miércoles, 17 de julio de 2024

20 Años de ... The Cure : The Cure (2004)

 "Señales dispares..."

Llegando a 2004, con una tercera década de vida en proceso la pregunta caía de cajón: ¿Y ahora qué? The Cure había vivenciado tiempo atrás su época de mayor gloria, una que habría tocado techo en Wish (1992), también un intento de reconversión mediante el (injustamente) denostado Wild mood swings (1996) seguido de una posterior "vuelta a las raíces" en Bloodflowers (2000), por lo que las dudas estaban instaladas en torno a las capacidades creativas de la banda, quienes venían zigzagueando desde hace bastante y entregando señales principalmente de poca estabilidad. Se requería por tanto un golpe de timón, una especie de "todo o nada" que re encaminase la carrera de The cure (de ahí el título homónimo) y es de suponer que con aquello en mente fue que Robert Smith decidió confiar a Ross Robinson la producción de este álbum, es decir, un tipo totalmente ajeno al sonido de la banda e identificado principalmente con el mundo del nu metal (trabajó con Korn, Sepultura, Soulfly, Limp Bizkit o Machine head, entre otros). El objetivo era quizás sacar a flote la arista más oscura, cruda y agresiva de The cure, algo que se condice con el como se grabó efectivamente el álbum, con la banda sonando en vivo y realizando muy pocos retoques de post producción, y si bien algo de esto acabó por conseguirse a lo largo de la grabación, el resultado final sin ser en absoluto un mal disco acaba dejando cierto sabor a poco, ya sea por la falta de coherencia que existe entre las canciones como la simpleza en la que acabó cayendo. 

Yendo a la música, el disco abre con un golpe directo al mentón en la fantástica pasada por 'Lost' + 'Labyrinth', dos piezas marcadas por la distorsión de las guitarras y ambientes crecientes que van ganando fuerza en medida que avanzan, con un Robert Smith al límite del desgarro entre interpretaciones impecables que transmiten a la perfección la desesperación que pretenden. Algo similar visitarán más adelanta tanto en el grito liberador que es 'Us and them', con seguridad la más estridente en todo el álbum, en el rock 'Never', la exquisita incursión de teclados que propone 'Anniversary' y los diez minutos de 'The promise', una que si bien visita lugares comunes de The cure de todas formas luce gracias al completo desate instrumental que la banda propone, uno que está siempre al límite del caos. 

Por tanto, si lo que la banda buscaba era llevar al límite la potencia y oscuridad de su sonido, vaya que lo logran con todas las mencionadas. El problema es que entre estas intercalan canciones (y no pocas) que se desmarcan por completo de la experiencia. Cosas como 'Before three', 'The end of the world', 'alt.end', '(I don't know what's going) On' o 'Taking off' (siendo esta un auto plagio descarado del clásico 'Just like heaven'), no guardan relación alguna con el disco oscuro y desgarrador que se insinúa a ratos y más bien se acercan a la arista más azucarada y dulce de la banda. Ninguna de estas es una mala canción, que eso quede escrito (aunque tampoco son un 'Friday I'm in love' o un 'In between days', todo sea dicho), sin embargo, dividen al disco en dos almas que no parecen tener conexión entre si e incluso suenan a disculpas, concesiones comerciales indignas de una banda de tamaña estatura.

Nos quedamos por tanto con un trabajo de señales confusas y dispares, un álbum que va y viene constantemente en términos de atmósferas. Doce buenas canciones, una que otra dispuesta a sobrevivir al paso del tiempo, pero un global que mirado a distancia no consiguió los objetivos que pretendía: no fue un álbum "definitivo" para The cure ni les ayudó a abrir nuevos caminos.  

¿Canciones? 'Lost', 'Labyrinth', 'Anniversary' y 'The promise'

7 / 10
Muy bueno.


Otras reseñas de The Cure:

1 comentario:

  1. Recuerdo haberlo escuchado y no me había desagradado. Pero hace años que no lo hago. Saludos.

    ResponderEliminar