sábado, 17 de agosto de 2024

35 Años De... Lenny Kravitz: Let Love Rule (1989)

"Valiosa pieza arqueológica..."

Mirado a distancia, la masividad llegó para Lenny Kravitz durante los años noventa, principalmente tras la publicación de su segundo álbum Mama said (1991) y canciones como 'Always on the run' + 'It ain't over 'til it's over', temazos que abrieron camino para que terminase de romperla con Are you gonna go my way (1993) y el posterior Circus (1995). Por todo esto, se suele hablar poco de su debut en 1989 pese a que el disco contó con méritos suficientes como para encender alertas en torno a su talento. El caso es que por sobre todas las cosas y mirado a décadas de distancia, un disco como Let love rule resulta interesante de oír, casi como una especie de valiosa pieza arqueológica digna de ser observada y analizada. Un trabajo singular por donde se mire, un álbum que respira y transmite la juventud de su autor y que ciertamente funcionó completamente a contra corriente las tendencias que inundaban los rankings a fines de los ochenta. 

En su debut, el vocalista durante casi una hora se lanza con fuerza hacia los sonidos que en sus inicios como músico le apasionaban, es decir, un soul + R&B lleno de sentimiento y que por momentos resulta realmente desbordante. En este sentido, resulta imposible desligar el disco de la figura e influencia de Prince, quien por aquellos años se encontraba plenamente vigente y representaba una referencia dentro de la cultura pop. De esa irreverencia y desfachatez busca empaparse Lenny Kravitz en Let love rule, tanto en materia de arreglos como interpretaciones. Ocurre en esos momentos donde decide llevar al límite sus cuerdas vocales incluso corriendo el riesgo de sonar desafinado, como le ocurre en la acústica 'Sitting on top of the world' (la cual abre incluso con un gallo grotesco que el vocalista decidió dejar ahí, en una muestra de valentía y nulo pudor) o más adelante en las sentidas baladas 'My precious love' (hermosa esta eh?, una joya infravalorada dentro de su discografía) + 'I build this garden for us' (enorme esta también), puestas juntas en el nudo del disco entregándole protagonismo al tono desgarrador del trabajo. 

La osadía del joven guitarrista también se expresaría en la estructura que presenta el disco, situando rápidamente (es la segunda) una extensa 'Let love rule' extensa, una canción que llega casi a los seis minutos de duración (es decir, el anti-single) y que cuenta con un tono de himno innegable (de hecho a día de hoy Lenny sigue cerrando sus conciertos con ella). Precisamente a causa de lo arisco que a ratos se presenta el disco es que habrán otros momentos en donde este se acerque a las guitarras y pretenda ser algo más directo, como ocurre en la sucia 'Freedom train' (una donde el vocalista comienza a encontrar sus clásicos y agresivos fraseos), la sólida 'Fear' (cuya letra fue escrita por Lisa Bonet, pareja de Lenny en ese entonces) o la juguetona 'Mr. Cab driver' (sin lugar a dudas la más liviana en todo el disco), todos momentos que comienzan a anticipar en cierto modo por donde el artista comenzaría a tirar líneas en futuros trabajos. 

Ahora, considerando que el tono del álbum es profundo y cada tema desde lo suyo transmite bastante, trece canciones en casi una hora acaban volviéndose demasiado por lo que entrando en la recta final este inevitablemente se vuelve algo pesado, anotándose como el único "pero" que le podemos encontrar al trabajo. Ahí, baladas como 'Rosemary' o 'Empty hands' así como el rock insulso de 'Flower child' (indigno cierre para un disco que venía TAN bien) parecen intentar bajarle la densidad al álbum y por lo mismo suenan tan fuera de tono como innecesarias, sobretodo cuando entre ambas suena algo tan notable como 'Be', un relato existencialista en donde Lenny en apenas tres minutos se cuestiona prácticamente todo ("¿Soy un drogadicto? ¿Cuál es mi destino? / ¿O soy un lacayo sin un relato? / ¿Soy un niño lleno de odio? ¿Un doctor o un sacerdote? / ¿O un violador que necesita el perdón...?"). Dicho el simple: diez canciones en cuarenta minutos y estaríamos hablando de un disco absolutamente redondo de comienzo a fin. 

Para colmo de males, Let love rule no contó con algún tema ganchero que hiciese ruido en radios o medios de difusión de la época por lo que el álbum quedó (injustamente) relegado al cajón del olvido por gran parte del mundo y ciertamente opacado por todo lo que vendría a futuro para Lenny Kravitz. Sin embargo, nobleza obliga el recordarlo y posicionarlo donde corresponde, como el gran debut de un artista hambriento y talentoso dispuesto a tantear terreno fuera de la caja. Bendito sea por eso.

¿Canciones? 'Let love rule', 'My precious love' , 'I build this garden for us' y 'Be'.

7,9 /10
Excelente.


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2 comentarios:

  1. Claro que sí e inclusive yo subí la vara en una entrada no tan antigua, te la dejo ja, saludos

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    1. https://ceaa.blogspot.com/2023/04/el-mejor-disco-debut-solista-de-la.html

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