"Quien mucho abarca poco aprieta..."
El caso es que con el regreso de Dickinson a Iron maiden muchos creímos sepultada su carrera en solitario (y no dejábamos de lamentarlo), su último disco databa de casi veinte años atrás, un Tyranny of souls (2005) que transmitió la sensación de haber estado compuesto por sobras o retazos, un disco grabado "a la rápida" entre giras y discos de su banda principal, con canciones efectivas y baladas que no entregaban nada particularmente atractivo en cuanto a arreglos, sonido o estructuras. Pues bien, con The mandrake project ocurre lo mismo (y peor). El mismo Bruce ha reconocido que este se compone de algunas canciones que datan de veinticinco años atrás, que es un álbum que habría querido grabar hace cinco o seis años pero la contingencia (pandemia incluida) se lo impidió por lo que ahora se decidió a grabarlo a como diese lugar. Noble labor, que se agradece y valora, sin embargo, el resultado ni siquiera le ha alcanzado como para cumplir, un conjunto irregular que se deja oír pero que no logra momentos de verdadero impacto. Y digámoslo, tampoco ayuda la producción de Roy Z, en exceso opaca.
Conocíamos ya como anticipo 'Afterglow of Ragnarok', que sin ser nada que invite a descorchar champaña provocaba al menos el seguir ahí gracias a su atractivo puente + coro sumado a la oscuridad de su sonido. El problema es que el disco abre con esta, y digámoslo desde ya: mucho más no te entrega. Se sucederá una montaña rusa que a ratos te agarra para luego soltarte. Una sección resultona con 'Many doors to hell' + 'Rain on the graves', que funcionan gracias a sus riffs y nuevamente coros atractivos, seguida de la plana y simplona 'Resurrection men' (de lo peor en todo el disco). Luego 'Fingers in the wounds' apostará por un sonido más contundente, aunque sobre cargado, mientras que 'Mistress of mercy' será la única en todo el disco que desprenderá el filo y mal rollo de su período 1997/98. Entre estas sonará una incomprensible 'Eternity has failed' (canción ya publicada junto a Iron maiden años atrás pero que Bruce ha querido recuperar en una versión que incorpora algunas diferencias pero nada que justifique su incorporación) para acabar cerrando con veinte minutos de baladas, aburridas todas.
Ya en 2005 nuestro adorado Bruce había hecho carne aquello de que quien mucho abarca, poco aprieta, asunto que ha vuelto a evidenciarse veinte años más tarde. La carrera en solitario del histórico vocalista funcionó cuando su dedicación era total pero como paréntesis en medio de la carrera de Iron maiden el resultado tiende a la mediocridad. Es lo que es...
¿Canciones? 'Afterglow of Ragnarok' y 'Mistress of mercy'.
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