"Reposado y reflexivo..."
Esta tranquilidad se evidencia de inmediato cuando una suave 'El viento escapó' abra el disco mediante un relato cargado de nostalgia que mira hacia la infancia ("Buscas la vida que se arrancó / Caen lágrimas, caen escarchas / Sientes que el tiempo se disolvió / Es la mirada congelada...") mientras que el single 'Oh!' te instalará en ese lugar post crisis que te obliga a renacer ("Secas las lágrimas de ayer / Es el rito que te empuja a ver / Grito que te busca bien / Es tu amor que te pide por favor / Que no sabe como hacer "), todo esto enmarcado en un sonido calmo completamente alejado de la estridencia, línea que también se abordará en cosas como 'Pies descalzos' o 'Los niños buscando el pan', ambas siendo lo más lúgubre que propone el disco.
Habrán momentos, por supuesto, en donde guitarras algo más punzantes dirán presente (ahí tienes 'Frío en la piel', 'Todos nadie' así como el cierre a cargo de 'Después de muerto') o donde encontremos mayor peso en el sonido (la maquinal e industrial 'Humano clandestino') aunque jamás yendo hacia los sonidos frenéticos que poblaron cualquiera de los dos discos anteriores. Mirar la luz se muestra entonces como un paso más reposado y cercano en la discografía de Electrodomésticos, uno que sitúa su fuerza en las reflexiones más que en la búsqueda de un sonido dinámico y moderno. En esta arista, sin embargo, continúan cumpliendo de sobra y situándose en la cumbre de los proyectos chilenos actuales.
¿Canciones? 'El viento escapó', 'Oh!' y 'Frío en la piel'.
7/10
Muy bueno.
2013: Caer el cielo
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