Glorioso cóctel setentero.
Para mi hermano Nicolás. Sin él esta reseña jamás habría sido posible.
Es probable que muchos se tomasen la cabeza a dos manos cuando en 2010 se dio a conocer la noticia de que Bigelf, el proyecto liderado por el multifacético Damon Fox, llegaba a su fin. No había pasado demasiado desde que en 2008 un notable Cheat the gallows había cosechado un respetable éxito por lo que la noticia de la separación sorprendió. El caso es que, ya sea por falta de inspiración, líos financieros, el ego de Fox o lo que fuese, cuatro años atrás el asunto parecía irse a pique. Sin embargo, fue el mismísimo Mike Portnoy (quien vivía una situación similar tras su salida de Dream Theater) quien se esmeró en motivar a Damon Fox para que reviviese el proyecto a como diese lugar, Portnoy se ofreció a colaborar con sus artes en batería y al poco tiempo entre ambos tenían a Bigelf nuevamente en pie. El resultado de toda esta telenovela se resume en Into the maelstrom, un álbum fantástico que vive entre nosotros desde hace unos meses y que seguramente ha saciado de sobre manera tanto a los fans de la agrupación como a los amantes de la música en general.
Into the maelstrom es un viaje inquieto, que tal como los anteriores álbumes de Bigelf se pasea por distintas estaciones dentro del abanico de influencias que Damon Fox no teme reconocer. El progresivo y la psicodelia setentera están presentes desde un comienzo, la fascinante "Incredible time machine" abre las puertas a un mundo entretenido, en donde la voz de Fox (que a mi me recuerda muchísimo al Peter Gabriel de sus primeros discos post Genesis) suena llena de filtros y distorsiones divertidísimas, las estructuras cambiantes, con diversos tiempos que seducen de inmediato. Hay otros momentos del álbum que irán en una linea similar, "The professor & the madman" o "Mr. Harry McQuahe" coquetean directamente con el progresivo pero lo interesante acá es que Bigelf prácticamente jamás se desbanda hacia el tecnicismo ni los excesos instrumentales (lo cual se agradece!), de hecho estos temas no alcanzan a agotar gracias a que la banda equilibra constantemente su sonido entre el peso de guitarras que recuerdan a Black Sabbath y estructuras melódicas que algo de Beatles e incluso Bowie poseen.
Dentro de los temas más activos y pesados suenan "Hypersleep" (un viaje psicodélico lleno de teclados), "Alien frequency", "Vertigod" o esa locura de canción que es "Control freak", mientras que en una linea más armónica que mezcla elementos tanto de The Beatles como de Led Zeppelin aparecen "Already gone", "Theater of dreams" o la exquisita "High".
Así de diverso es Into the maelstrom, una aventura que claramente no descubre nada nuevo pero si explota de manera eficaz el abanico de recursos creativos que Damon Fox ostenta. Como único defecto cabría mencionar el que uno o dos temas menos habrían dejado la obra algo más compacta, los quince minutos que completan "Edge of oblivion" junto con la extravagante "ITM" creo que se los podrían haber ahorrado ya que redundan en un sonido que ya había sido expresado de manera suficientemente clara y potente. Ahora, con todo, estamos frente a un álbum intenso y fascinante, otra de las grandes cosas que hemos podido disfrutar este 2014.
4 / 5
Excelente !
Yo nunca había comentado por acá, descubrí este blog hace unos meses y me gusto mucho. Es concreto y desmenuza la música con maestría. Gran trabajo y un gusto musical exquisito. Un abrazo desde Colombia.
ResponderEliminarGracias Anónimo xDD
ResponderEliminarEn realidad la idea siempre ha sido el intentar ser lo más concreto posible. No soy un experto de nada, escribo lo que voy conociendo y comparto lo que pienso no con afanes de jactarme de algo sino más bien para compartir el interés por alguna banda o sonido. La idea es esa: compartir. Un disco, una idea, una experiencia, lo que sea...
Un saludo desde acá!
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