jueves, 16 de agosto de 2018

At The Gates: To Drink From The Night Itself (2018)

"Compitiendo contra si mismos..."

Tras casi veinte años de silencio los suecos de At the gates, pioneros y leyendas en esto del death melódico, regresaron en 2014 con At war with reality, un buen disco al que quizás le pesó el haber llegado a nosotros tras una pausa tan prolongada y también el que la banda, frente a las altas expectativas, haya apostado un tanto a la segura con su sonido. Lo anterior, sumado a la sensible retirada de Anders Bjoler (principal guitarra y miembro fundador de la banda) en 2017, entregaban a la llegada de To drink from the night itself especial relevancia. ¿Tendría aún, tras tantos años, algo que decir At the gates respecto a su carrera o nos encontraríamos nuevamente frente a un trabajo meramente continuista dispuesto a emular los demoledores riffs del histórico Slaughter of the soul (la joya de 1995)? La respuesta la encontramos en este conjunto de doce temas, ¡vamos por ellos!

Comencemos mencionando de entrada que en materia de producción este álbum pierde bastante en relación a su antecesor, dicho en simple: el disco suena ruidoso, sucio, impidiendo un disfrute adecuado de la instrumentación por lo que, desde ahí, comenzamos mal. Ahora, en materia de canciones, el asunto entra insinuando algo bastante similar a lo realizado en At war with reality. La dupla protagonizada por 'To drink from the night itself' (la canción) + 'A stare bound in stone' se muestra demoledora, cargada de dinámica y gancho, de igual forma 'Palace of leppers' cumple mientras que 'Daggers of black haze' suelta un tanto el acelerador para regalar los primeros momentos de "calma" en el álbum. Hasta acá, muchas sorpresas no nos encontramos. Estas llegarán en parte a partir de la frenética 'The chasm', la cual nos traerá de vuelta al álbum, seguida de el doble bombo de 'In nameless sleep' además de una seguidilla de temas bastante diversos aunque siempre directos, destacando la oscuridad de 'Seas of starvation' o 'The colours of the beast' en toda esta pasada. 

El disco se siente libre, el profundo cierre a cargo de 'The mirror black' así lo demuestra (ojalá algo más de esos vientos finales hubiesen sonado en el disco), y desenfunda de buena forma todo aquello que tan bien sabe hacer At the gates, ahora, de que nuevamente se vuelve algo extenso me parece que es asunto innegable. Canciones como 'A labyrinth of tombs' o 'In death they shall burn', sin estar mal, me parece insisten sobre fórmulas que parecen dispuestas unicamente para completar la duración de un álbum que creo con diez minutos menos habría funcionado mejor. 

No hay quejas para lo nuevo de At the gates, la banda cumple de sobra con el desafío de entregar un producto de genuina calidad, con una serie de temas marca de la casa y unos cuantos que aportan diversidad al conjunto, sin embargo, la banda vuelve a dejar la sensación en el aire de seguir compitiendo contra su propio pasado. 

7/10
Muy bueno.


Otras reseñas de At the gates:
2014 // At war with reality 

No hay comentarios:

Publicar un comentario