"Leyenda que se mantiene viva..."
En su cuarto trabajo en solitario el buen Jerry Cantrell nos entrega uno que otro momento de alto nivel pero en general un conjunto bastante regular y que efectivamente responde enteramente a lo que esperaríamos nacer de las mente del autor. Un conjunto en donde abundan los medios tiempos, riffs pesados marcas de la casa y sentidas interpretaciones. Claro ejemplo es la tríada que abre, 'Vilified' + 'Off the rails' entregan ese sonido tan característico del Alice in chains más clásico, marcado por las guitarras (y coros que buscan la épica subiendo de intensidad), mientras que 'Afterglow' apunta a algo más reflexivo y profundo donde el riff se desliza en lugar de buscar el impacto como en las anteriores. Es una de las grandes canciones del año, sin duda.
En adelante, el asunto se mostrará bastante más directo en la dinámica 'I want blood' (una que podrían haberla interpretado unos Stone temple pilots sin problemas) mientras que 'Echoes of laughter' desempolvará la guitarra acústica entregando una sentida balada para entrar a una Cara B que se vuelve a enfocar en lugares comunes del artista como 'Throw me a line' o 'Let it lie', para llegar al cierre definitivo con otra de las grandes joyas del álbum, la dramática 'It comes'.
Jerry Cantrell ha entregado un disco que perfectamente podría haber cargado con el legado de Alice in chains. Para bien y para mal, el sonido que todos relacionamos con la mítica banda acá está. Como defecto contará el que no hay novedad en estas nueve canciones, a favor el sentir que la leyenda se mantiene viva. Cada cual tomará posición donde guste.
¿Canciones? 'Off the rails', 'Afterglow' e 'It comes'.
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