"Oportunidad desperdiciada..."
Y es que si sabes cuánto te ha costado llegar hasta acá, si tienes explícito conocimiento respecto a que este podría ser tu último álbum: ¿qué sentido tiene el lanzar un conjunto de canciones que aportan poco y nada a tu catálogo? Doce canciones que tiran por lo obvio y jamás corren un maldito riesgo. Y si, sabemos que Bon Jovi jamás se ha caracterizado por ser una banda particularmente innovadora y se movieron siempre más bien siempre dentro de límites bastante tradicionales, digamos: glam cuando este vendía en los 80s, pop noventero cuando el MTV pedía hits y un soft rock descafeinado durante estas últimas dos décadas, sin embargo, la reflexión cae de cajón: si no era ahora... ¿cuándo? ¿había algo que perder en esta ocasión?.
En su documental el mismísimo Jon manifestaba la impotencia de tener decenas de canciones sin una voz que le permitiese sacarlas a la luz, ¿y estas eran? ¿En serio? ¿El rock simplón de cosas como ‘Legendary’ o ‘We made it look easy’, el auto plagio descarado de ‘Living poof’ (que replica con calco los patrones del clásico ‘It’s my life’)? Lo cierto es que si nadie nos cuenta el contexto que ha rodeado a este Forever, el disco no presenta nada que no esperásemos de Bon Jovi, un álbum que podría haber salido cinco o diez años antes y no notaríamos diferencia.
De todas
formas tampoco es que esto sea un desastre. Algo hay en una canción como ‘Waves’,
que sabe a gloria (sin serlo, pero en este contexto luce) gracias a su melodía y
por ser la primera donde destaca la guitarra del tímido Phil X, así
como en la estructura creciente de ‘Seeds’ que regala momentos de intensidad
además de ser una donde notamos cuanto le cuesta a Jon subir pero nos da igual
pues al fin lo percibimos correr algún tipo de riesgo (una lástima eso si el
parón que realizan en el 2:50 para tomar aire cuando el tema pedía a gritos el
seguir arriba). Estas dos son canciones que yo querría oír en un recital actual
de Bon Jovi y junto a ambas destaca la sensibilidad de la balada 'My first guitar' pero siendo sincero, poco y nada más, ya que en adelante Forever vuelve a
retomar los caminos predecibles que en general lo componen. ‘Kiss the bride’ es una balada
de manual sosa a más no poder, ‘The people’s house’ es otra obviedad en donde Phil
X con sus breves apariciones volverá a rescatarnos del aburrimiento mientras
que ‘Walls of Jericho’ es esa típica canción a varias voces (pensada para ser
coreada en vivo, claro está) que a Jon le encanta, “Na na na ! Na na ! Na na
naaa!” incluido.
Jon Bon Jovi es el héroe americano. Él es la encarnación de ese himno titulado ‘Living on a prayer’ por lo que se entiende su gente quiera verlo de pie, grabando en estudio y sobre el escenario a como de lugar. Desde la objetividad, sin embargo, este disco no presenta avance alguno respecto a cualquier cosa que la banda haya grabado en los últimos veinte años y da muestras de que el problema de Bon Jovi en ningún caso guarda relación con el problema vocal de Jon sino que es una crisis creativa muchísimo más profunda.
Canciones: ‘Waves’,
‘Seeds’ y
No defrauda porque no se puede esperar mucho ja. Siempre me parecieron lo mismo. Igual que bueno que se haya recuperado. Saludos.
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