sábado, 5 de octubre de 2024

Nails: Every Bridge Burning (2024)

 "Un shot de mal rollo, angustia y desesperación..."

El mundo de la música no está dando como para sostener a los artistas. De ahí el que Todd Jones se plantease el terminar con Nails y, dicho en simple, dedicarse a otra cosa, esto incluso a pesar de la buena recepción obtenida por el sólido You will never be one of us (2016). Debido a esto es que tuvieron que pasar ocho largos años para que el vocalista se animase a re armar una banda, con Carlos Cruz en batería (junto a quien ha compuesto todas estas canciones) y un par de músicos de soporte para regresar con este Every bridge burning, disco que responde plenamente a los estándares de lo que siempre ha sido Nails: un shot de mal rollo, angustia y desesperación.

El disco está producido por Kurt Ballou (guitarrista de Converge y productor del álbum debut de Kvelertak o el Forever de Code orange, entre otros) y como era de esperar tira por donde esperábamos que fuese, es decir, solo diez canciones, todas breves (tan solo diecisiete minutos dura el disco) y que funcionan como un golpe directo al mentón del auditor en base a ese sonido siempre violento cargado al grindcore con tintes death, esto en medio de relatos que abordan a un personaje criminal y dañino que justifica sus comportamientos basado al abandono y maltrato sufrido por parte de la sociedad. 

De esta forma, encontramos agresividad y velocidad en un tridente inicial que adopta la angustia, venganza y el nulo remordimiento como temáticas en 'Imposible will' ("No conozco otro camino / Se que no tengo un lugar / Así que dame fuerzas para causarles dolor...") + 'Punishment map' ("Hacerte sentir lo que me hicieron sentir / La culpa y vergüenza / El dolor es tan real...")  + 'Every bridge burning', para luego rogar por calma en 'Give me the painkiller' ("Harto de vivir, reacio a morir / He sido odiado toda mi vida / Golpeado y roto mi mundo se vino abajo / Mis manos están vacías pero aún tengo corazón"). Aparecerán más adelante momentos absolutamente histéricos en 'Made up in your mind' así como bajadas de revoluciones que apuntan a un sonido algo más denso en 'Lacking the ability to process empathy', armando un conjunto que muestra total consonancia entre aquello que relatan las líricas y el sonido que la banda expresa.

Llagando a la recta final, 'Dehumanized' será otro palazo sin segundo de tregua mientras que el plato fuerte llegará primero mediante el grito de alerta que es 'I can't turn it off' ("He dicho que soy una persona terrible / Un trozo de mierda / No hay nadie peor / No es mi problema en absoluto / No quiero detenerme...") y luego con todo el peso de 'No more river to cross', cerrando un trabajo que en lo suyo funciona a la perfección. Puede que a estas alturas la propuesta de Nails haya perdido cierto factor sorpresa pues desde un comienzo tenemos claro por donde irán los tiros y el álbum efectivamente nos entrega lo que pedimos, ahora, mientras el resultado continúe siendo este, se agradecen todos los esfuerzos de Todd Jones por mantener el busque a flote.  

¿Canciones? 'Give me the painkiller' 'Made up in your mind', y 'I can't turn it off'.

7,5 / 10
¡Muy bueno!

Otras reseñas de Nails:
2016: You will never be one of us

No hay comentarios:

Publicar un comentario