"En búsqueda de la redención..."
Mirado a distancia, el mundo del rock post año 2000 acabó por dividirse entre dos vertientes: la del post punk revival y otra más dulce. Esta segunda corriente fue abrazada a fines de los noventa por bandas como Travis o Coldplay, fuera de algunas que por debajo intentaron hacer lo suyo, entre ellas, Death cab for cutie. Estos sembraron camino mediante sus primeros discos pero el batatazo en grande lo dieron con el fantástico (y sub valorado, digámoslo) Transatlanticism (2003), uno de los mejores discos que nos habrá dejado la pasada década, aunque pocos se enteren (si aún no lo has oído tienes que hacerlo). Sin embargo, luego de aquella auspiciosa partida alguien los convenció de que tenían la pasta para ser otros Coldplay. Se lanzaron entonces en búsqueda de la masividad, primero mediante el sólido Plans (2005), que encontró sus dos éxitos más grandes a la fecha ('Soul meets body' y 'I will follow you into the dark'), y luego con Narrow Stairs (2008) . Buenos discos ambos (el primero excelente en términos melódicos) pero tras los cuales inevitablemente dejaron a la banda a medio camino de todo, digamos, ni tan exitosos como Coldplay o Keane ni tan genialmente alternativos como Arcade fire.
Codes and keys huele entonces a redención, un álbum que va en búsqueda de recuperar terreno y re encontrarse con la inspiración, el crédito y la credibilidad. De ahí que sus canciones suenen en general sesudas, milimétricamente pensadas. Muestras claras de estos son cosas como 'Home is a fire' (fantástica en toda su construcción, hay que decirlo), 'Doors unlocked and open' (auto plagio total eso si, emulando la mítica partida de 'I will possess your heart' de 2008) o 'Unobstructured views', con una maravillosa partida a puro piano, aunque el tema llegando a los cinco minutos claramente no sabe cerrar como corresponde y simplemente se diluye. Todas estas son canciones extensas, con instrumentos que van apareciendo de a poco y construyendo atmósferas sólidas como roca, sin embargo, entendiendo lo pesado que podría hacerse el disco y también el que deben responder a las exigencias del mainstream, es que Ben Gibbard ameniza el asunto con cosas más bonitas, melódicas y llevables "Codes and keys", "Some boys", "You are a tourist" o "St. Peter's Cathedral", dejándonos un global diverso, a momentos encantador y que en otros se limita a cumplir.
El resultado está bien, a momentos más que bien, pero desprende esa sensación de seguir dejando a la banda cerca de la meta pero con falta de fuerzas para lograr llegar. Hay grandes momentos en el álbum y otros que se conforman con rellenar sobriamente. El disco funciona de todas formas y nos dejará más de alguna canción que diez años más escucharemos con placer pero sigue faltando (como decimos en Chile) la chaucha pal peso...
¿Canciones? 'Home is a fire', ´Codes and keys, y 'Doors unlocked and open'
7 / 10
Muy Bueno
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