miércoles, 1 de agosto de 2018

Deafheaven: Ordinary Corrupt Human Love (2018)

"Irregular exploración..."

Una de las bandas más controvertidas en el mundo del metal está de regreso. Criticados por los puristas de siempre tanto por su estética de chicos alternativos como por las curiosas mixturas musicales generadas en sus primeros tres álbumes, discos donde Deafheaven fusionó elementos propios del black con densas capas de guitarras adornadas por dulces melodías y buenas dosis de post rock, digamos, aquello que los amantes de las etiquetas han decidido llamar "blackgaze" y cuya bandera en Ordinary corrupt human love se sostiene, con la salvedad de que esta vez la banda ha querido sorprender al entregar mayores dosis de azúcar en su sonido, generando de esta forma un efecto algo irregular en el producto final. Y es que, a diferencia de lo desarrollado tanto en Sunbather (esa joya de 2013) como el oscuro New Bermuda (2015), en esta ocasión nos encontramos frente a un trabajo de direcciones cambiantes y por momentos poco claras. 

De esta forma, el disco transita constantemente entre la característica fórmula black/melódica/post rock de la banda y elementos en exceso edulcoradosLa partida, sin ir más lejos, es un (mal) indicio de lo mencionado. 'You without end' es tan confusa como inefectiva. Un piano anticipará un relato en femenino que recién a los tres minutos será interrumpido por unos alaridos de George Clarke que francamente no llegan jamás a buen puerto. Tras esta, el álbum explotará en guitarras y desenfreno mediante una correcta 'Honeycomb' (que se excede eso si un par de minutos más allá de lo prudente) y 'Canary yellow', que regala una buena dosis de aquello que Deafheaven tan bien supieron desarrollar en cualquiera de sus dos álbumes anteriores.  

En el nudo del disco (tras treinta minutos de música por cierto), la onírica 'Near' volverá a instalar la confusión, un tema limpio donde Clark se expresa sin sus tradicionales gritos pero que nuevamente pareciese ir a ningún lugar, antecederá a 'Glint', que con sus notables progresiones se instala con seguridad como el tema mejor logrado de todo el disco. Finalmente, en la linea cambiante previamente mencionada 'Night people' + 'Worthless animal' encargarán otro ir y venir desde la dulzura a la oscuridad, desde la calma a la violencia, aunque en ambos casos dejando la sensación de no tocar jamás la tecla precisa ('Night people' realmente aporta poco y nada al global). 

En la idea de mantenerse constantemente en movimiento (lo cual no deja de ser meritorio) es que Deafheaven ha entregado un álbum cambiante pero que lamentablemente no cuaja como corresponde, un disco que se mueve entre lugares comunes bien logrados y melosas experimentaciones que como interludios podrían haber funcionado pero en formato de cuatro o cinco minutos acaban extendiendo innecesariamente un disco. Se agradece el hambre que la banda continúa mostrando pero en esta ocasión el resultado, sin ser un mal disco, no ha estado a la altura de lo anteriormente realizado.  

6/10
Bueno, cumple.


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1 comentario:

  1. Lo escuché de casualidad, una lista de metal hecha por Apple lo recomendó, y el cambio en este disco es algo brusco según lo que venían haciendo, como dices, se azucaró demasiado la propuesta lo que, además, los lleva a un camino en el que podrían perder parte de su identidad.

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