domingo, 7 de agosto de 2011

Morbid Angel : Illud Divinum Insanus (2011)

"Experimento fallido que roza la burla..."

Han pasado exactamente dos meses desde el lanzamiento de uno de los discos más esperados del año en lo que a metal se refiere. Dos meses, tiempo suficiente como para haber oído muchísimo este Illud divinum insanus y formarse así una clara impresión acerca de él. Y es que razones había de sobra para esperar con ansias este trabajo. En primer lugar porque se trataba de Morbid Angel, una verdadera leyenda del death, la cual regresaba al estudio luego de ocho años de silencio y, por si fuese poco, con un disco que marcaba el regreso tras diecisiete años de ausencia, de David Vincent al bajo y voz de la agrupación.

Finalmente el álbum vio la luz a comienzos del mes de junio instalando de inmediato la polémica. ¿Dije polémica? ¡Claro! Es que bien sabemos que en el mundo del metal salirse de lo establecido es condenado con crítica lapidaria y acá la banda (¿O Vincent más bien?) definitivamente decidió jugar con fuego, tanto así que muchos han catalogado este trabajo como el St. Anger de Morbid Angel. Digamos, un álbum definitivamente destinado a hacer historia, aunque tal como le ocurrió a Metallica, no por las razones que la banda hubiese querido.

Illud divinum insanus consta de diez canciones, además de una intro de dos minutos (demasiado), seis de las cuales pretenden hacerse cargo de las expectativas: velocidad, doble pedal, riffs acelerados y un David Vincent feroz en las interpretaciones. Destaca acá la pasada por "Existo vulgoré" + "Blades for Baal" o más adelante algo cosas como '10 more dead''Nevermore', digamos, todas canciones que cumplen, mientras que en "I am a morbid" han intentado construir una especie de himno para ser coreado en vivo, pero que de todas maneras no desagrada. ¿Donde está el problema entonces? En las otras cuatro: los experimentos.  Los caballeros de Morbid Angel decidieron incorporar en el álbum cada ciertos lapsos, cuatro piezas bastante curiosas (e incluso egoístas), digo esto último porque estas canciones realmente pegan NADA con el resto del disco y parecen un juego por parte de la banda con sus fans, una burla, un chiste de mal gusto.

El álbum abre con "Too extreme!", la cual es chocante. Una cosa industrial que no para de machacar mientras se repite un "We are your new religion! No religion!", en medio de un sonido que luce inexperto y amateur, fuera de extenderse hasta el tedio (algo que les ocurrirá con todos estos temas). Luego tendremos una seguidilla metal (mencionada en el párrafo anterior) interrumpida por "Destructors Vs The earth", una especie de tributo a Rob Zombie muy mal logrado. Son siete minutos en total, de los cuales al menos cuatro tratan de un mismo golpeteo monótono. Ahora donde definitivamente se te cae el pelo es hacia el cierre con "Radikult", por paliza la peor canción del disco (y de la carrera de Morbid Angel), una versión pobre del Marilyn Manson del Golden age of grotesque (2003). Malísima, ridícula, insultante. Una que hace que otro freakerío como "Profundis - Mea culpa" incluso parezca decente. 

Entonces, valorable me parece la iniciativa por parte de la banda de sorprender y darle una vuelta al sonido tradicional de una banda de death metal, el problema es que si te la vas a jugar con algo tan radical tienes que salir bien parado y acá eso no ocurre. Los temas "novedosos" poseen una extensión innecesaria por lo que terminan abarcando casi la mitad del trabajo, además de sonar pobres en lo musical. Esto termina dejándote una sensación algo amarga luego de oír el álbum, donde la balanza tiende a inclinarse hacia lo positivo pero no sin agotarte la paciencia durante demasiados minutos. Sinceramente, si David Vincent deseaba 

¿Canciones? 'Blades for Baal', '10 more dead'.

5 / 10 
Irregular

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