canciones (ni las del anterior, ni las del anterior al anterior...).

¿Canciones?  'Look ma, no brains!'

5/10
Nada muy especial...


Otra reseñas de Green day:

miércoles, 14 de febrero de 2024

30 Años De... Green Day : Dookie (1994)

 "Liviano, necesario e histórico..."

La primera mitad de los noventa necesitaban la aparición de algo ligero en el universo del rock. El desencanto y la rabia del grunge habían consumido parte importante del mercado por lo que el avistamiento de una banda jovial y liviana como Green day supuso una bocanada de oxígeno para la industria. Y si bien la banda había lanzado un par de álbumes previos de manera independiente, su debut con un sello multinacional llegó en 1994 mediante Dookie, un álbum que toma como base el sonido seco y elemental del punk (guitarra/bajo/batería sumado a estructuras simples) pero lo equilibra con gratas dosis melódicas sumado al característico sello interpretativo en voces de Billie Joe Armstrong, un Mike Dirnt siempre presente con el bajo y los redobles de Tré Cool, armando un conjunto sellado a fuego por una serie de hitazos incontestables + una segunda línea de alto nivel. Esto de la mano en producción de Rob Cavallo, quien desde acá les acompañaría en casi toda su carrera.

Por sobre cualquier otro elemento, Dookie es un trabajo directo. Son quince canciones en menos de cuarenta minutos de música, la gran mayoría rondando los dos minutos de duración y que se sostienen sobre estructuras sencillas, como decimos en Chile: dos cucharadas y a la papa. Ahora, verdad sea dicha, el gran éxito comercial del álbum se debió en parte importante a la imparable rotación de 'Basket case', un clásico eterno que conjuga a la perfección un sonido intenso (mérito de Tré cool) con la notable interpretación vocal de Billie. Sin embargo, cosa curiosa: la canción no fue promocionada como primer single, ni siquiera segundo. El tema con que el sello decidió promocionar a Dookie en primer lugar fue 'Longview', marcadísima por el bajo de Mike Dirnt y que funciona como una completa oda a la falta de motivación sumado a la crisis existencial que puede vivir alguien cercano a los veinte años ("Me siento y miro el teléfono / Pero nadie llama / Llámame patético, llámame como quieras / Mi madre me dice que consiga empleo / Pero a ella le disgusta el que tiene...") mientras que el segundo single fue 'Welcome to paradise', mucho más adictiva gracias a su exquisito riff y sección media, también propiedad del bajo de Dirnt (¡Qué exquisito al rollo desprende su sección del minuto 2 en adelante!). Por cierto, dato curioso: la canción ya había sido publicada en el segundo disco de la banda, Kerplunk! (1992), pero acá ha sido reciclada, producida y publicada nuevamente (¡excelente decisión!). 

Otra singularidad con que cuenta Dookie, y que también se anota como acierto, es que los temas más "comerciales" y gancheros del disco aparecen bastante avanzado este. 'Basket case' es recién la séptima en la lista, y los posteriores singles 'She' (una vez más siendo el bajo notable protagonista) + el excelente medio tiempo 'When I come around' suenan casi entrando en la recta final del disco. De esta manera, la distribución nos permite disfrutar de una serie de canciones precisas como 'Burnout', 'Having a blast', 'Chump' o 'Pulling teeth', de aparentes bajas pretensiones todas pero que en el conjunto arman una sólida segunda línea para el álbum.

Ahora, como único "pero" para el disco está el que a los 2/3 de este la banda tiende a quedarse sin combustible por lo que en la recta final no se complican la existencia y se limitan a derechamente rellenar con jugarretas como 'Coming clean', 'Emenius sleepus' . 'In the end' o 'F.O.D', las cuales con suerte superan el minuto de duración por lo que no molestan, aunque perfectamente más de alguna se la podrían haber ahorrado. 

Con el correr de los años Green day buscarían dar ese paso cualitativo que complejizase de alguna manera su propuesta, sin embargo, Dookie iba por otro lado, era el álbum con que la banda necesitaba darse a conocer al mundo y como carta de presentación estuvo impecable, un álbum histórico que conjugó guitarras, mal rollo a cuenta gotas, un trabajo melódico notable e interpretaciones características. 

¿Canciones? 'Basket case', 'Welcome to paradise', 'When I come around'.