viernes, 6 de septiembre de 2013

Arctic Monkeys: AM (2013)

El problema está en las expectativas

Lo mío con Arctic Monkeys a estas alturas se ha vuelto costumbre:  me ilusiono con los adelantos para luego decepcionarme con el disco. Me pasó en 2011 cuando aluciné con la psicodelia de "Brick by brick" y las guitarras de "Don't sit down cause I've moved your chair" para luego quedar con gusto a poco con el normalito Suck and see it y bueno, este 2013 he tropezado con la misma piedra ilusionándome a tope con la actitud de "R U Mine?" y la exquisita "Why'd you only call me when you're high" para posteriormente encontrarme con un disco que sin ser malo solo se limita a solo cumplir.  ¿Será que los de Alex Turner acabarán (si es que ya no están) enmarcándose como una banda "de singles más que discos"? Que tampoco está mal. Queen fue una de esas y vaya que hizo historia...

Me gustan los álbumes que contienen una propuesta, esos que son más que un puñado de temas sin ton ni son y eso acá ocurre. Es decir, desde un comienzo (exceptuando la aparición de "R U mine?", que suena totalmente desubicada en relación al resto del álbum) se percibe que el álbum viene más calmo y tranquilo que los anteriores trabajos de la banda. De hecho, AM es un disco con el que cuesta enganchar en un comienzo precisamente a causa de lo lento y monocorde que tiende a sonar. Ahora, luego de unas cuantas pasadas van apareciendo los matices que permiten valorar y disfrutar de mejor forma el disco. Comencemos diciendo entonces que es un disco que requiere tiempo...

Hablando de las canciones, "Do I wanna know" es una apertura tremenda, muy íntima y bien arreglada, erótica hasta decir basta en su sonido y dispuesta a ser una de las grandes joyas que nos dejará el álbum, que comienza desnuda para ir creciendo poco a poco y conectando muy bien con las guitarras de "R U mine?". Ojalá el disco hubiese tenido más de estos pasajes pero lamentablemente esto no se volverá a lograr con la misma fuerza, de hecho el álbum a partir del tercer tema suena muy irregular, te agarra en un par de temas para luego soltarte bruscamente. "One for the road" y "Anabella" por ejemplo, parecen una sola y juntas se hacen un tanto pesadas, aunque cabe reconocer que ese riff tan Black Sabbath sabe bien y logra por momentos levantar al tema. El tiempo de las dos mencionadas será reiterado a lo largo del álbum, porque "Why'd you only call me when your high" en su cadencia sigue el mismo patrón, aunque funciona. No así el par de baladas "N°1 party anthem" y "Mad sounds" que perfectamente podrían haber estado en cualquiera de los dos discos anteriores de la banda. Es relleno descarado. 

Aporta frescura el rock de "I want it all", la dinámica semi acústica de "Fireside" , sin embargo, la tibieza de canciones como "Snap out of it" o "Knee socks" vuelve a cero el asunto y es que para temas retro mejor le damos play al último de Miles Kane, donde encontramos canciones muchísimo mejor logradas que estas. Finalmente, el cierre a cargo de "I wanna be yours" vuelve a lograr esa agradable atmósfera llena de intimidad que el inicio del álbum había anunciado pero a estas alturas la verdad es que la suerte está tirada.

En lo personal sigo esperando el gran disco de Arctic Monkeys, aunque a estas alturas quizás lo mejor sea dejar de esperar algo y simplemente disfrutar de sus correctos pero irregulares trabajos. Al menos algo hay que reconocerle a la banda de Alex Turner: disco a disco siguen sonando inquietos y jamás se han estancado en un solo sonido. También el que gracias a sus singles (acá hay 5 o 6 grandes canciones) este álbum suena a lo mejor que han hecho desde el debut. 

7/10
Muy bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario