domingo, 9 de mayo de 2021

Greta Van Fleet : The Battle At Garden's Gate (2021)

 "Crecen..."

Conocido por todos ya es este caso. En 2018 debutaron Greta van fleet mediante un álbum que generó sensaciones encontradas, una parte del público les elevó (de manera exagerada claro está) como la nueva esperanza del rock mientras otros restamos valor a la obra considerando las evidentes referencias explícitas a próceres del rock, particularmente Led Zeppelin. Que digo referencias, plagios con descaro. ¿Qué la banda suena bien? No cabe duda. ¿Qué manejan la épica con talento? También. ¿Qué parecen revitalizar el rock de estadios como pocos hoy en día? Absolutamente. Si a todo eso y más, pero le duela a quien le duela, la sensación del "esto ya lo he oído antes" sigue presente con ellos en The battle at garden's gate, quizás con el detalle de que esta vez por momentos pareciese se ríen del asunto, fuera de ser capaces de entregar un conjunto que supera ampliamente al debut de 2018.

Digo que se ríen porque francamente, ¿Cuál era la necesidad de abrir 'Built my nations' con un riff tan similar al de 'Black dog' de Led Zeppelin considerando que la canción luego dispara hacia otro lado,? ¿Para qué sino el reírse de todo? Algo similar ocurre cuando Josh Kiszka imita los berridos de Robert Plant con descaro en 'Broken bells' (4:18 - 4:30) ¿Para qué? Ahora, donde si el plagio no parece ser un juego sino una necesidad es en 'Tears of rain', la cual construye sus estrofas sobre los acordes de 'Angie' de The rolling stones, también en 'My way, soon', que en su fraseo (0:42) es 'Baba O'riley' de The who o en 'Age of machina', que es alguna canción de (again) Led Zeppelinsolo que no sabes cual...

Todas las canciones anteriormente mencionadas están bien, eso que quede claro, pero cuentan con problemas de identidad por lo que si has gozado con grandes del rock setentero, el disfrute se bloquea un tanto. Donde si a la banda se le pueden reconocer enormes méritos es en 'Heat above' (desde ya, candidata directa a ser la mejor canción del año), donde se les oye plenamente conscientes del temón que tienen entre manos, trabajándolo con cuidado, abriendo entre teclados para luego pasarse a las cuerdas y meter un golazo con ese coro glorioso que sale de la garganta de Kiszka. En la misma línea épica, triunfan cuando sueltan la ya mencionada 'Broken bells' o en la excelente 'Stardust chords', internándose en ambas en terrenos más eléctricos, mientras que otras aparentemente menos ambiciosas como 'Light my love' o 'Caravel' funcionan a la perfección. 

Eso si: se hace largo el álbum. Sesenta y dos minutos parecen ser demasiado y la recta final llegamos cansados o con poco interés. Entiendo que el manual decía que debían ser doce canciones pero acá claramente el asunto se les alargó sin haber necesidad. De todas maneras elementos a destacar son la producción a cargo de Greg Kurstin (quien ha trabajado durante esta última década con Foo fighters o Paul McCartney, entre otros), que suena limpia y potente a la vez, así como la capacidad de Greta van fleet para entregar un puñado de grandes canciones, muchísimo más sólidas que el debut. En algunas de ellas continúan recurriendo a viejas glorias con descaro y en otras parecen salir a flote con propiedad. ¿La tercera será la vencida? El tiempo dirá...

¿Canciones? 'Heat above', 'Broken bells', 'Stardust chords'.

7/10
Muy bueno.


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