"Ilusionan..."
De la mano de una serie de influencias provenientes del rock setentero más clásico, (dulces) canciones electro acústicas y fascinantes estructuras cambiantes, el proyecto Girls, liderado por Christopher Owens, se ha anotado con uno de los discos más interesantes y singulares de este año.
Father, son, holy ghost es su tercer álbum y en este encuentran sin lugar a dudas varias de sus mejores composiciones a la fecha y también las más diversas. Encontraremos por tanto acá momentos altos en azúcar dignos de cualquier buena banda alternativa actual, como esa partida trotando que se anotan en 'Honey bunny' (una que los emparenta fuertemente con pares tales como Vampire Weekend) seguida de momentos dulces y románticos, ya sea en versión indie rock ('Alex') , en plan balada obvia/babosa/tradicional ('Saying I love you') o mediante la beatlesca 'Magic'. Sin embargo, el gran mérito con que cuenta el disco es que este no se conforma y se queda unicamente ahí sino que aspira a muchísimo más mediante canciones bastante más aristas y experimentales.
Será en esos momentos cuando la banda definitivamente muestra credenciales y da un salto de calidad respecto a otras agrupaciones, es cuando se atreven a ir por más, jugando con el slide en 'My ma' o desatándose por completo en términos de estructuras e influencias, como hacen en la fantástica 'Die', cinco minutos de rock sucio en donde emulan pasajes de un 'Rock and roll' de Led Zeppelin con otros cercanos al 'Breathe' de Pink Floyd (así, como suena) en un viaje exquisito, psicodélico y diverso, así como cuando se lanzan a la distorsión y la oscuridad en 'Vomit', se entregan a la depresiva melancolía de 'Just a song' o 'Forgiveness', esta última nuevamente regalando exquisitos momentos floydianos que dan muestra de la amplitud de influencias que la banda ostenta.
Como "pero" del álbum podríamos mencionar la falta de prolijidad tanto en términos de producción (a veces demasiado sucia) como de técnica instrumental por parte de la banda, lo cual inevitablemente merma un tanto el resultado pues hay solos que realmente exigían ser mejor tocados (el de 'Forgiveness' es un claro ejemplo). También está el que varios momentos rozan el plagio ('Love, like a river' es otra, por ejemplo, que emula de manera evidente el clásico 'Stop' de Sam Brown), lo cual también lleva a arquear la ceja. Ahora, con todo, la facilidad que Girls muestran para ir desde la dulzura a la oscuridad, el pop a lo completamente alternativo, paseándose a placer por múltiples búsquedas y estructuras habla de un trabajo que roza lo brillante. Si no es el mejor disco que habremos oído este año, al menos será el más fascinante.
¿Canciones? 'Die', 'Vomit' y 'Forgiveness'
9/10
Brillante.
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