martes, 25 de febrero de 2014

Adelantos: The Horrors // Coldplay // Devin Townsend


Día de importantes adelantos este 25 de febrero de 2014. Y la verdad es que los tres me han gustado muchísimo. El primero que mencionaré será el regreso de The horrors, una banda que desde su debut en 2007 viene en ascenso y que con Skying (2011) acabó de consagrarse como una de las agrupaciones jóvenes más interesantes de la actualidad. Su nuevo álbum está entre los regresos más esperados de este 2014 y ya tenemos adelanto: "I see you", el cual no ha hecho más que aumentar las expectativas ya que en 7 minutos The horrors vuelve a encontrar un sonido realmente exquisito. El álbum se titulará Luminous y estará entre nosotros a comienzos de Mayo. 


Con esto me he quedado en una pieza. Y es que tras el fiasco que resultó ser Mylo xiloto (2011)  me parecía que la banda liderada por Chris Martin solo podía seguir bajando. Sin embargo, Coldplay nos ha entregado un adelanto de lo que será su nuevo álbum que está para no creérselo. Si, que el tema suena muy Bon Iver y tampoco es un single promocional del álbum por lo que no debemos lanzar petardos aún anunciando su regreso, sin embargo, en lo personal me quedo con el factor sorpresa: jamás me esperé volver a oír algo novedoso por parte de esta banda. Yo los daba por muertos y salen con esto. Insisto, para no creerlo...


Y bueno, me despido el día de hoy con lo nuevo del maestro Devin Townsend, quien definitivamente no tiene entre sus planes parar a descanzar. Para 2014 regresará con dos trabajos que ha desarrollado en paralelo, en primer lugar tendremos Ziltoid 2 (continuación de aquel freakerio de 2007 titulado Ziltoid the onmiscient ) y también su proyecto Casualties of cool , una agrupación que a juzgar por el adelanto que hoy hemos conocido se aleja absolutamente de lo que en el pasado le hemos oído a Devin. Que decir, un genio en vida.

viernes, 21 de febrero de 2014

Temples : Sun Structures (2014)

Una apuesta para tener en cuenta

No podía ser que los mejores y más reconocidos exponentes del revival psicodélico que hemos vivido durante estos últimos años hayan sido los australianos de Tame Impala. Inglaterra debía ponerse al día y es ahí donde aparece el debut de Temples, un banda que parece querer colocar las cosas en su lugar. Darle play a su disco es sumergirse sin asco de lleno en los años sesenta y volver a revivir discos tales como el (enorme) Revolver de The Beatles o The piper at the gates of dawn de Pink Floyd. Sin embargo, pese a que las influencias son más que evidentes me parece que el álbum posee suficiente fuerza como para sostenerse con propiedad. Temples han tomado prestado el sonido de otros para darse impulso (quien no?) y lo reconocen abiertamente desde el primer tema pero de igual forma gran parte de las canciones funcionan por lo que en el global Sun structures termina pasando la prueba. 

A diferencia de los mencionados Tame Impala, quienes han mostrado una exquisita vocación melódica cargada hacia el pop, los ingleses de Temples han ido en busca de un sonido más puro y sin tantos matices. No pretenden sonar modernos, la idea es crear una atmósfera retro todo el tiempo, de ahí la verdad que no salen y esto termina transformándose tanto en su mayor virtud como defecto. 

El disco anda muy bien en su primera mitad pero agota en la segunda. La absolutamente beatlesca "Shelter song" , las golpeadas guitarras de "Structures sun" (la canción), "The golden throne" (que me recordó a los Arctic Monkeys del Humbug), las accesibles "Keep in the dark" o "Mesmerise" y el desate psicodélico de "Colours to life" van sacando adelante un disco que resulta hasta ahí fácil de disfrutar, sin embargo a partir de entonces el asunto comenzará a repetir las fórmulas al punto de llegar algo debilitado hacia el final. "A question isn't answered" es muy densa en sus ambientes y en lo personal me agrada pero la pasada por "The guesser",  "Test of time" y "Sand of time" creo que se la podrían haber ahorrado, me sonó a relleno puro y en un álbum cuyo sonido suena tan descaradamente a refrito, el relleno resulta doblemente aburrido. 

No tengo tan claro si Temples coloca efectivamente las cosas en su lugar luego de este buen debut, para mi es un álbum interesante, de buenos momentos pero que no cuenta con temas demasiado particularmente recordables (faltó vocación de masas en este caso) y los lugares comunes de la psicodelia que se visitan son bastantes por lo que el sabor final es agradable pero tampoco te mata del gusto. Yo apostaría por ellos para un segundo disco. 

6,5 / 10
Cumple y algo más...
  

martes, 18 de febrero de 2014

Behemoth: The Satanist (2014)

Honesto y talentoso regreso.

Toda banda de metal que aspira a la masividad necesita ese disco que les acerque a un público ubicado fuera del nicho, y digámoslo desde ya, eso es lo que los Behemoth han buscado en este, su regreso tras cinco años de silencio. Pero antes, hagamos algo de historia: la carrera de el trío polaco  venía subiendo como la espuma desde hace mucho, al punto de haberse convertido en banda de culto durante la última década. La banda fue siguiendo un camino de auto superación en donde cada disco parecía competir con el anterior en brutalidad, técnica y blasfemia. Para muchos Behemoth tocó techo con Zos kia cultus (2002) o Demigod (2004), mientras que otros consideran a Evangelion (2009) como su gran obra. Lo cierto es que este camino se vio interrumpido de manera abrupta en 2010 con la noticia de la leucemia que afectó a su vocalista y principal compositor Adam Nergal Darski, el cual debió someterse incluso a un trasplante de médula ósea para poder sobrevivir. Este hecho provocó evidentemente un parón indefinido de la carrera de Behemoth y cierta incertidumbre con respecto al futuro. Por todo esto, The satanist viene a ser un álbum muy especial, el primero tras la enfermedad de Nergal pero también uno que desde lo musical evidentemente intenta marcar un antes/después para la agrupación. 

En dicha dirección, la sorpresa resulta agradable. Nos hemos encontramos finalmente frente a un álbum fabuloso en múltiples sentidos y desde ya uno de los candidatos a estar en los recuentos de fin de año. Un disco que conserva los elementos clásicos de Behemoth, que sostiene todo ese misticismo en torno al trabajo temático de la banda (con simbolismos y letras que mantienen al cristianismo y las religiones como principal blanco) y lo complementa con un sonido suficientemente agresivo como para conservar la esencia de los polacos pero entregando matices suficientes como para acercar a nuevos públicos,  incluso para quienes no sean tan amantes de la música extrema. 

A diferencia de los últimos álbum de Behemoth, los cuales se encontraban muy centrados en la brutalidad y velocidad (para que ir tan lejos, basta ir por Evangelion para corroborar) , The satanist detiene un tanto los tiempos acercándose a un sonido mucho más oscuro y que inclina la balanza por momentos hacia el black. Por supuesto que encontramos velocidad acá en temas como 'Furor divinus', la ganchera 'Oba pro nobis Lucifer', 'Messe noire' (ojo a la sección melódica a partir del 3:05, que es manjar) o en la maravillosamente caótica 'Amen', sin embargo, de igual forma el disco se inclina por momentos más siniestros y calmos, en la partida a cargo de 'Blow your trumpets Gabriel', en 'The satanist' (la canción) o 'Ben sahar'. Para el final del álbum la banda se da algunos gustos, como aquellas pausas acústicas que aparecen en 'In the absence ov light' o el épico y emocionante cierre que es 'O father O Satan O sun!', siete minutos que se instalan entre lo más grande que ha realizada la banda en su carrera.

Nergal (un tipo genial a estas alturas) habló de que The satanist sería un trabajo muy emocional dado el momento personal que vivió durante los pasados años y la verdad es que así ha sido. Y acá quisiese destacar algo: habría sido sencillo volver con un disco enfocado en la técnica y la brutalidad llevada al extremo, sin embargo Behemoth ha vuelto tras cinco años de silencio con un álbum por sobre todas las cosas honesto, un trabajo que cuenta con mucha diversidad de tiempos y eso lo hace fácil de oír, que musicalmente se encuentra ejecutado e interpretado de manera soberbia, con composiciones sólidas, siempre interesantes y equilibradas. Un disco que no ha sido compuesto en piloto automático y aquello me parece enorme.  De los grandes discos que nos habrá dejado esta década, que duda cabe.

9 / 10
Brillante.

domingo, 16 de febrero de 2014

Deafheaven : Sunbather (2013)

Aprovechando el viento a favor.

He llegado casi un año tarde con esta reseña pero acá estoy para saldar la deuda con uno de los álbumes más sólidos que se pudieron oír en 2013. Sunbather debió estar encumbrado bien arriba en mi recuento de fin de año pero, como mencionaba en un inicio, he llegado tarde a ellos y he ahí la razón de mi (casi imperdonable) omisión. Pero bueno, hecha la aclaración, voy por el disco…

No descubre la pólvora Deafheaven con este brillante álbum pero si han explotado de manera magnífica una fórmula a la que otros ya habían hincado el diente en el pasado. De hecho, no hace mucho acá en el blog hablé de Alcest, una de las tantas bandas que enlazó en el pasado elementos de black metal con atmósferas cercanas al post rock y el llamado shoegaze (en la tentación muchos han llamado a esta combinación blackgaze). Entonces, la combinación de un sonido extremo y brutal con ambientes cargados de calma y sensibilidad había sido explorada por otros pero (y acá si me la juego) creo que muy pocos lo habían logrado de manera tan notable como Deafheaven acá lo ha hecho y he ahí el mérito, sobretodo considerando el que la banda se mete de lleno en un mundo en donde los híbridos tienden a ser muy mal mirados. Bien sabemos que la fanaticada metalera rechaza todo aquello que "traicione" el purismo de una fórmula. Hay desprecios emblemáticos, como el vivido por Metallica durante los años 90's o la indiferencia con que muchos han mirado el giro hacia el progresivo de Opeth en sus más recientes trabajos. Sin embargo, tal parece que Deafheaven viene incluso a reírse de todo esto, se presentan en vivo con estética de banda indie promocionando un álbum cuya portada es de color rosa. ¿Declaración de principios o estrategia comercial? Da igual, si la música funciona, a mi al menos todo ese rollo estético me da exactamente lo mismo.  

Debutaron en 2011 con Roads to Judah y sorprendieron dada la madurez de su sonido. Dos años después han regresado con un disco que perfecciona la fórmula del debut. Sunbather combina las guitarras estridentes de Kerry McCoy con los gritos desorbitados de George Clarke (al tipo no se le entiende una palabra de lo que "canta" sin embargo logra aportar un componente de ira al sonido) y enmarca estos dos elementos en medio de un buen trabajo melódico, que contiene varios cambios de tiempos en donde incluso hay espacio para tres piezas instrumentales, todo de la mano de Jack Shirley en producción quien ha sabido encontrarles el punto.

Todo este ir y venir se expresa de manera extraordinaria en los nueve minutos que abren el disco, "Dream house" es caos enmarcado en una estructura reconocible, un doble pedal que no da tregua, exquisitos juegos de guitarras que tras cinco desbocados minutos encuentran una pausa y posteriormente un emotivo cierre. Lo mejor del álbum se encuentra en su primera mitad, la mencionada "Dream house" seguida de la calma de "Irresistible" conectan perfecto con la velocidad de "Sunbather" (la canción), otro momentazo que va subiendo en intensidad mientras corren los minutos para acabar explotando y retomar la calma en su cierre. Sin embargo, para mi el álbum pierde fuerza en su segunda mitad al entrar a repetir las fórmulas en canciones como "Vertigo" o "The pecan tree", el "lento/rápido/más rápido/lento" ya se vuelve algo predecible y pierde el factor sorpresa que en un inicio había convencido.

La cercanía musical de Deafheaven con el post rock y aquella estética alejada de la oscuridad europea/tradicional del mundo del black metal le ha abierto las puertas a la banda en lugares donde nunca se había hablado ni comentado acerca de música extrema, de igual forma los tipos han sabido aprovechar la corriente, explotar la fórmula y nos han regalado dos álbumes de calidad. Veremos con el tiempo si esto se desinfla o logra madurar hacia otros estilos de manera tan interesante como lo ha hecho hasta ahora, nos quedamos eso si con este notable Sunbather, uno de los mejores discos que vieron la luz en 2013. 

8,8 / 10
Brillante.

viernes, 7 de febrero de 2014

Beck // Morning Phase // 2014

Con el filo intacto

Tres álbumes brillantes dentro de una discografía bastante diversa bastan y sobran para situar a Beck dentro de los compositores más lúcidos y creativos de las últimas dos décadas. Y es que si bien la carrera del compositor ha tenido sus altos y bajos  (¿qué genio no los ha tenido?) , el tipo posee un mérito a estas alturas innegable y no tan fácil de encontrar: se ha mostrado siempre inquieto rompiendo una y otra vez sus propios límites.

Encajó un single exitoso entre las masas en sus comienzos (la ridículamente divertida “Loser”) para luego golpear la mesa con Odelay (1996), su primera maravilla. Luego, y cuando muchos comenzaban a considerarlo intrascendente se reinventó de la mano de un extraordinario álbum acústico y melancólico: Sea change (2002). Finalmente en 2008 volvió a sorprender gracias a un maduro y soberbio Modern guilt. Hoy lo vemos consolidado como un grande, sin embargo, para cualquier banda o solista la llegada de la madurez (la tercera década) es complicada ya que tras 20 años de música la pregunta cae de cajón:  ¿queda aún algo nuevo que decir?

Y bueno, cuando las ideas no están del todo claras existe siempre un recurso (completamente válido) al que se le puede echar mano: el refrito, es decir, tomar una fórmula utilizada en el pasado por ti mismo o alguien más. No podríamos decir que durante su carrera Beck haya abusado de este recurso,  Güero (2005) fue un claro refrito de Odelay pero más allá de ese caso no recuerdo que el tipo se haya quedado demasiado pegado en alguna fórmula. Menciono todo esto dado que lo nuevo de Beck es eso… un refrito. Reconocido por el mismo artista por cierto, quien avisó que tras 5 años de silencio tenía dos discos listos para este 2014, Morning phase vendría a ser el primero de ellos.

Morning phase es la clara continuación de Sea change, once canciones (más dos instrumentales cortitos) en tono acústico que vuelven a trabajar los mismos ambientes que en 2002 tan buenos dividendos le generó al cantautor. ¿La falta de originalidad sería un punto en contra entonces a considerar? Lo sería si es que el disco no funcionase, pero como lo hace la verdad es que desde acá no hay quejas. Y Morning phase funciona gracias a que Beck se lo ha tomado en serio. El tipo no le ha faltado el respeto a quien oye entregando un producto hecho a la rápida y en piloto automático sino que nos ha regalado un disco muy cuidado, trabajado al detalle y lo más importante, con de muy buenas canciones.


La partida a cargo de “Morning” es hermosa, guitarras que se enlazan de manera impecable, juegos vocales y un coro fantástico. De ahí en adelante el asunto se va por un tubo visitando distintas estaciones emocionales, algunas más optimistas que otras.  Además de “Morning”, dentro de la primera mitad del álbum destacan para mí los detalles sonoros y arreglos de “Blue moon” , la nostalgia que esconde cada línea de “Unforgiven”  y el pozo de tristeza que es  “Wave”, la pasada por estas dos debe ser el momento más desolador que contiene el álbum y uno de los mejores logrados de paso.  

La segunda parte abre con dos baladas acústicas muy sencillas como son “Don’t let it go” y “Blackbird chain”, aunque esta última vuelve a desenvolver una serie de bellos arreglos de teclados y guitarras. A estas alturas de más está decir que el álbum me ha convencido por completo. Dentro de la recta final nos encontramos con “Turn away”, cuyos juegos vocales me llevaron a recordar aquellos ambientes que trabaja Bon Iver , el folk de “Country down”  y “Waking light”, un tema un tanto más explosivo que el resto y que cierra de manera impecable el álbum.

El filo de Beck sigue intacto y Morning phase llega para demostrarlo. Ahora, es evidente que en la comparación con Sea change pierde, y es que una obra maestra como aquella es imposible de superar. Sin embargo, el trabajo posee suficiente calidad tanto en sus composiciones y arreglos como para volar con fuerza propia. Nos quedamos entonces esperando aquel prometido segundo trabajo para 2014 pero con esto tenemos material para quedar satisfechos un rato largo…

8.5 / 10
¡Excelente!



miércoles, 5 de febrero de 2014

20 Años De... Silvio Rodriguez // Rodríguez


Hoy comienzo a ponerme al día con un eterno. Uno de esos a quienes cuesta abordar debido a la riqueza de su discografía. Me aprovecharé entonces de este "20 años de..." para comenzar a escribir acerca de uno de los más grandes compositores que ha visto America Latina en su historia. Así de fuerte y claro.  

No se puede hablar de Rodriguez (el álbum), sin contextualizarlo. Era el inicio de los 90's, años especiales para Cuba y también para Silvio, quien durante la década anterior había intentado alejarse un tanto de sus inicios como trovador incorporando múltiples instrumentos a su música. En aquella linea exploratoria fueron concebidos álbumes como Tríptico (1984), Causas y azares (1986)  y ¡Oh, Melancolía! (1988) . Sin embargo, por alguna razón (el sabrá) el cambio de década provoca en el compositor la necesidad de volver a lo básico, decide entonces entregarnos  una magnífica e íntima trilogía cuyos únicos protagonistas son el autor y su guitarra. En 1992 se conoció una primera entrega titulada simplemente Silvio (una obra maestra a la que algún día me referiré) y el segundo capítulo resultó ser este fascinante Rodriguez.

En este álbum podemos disfrutar de un Silvio Rodríguez bastante más distendido que en su anterior obra. Las reflexiones por supuesto que siempre están, en "El problema" nos recuerda que la dificultad sigue estando en algo tan básico como el "sembrar amor", en "Flores nocturnas" encara la contingencia cubana hablando del turismo y la prostitución, mientras que la conciencia social aparecerá en "Canción de navidad", encontrando con ella uno de los momentos más emocionantes del álbum. Sin embargo, el disco también abordará tonos mucho menos densos, como es el caso de la juguetonas "Escaramujo" , "Ando como hormiguita" o "Desnuda y con sombrilla" (muy eróticas estas dos últimas además) y complementará con reflexiones personales en "Casiopea", "Debo" y "Tocando fondo"

El cierre del álbum al día de hoy me sigue pareciendo el punto bajo de este, "Del sueño a la poesía" y "La vida" sin ser malos temas siento que son demasiado planas por lo que los últimos diez minutos de música son algo fríos y no están a la altura de lo que venía sonando. 

Quizás Rodríguez no sea un álbum tan completo como su antecesor Silvio, tiene uno que otro punto bajo y aquello le resta, sin embargo el disco posee la virtud de mantener en buen pie al creador, lo muestra abarcando diversas temáticas y encontrando varios momentos brillantes. Aún quedaba mucha década para Silvio Rodríguez, la tercera entrega de esta trilogía (un fantástico Dominguez editado en 1996) vendría a confirmar el momentazo creativo que el artista vivía pero aquello será motivo de alguna futura reseña...


lunes, 3 de febrero de 2014

U2 // Invisible

Que mal ha envejecido U2. Si me mostraban este tema hace unos días y me decían que esta era la nueva de The Killers, Keane, Kings of Leon o incluso Coldplay, me la creía sin cuestionar. Pero resulta que no, la insípida canción que he dejado unas lineas más abajo es la nueva de U2. Si, U2. Los mismos de The Unforgettable fire (1984), The Joshua tree (1987), Achtung Baby! (1991) y Zooropa (1993). Aunque parezca increíble... hablamos de la misma banda. 

Lo más interesante de la canción son los primeros 15 segundos , sin embargo, uno no alcanza a ilusionarse cuando la banda entra en pleno y nos entrega un estrofa/coro/estrofa/coro/quiebre/coro predecible a más no poder. Sin chispa, sin carácter, muy poca actitud y siempre en piloto automático, "Invisible" no muestra sorpresa alguna en sus casi 4 minutos de duración y aquello es lo realmente preocupante acá. Estamos hablando de una banda que algún día se dio el lujo de dejar canciones como esta o esta  fuera de un disco. Descartaban temazos, esta vez se han esforzado (¿ ?) durante años para entregarnos un producto mediocre. Indigno para una banda de tamaña trayectoria.  

Esperamos de todo corazón que el disco (el cual aún ni siquiera tiene fecha de lanzamiento) venga de real nivel. "Invisible" como adelanto preocupa más de lo que ilusiona.