"No surprises..."
Quienes le siguen por tanto desde sus tiempos en los White stripes seguro gozarán cosas tan directas, ruidosas y dinámicas como 'That's how I'm feeling' (digna de sus mejores años) o 'Bless yourself', puestas ambas inteligentemente en el comienzo del álbum a modo de enganche, así como cualquier amante del rock más clásico disfrutará desde la primera escucha con los aires zeppelianos de 'It's rough on rats (If you're asking)'. Antes habremos abierto el viaje con la blusera 'Old scratch blues' y en adelante se sucederán guitarrazos tras guitarrazos, acompañados siempre por el histérico registro de un Jack White que vuelve a pisar zona segura con este disco, sin decepcionar pero tampoco impactando de manera alguna. ¿Y es que alguien podría afirmar que cosas como 'What's the rumper' o 'Tonight (was a long time ago)' están mal? En absoluto. Ahora, ¿son canciones que posean algo particularmente recordable? ¿Algo que pretenda perdurar? Pues tampoco.
En este 2024, precisamente a veinticinco años del debut de The white stripes la reflexión cae de cajón: ¿cuánto de la promesa en torno al guitarrista se ha vuelto realidad? Por ahora pareciéramos seguir conformándonos con la enésima réplica de un sonido que él mismo se encargo de traer de regreso dos décadas atrás.
¿Canciones? 'Bless yourself', 'That's how I'm feeling' y 'It's rough on rats (If you're asking)'.
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