viernes, 17 de abril de 2015

Villagers : Darling Arithmetic (2015)

Bajón.

Si el debut de los irlandeses Villagers a cargo de Becoming a jackal (2010) estuvo bien, {Awayland} (2013) resultó ser una experiencia aún más fascinante, y de paso uno de los grandes discos de aquel año. Los liderados por Conor O'Brien habían logrado de pronto ampliar su abanico musical y sorprender con un disco diverso, interesante en cuanto a arreglos y repleto exquisitas armonías. Era inevitable entonces que las expectativas creciesen como la espuma frente al tercer trabajo de la banda, sin embargo, lejos de estar a la altura, este ha llegado a nosotros para golpear duro a todo quien esperaba un nuevo gran paso en la carrera de Villagers

En ese sentido, Darling arithmetic parece ser el disco que Conor O'Brien necesitaba entregar, uno en donde la música ha pasado a segundo plano para ceder protagonismo a íntimas interpretaciones que exponen su sentir e incluso abordan el tema de su sexualidad. El autor entonces ha grabado todo en la soledad de su hogar y nos ha entregado 35 minutos extremadamente honestos pero carentes por completo de intensidad. Olvídense así de los teclados, los coqueteos electrónicos, el rock, la frescura, el hambre y el camino trazado por {Awayland}, esta vez los tiros van en plan balada acústica, como en el debut de 2010 aunque con resultados bastante menos atractivos.  

Ahora, no es que el disco sea un desastre ni nada parecido, con todo O 'Brien encuentra acá uno que otro buen momento demostrando que las buenas melodías siguen ahí, a su alcance. 'Courage', por ejemplo, abraza un sonido muy desnudo y logra conectar gracias a una sentida interpretación más una estructura que hacia el final tiende a explotar. También funcionará la tranquilidad de 'Everything is yours', ' The soul serene' o 'No one to blame', y se agradecerá el folk un tanto más dinámico de 'Little bigot', el problema es que el disco más allá de la balada tras balada jamás despega como corresponde y la ausencia de algún tipo de quiebre o vuelta de tuerca estaciona al trabajo en medio de la monotonía.  

No queda claro si lo de Darling arithmetic es una manera de eludir la presión o el abrazo desesperado de un boxeador que necesita algo más de tiempo para recomponerse tras un par de rounds demoledores, sea como sea, el paso es regresivo y si bien se valora el recibir una entrega así de honesta, el asunto no va mucho más allá de las nobles intenciones. 

2.5 // Insuficiente


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