"Sencilla continuación..."
Como era de esperar, por tanto, este Dime precioso es bastante más breve (y simple) respecto a El diablo en el cuerpo. Son nueve canciones de dos a tres minutos cada una, las cuales el vocalista compuso en apenas tres meses y que como es lógico, desatan ese tándem característico del artista, invitándote a bailar entre líneas particularmente sensibles. De ahí canciones como 'Paris, tal vez?' o 'Gaucho', singles claros del álbum (de hecho, son las más extensas en todo el disco) en torno a las cuales se construye todo el resto. La electrónica y dinámica de baile será elemento central en ambas, algo que se complementará de buena forma en cosas como 'Tu nueva obsesión', 'No me molesta' o 'Dime precioso', no sin antes haber pasado por cosillas un tanto más oscuras en 'Perdido' (una rareza respecto al resto y que abre de buena forma el disco) o 'QTDE'.
El disco, por tanto, no posee demasiadas ambiciones más allá de dejarse sonar. No está presente acá el impacto ni la diversidad de El diablo en el cuerpo aunque evidentemente el disco tampoco pretende ir por ahí. Es claro que Alex Anwandter tenía algunas canciones más para compartir, unas que continuaban hablando de su momento musical, y no ha querido complicarse la existencia.
¿Canciones? 'Paris, tal vez?' y 'Gaucho'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario