"En modo enciclopedia..."
Al parecer la vocalista ya no puede publicar sin apuntar a lo alto, instalándonos así frente a otro álbum en modo enciclopedia, complejo y desafiante, un trabajo que nuevamente va en busca de la reivindicación de la música afroamericana dentro de la cultura estadounidense. De ahí que utilice como herramienta el country, un género asociado tradicionalmente con el "mundo blanco", desarrollando un mestizaje musical profundo y cuidadosamente pensado, el cual evocará tanto a próceres de ayer como a artistas actuales. Dentro de esto último lucen las baladas 'Just for fun' (junto a Willie Jones), 'II most wanted' (con Miley Cyrus, en la que debe ser la más melosa en todo el disco) y 'Levii's jeans' (en compañía de Post Malone), mientras que las referencias históricas más entrañables se encontrarán con Willie Nelson cambiando el dial de una radio en el que a la pasada suenan artistas como Sister Rosetta Tharpe, Chuck Berry o Roy Hamilton, mientras que Linda Martell (la primera cantante negra en publicar un álbum de country) aparecerá en un par de introducciones, particularmente antecediendo a la singular 'Ya ya', otra donde Beyoncé declara intenciones con fuerza recordándonos la fuerza de una Tina Turner en la interpretación.
Entre todas estas múltiples referencias que son parte de la historia política/musical estadounidense, la vocalista intercalará con tino una serie de ambiciosas canciones, abriendo fuegos con el carácter épico de 'Ameriican requiem', de estructura fascinante yendo desde el góspel hasta una sucesión de explosiones que muestran a una Beyoncé tremenda en términos vocales (¿canción al año desde ya? Puede ser), pasando por otra búsqueda pomposa y grandilocuente en '16 carriages', algunas más amigables como el country juguetón de 'Texas hold'em', momentos acústicos y delicados en 'Alliigator tears' o 'Daughter', abordando la maternidad como temática en 'Protector' o una arista más directamente sexual en 'Bodyguard'.
Ahora, verdad sea dicha, a la recta final del disco (particularmente las últimas cinco) llegamos algo cansados por lo que si hubiese que encontrarle un problema a este Cowboy Carter, ese sería evidentemente el que se le va la mano con su extensión, sobre todo considerando que el álbum no se enfoca jamás en lograr canciones "efectivas", lo cual vuelve al viaje aún más denso. Pero bueno, ¿quién podría culparla por conceptualizar a este nivel y querer lanzarlo todo llegando a los ochenta minutos de música? Lo innegable es que Beyoncé vuelve a anotarse con otro gran disco, uno que la consagra como una mujer que juega en liga propia, algo que muy pocos/as artistas dentro del mundo del pop pueden declarar.
¿Canciones? 'Ameriican requiem', 'Texas hold'em', 'Protector', 'II most wanted' y 'Just for fun'.
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