domingo, 16 de noviembre de 2014

Devin Townsend: Z² (2014)

¡Descanza hombre! 

 A estas alturas del partido Devin Townsend es sinónimo de exceso, sin embargo, el hombre ha sido siempre así, creativamente inquieto y de arranques esquizoides. Sus mayores logros y caídas provienen de hecho de aquella naturaleza. 

Este 2014 no ha sido excepción a la regla, lo hemos tenido con nosotros en partida triple (!), a comienzos de año debutó junto a su exploratorio proyecto Casualties of cool y por estas semanas lo hemos tenido entregando un nuevo álbum doble titulado Z². Y bueno, frente a tanto trabajo se ha producido lo obvio e inevitable: redundancia, falta de ideas y auto complacencia. Solo que esta vez sus falencias han quedado más expuestas que nunca. 

Pero hablemos de la música. ¿Con qué nos encontramos en ? Con dos discos que no tienen nada que ver entre si (son absolutamente independientes en lo musical) y que al mismo tiempo aportan realmente poco de novedad a la discografía de Townsend. Me atrevería a afirmar que nunca en la carrera del cantautor lo había percibido tan acomodado como en lo he oído en esta ocasión. Ha trabajado ambos discos en completo piloto automático por lo que el resultado, sin llegar a ser desagradable, la verdad es que no presenta nada atractivo más allá de una que otra canción que particularmente engancha. 

"El primer CD" (¡que añejo suena ese concepto por estos tiempos!), titulado Sky blue no es más que una continuación del sonido que The Devin Townsend proyect comenzó a desarrollar por 2009 con Addicted y llevó a la perfección en 2012 con el fantástico Epicloud. Funciona, en general se disfruta sin problemas, pero de sorpresa nada. Nuevamente se ha asociado con Anneke van Giersbergen, su cómplice vocal a estas alturas, una vez más ha trabajado su ya característica sobre producción en el sonido (esas capas y capas de voces + guitarras) y ha encontrado más de alguna canción entretenida, como la partida a cargo de "Rejoice/Fallout", que posee mucha dinámica o los exquisitos juegos vocales que se logran en "Warrior" o "Sky blue" (esta última probablemente lo mejor de ambos discos). Ahora, hay momentos en que el álbum recurre descaradamente al (auto)plagio, lo cual siempre es evidencia de falta de ideas. "Midnight sun" o "Universal flame" recuerdan muchísimo a "Where we belong" o "Save our now" del Epicloud, mientras que "Silent militia" toma los coros prestados del clásico ochentero "You spin me round (like a record)"   Ahora, con todo, Sky blue cumple. Como continuación de Epicloud, digamos que queda enano a causa de la falta de sorpresa pero buenas canciones acá hay.

6/10
Bueno, cumple...

                                                         

La segunda parte del disco, titulada Dark matters , corresponde a la banda sonora de la continuación de Ziltoid: the omnicient (2007), la historia del alienígena creado por Townsend que invade la tierra en busca de café. Si sigues la historia probablemente te divertirás, en lo musical la verdad es que fuera de las siempre interesantes progresiones que el vocalista trabaja no hay mucho desde donde agarrarse esta vez. "Deathray" está muy bien, también "Earth" , los diálogos ayudan a llevar mejor el trabajo pero este en general tiende a la monotonía. Las segundas partes suelen saber mal y esta no ha sido la excepción. 

5/10
Nada muy especial...

 

Es claro que la edición de ambos discos en simultaneo entorpece la valoración de estos, por eso he querido evaluarlos de manera individual ya que acá no existe un concepto de "álbum doble" sino que se trata de dos discos diferentes lanzados al mismo tiempo. Resulta curioso de todas maneras el que lo mostrado a comienzos de año junto a Casualties of cool, estando lejos de ser un gran álbum, al menos encontraba momentos de lucidez y se prestaba para un mayor análisis, a diferencia de este en plano y monótono Z².

No es primera vez que este loco lindo abarca más de lo que es capaz de sostener y bueno, el costo de aquella verborrea lo sigue pagando su irregular discografía. Preocupante eso si el perfume a comodidad que acá se desprende, lo cual lleva a pensar una vez más el que sería conveniente de que Devin se tomara un merecido descanso. 
          
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