"Grandes canciones de corto alcance..."
Para muestra, la seguidilla rebosada en dinámica que marca el inicio del álbum, una pasada inquieta y adictiva que no regala respiro. Suenan seguidas 'Troubled son', 'The best is yet to come', 'One man band' (la canción), 'Never taking me alive' + 'Heartbreaks (the new sensation)' por lo que tenemos quince minutos que podrían perfectamente abrir un show de Miles y dejarnos de entrada extasiados en rock and roll. Cual de todas funciona mejor.
Llegará posteriormente una leve baja de revoluciones a experimentar en 'The wonder', single oficial en un álbum donde realmente cada canción que lo compone tiene potencial para serlo, para más adelante oír una balada propiamente tal en 'Ransom' o 'Heal', no sin antes vivir otro exquisito subidón mediante 'Baggio', construyendo así una verdadera montaña rusa que varía en tiempos y arreglos pero jamás olvida la vocación melódica del artista.
A día de hoy Miles Kane no ha sido capaz de entregar un mal disco, pero es cierto: tampoco uno que nos vuele la cabeza. Lo suyo son las grandes canciones de corto alcance, vivir el aquí y ahora con ellas, la efectividad en plazos breves. En esa línea, estamos acá ante un conjunto compuesto por piezas que no superan los tres minutos de duración, que se abalanzan al estrofa/puente/coro pero que en esa fórmula funcionan de maravillas. Kane no descubre absolutamente nada nuevo con One man band pero da muestras de una frescura e identidad que sigue mereciendo mayor crédito.
¿Canciones? 'The best is yet to come', 'One man band', 'Never taking me alive' y 'Baggio'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario