"Sutiles y enormes..."
En 2008 conquistaron a la crítica y a medio mundo con su debut homónimo cargado a las armonías y al folk. Fueron catalogados en su momento como una de las propuestas más interesantes de su generación y existió consenso en que se estaba frente a uno de los buenos debut de la década pasada.
Por todo esto , los originarios de Seattle, no la tenían nada de fácil para este segundo lanzamiento, las expectativas estaban arriba. Lo lógico, como ocurre habitualmente en los segundos álbumes, era repetir de cierta forma la fórmula del debut y aquello es lo que Fleet foxes han realizado en estas doce canciones y cincuenta minutos de música. Aunque cuidado, que el disco pese a ser continuista se encuentra muy lejos de ser un calco del debut.
De esta forma nos encontramos ante un conjunto que replica el sonido folk del debut, con canciones acústicas que lucen de buena forma gracias a los excelentes juegos vocales que la banda desarrolla, pero sabe incorporar a la vez arreglos más complejos y oscuros. Ahí, se logran buenos momentos en la partida con 'Montezuma' o cuando la banda aumenta la intensidad en canciones como 'Bedouin dress', 'Battery kinzie', en la dulce 'Lorelai' o la tremenda 'Helplesness blues' (la canción), una de las experiencias más fantásticas que regala el álbum al subir majestuosamente los registros vocales y enlazarlos con guitarras tremendamente emocionales. De igual forma, en otra arista del álbum, este entregará espacio a la búsqueda de nuevos aires, como los que se viven en los seis minutos de aires orientales que regala 'The plans/bitter dancer o en los ocho notables minutos de 'The shrine / An argument', donde la banda se desata hacia el cierre entregando un pasaje muy caótico.
Pasan con ventaja por tanto la prueba del segundo álbum de la mano de un disco que mantiene el sonido melancólico e íntimo del alabado debut, combinando esto con oscuros juegos vocales y de guitarras. En general estamos frente a un disco parejo, que cuesta mucho digerir a la primera (no hay hits inmediatos en el álbum claramente) pero que tras cada pasada va mostrando sus buenas combinaciones de sonidos sutiles, incluso tiernos, que rapidamente derivan en pasadas más complejas. El tiempo dirá si la banda será capaz de avanzar desde este particular sonido que han sabido encontrar, por ahora no queda sino reconocer el mérito de rapidamente haber encontrado algo no resulta sencillo de hallar hoy en día: identidad.
8 / 10
Excelente.
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