"Punto creativo altísimo..."
La idea era despedir este buen 2011 con un disco de calidad y lo más reciente de Wilco ha sido mi elección. ¿Y quienes son estos tipos? - se preguntarán seguramente algunos lectores. Y es que el "anonimato" de estos estadounidenses liderados por Jeff Tweedy no deja de ser curioso. Primero porque de novatos no tienen nada, son una agrupación que cuenta ya con casi 20 años de trayectoria y 9 discos bajo el brazo. Segundo porque dentro del mundo indie Wilco debe ser una de las bandas más reconocida de la última década (¡hasta premios Grammy han ganado!). Y tercero porque tomas cualquiera de sus 9 discos y sientes de inmediato el estar frente a una banda diferente, creativa, talentosa. De paso no entiendes como una banda de este calibre sea completamente desconocida para parte importante del mundo. ¡Que injusta que es la vida aveces!
Lo cierto es que The whole love, décimo álbum de Wilco, confirma con cada una de sus canciones la calidad incuestionable de la agrupación y a Jeff Tweedy como uno de los grandes compositores de estos años. Un tipo al que le fluyen las grandes canciones y melodías como quien respira. Como si no costase nada componer una.
Pero bueno, hablando ya del disco. La partida con "Art of almost" (claro postulante a la mejor canción del año) es imponente y contundente, son siete minutos soberbios que suenan a una especie de "permiso, permiso, permiso... que acá vengo yo!". Es Wilco dando vueltas en círculos por estilos y sonidos como Pedro por su casa. Sencillamente notable. Luego, más adelante se conjugarán temas muy melódicos y poperos como "I might" o "Dawned on me", el rock en eléctrico de la fantástica "Born alone" o 'Standing O', baladas melancólicas como la hermosa "Black moon" , la acústica "Rising red lung", el folk de 'Capitol city' (muy George Harrison esta en el tono) o el cierre fantástico de la mano de los 12 minutos de "One sunday morning".
Doce canciones, sin puntos bajos. Un disco al que no se le puede pedir más, con algunos temas que cumplen y otros que se disparan muy pero muy arriba, con un equilibrio de estados perfecto y un trabajo de arreglos exquisito. Demostración de talento que acá ha encontrado una cota altísima. Si no es el disco del año, es el segundo perdiendo por cabeza contra alguna otra maravilla que vio la luz este 2011.
¿Canciones? 'Art of almost', 'Black moon', 'Born alone'.
9/10
Brillante.
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