lunes, 26 de noviembre de 2012

Soundgarden: King Animal (2012)

"Regreso de dignas pretensiones..."

Comencemos reconociendo que la tenían difícil. Corría 1998, tras la edición de un brillante Down on the upside y cuando muchos nos encontrábamos con los dientes afilados esperando una nueva entrega de Soundgarden, conocimos la abrupta noticia de que la banda había decidido colgar los botines. Y ahí quedamos, con ganas de más pero con un tremendo álbum de despedida.

Y bueno, el año pasado nos enteramos de que Soundgarden se sumaba a la amplia lista de dinosaurios noventeros que decidieron volver. Algunos volvieron derechamente por el dinero, digámoslo, (Faith no more, Rage against the machine, System of a down) mientras otros quisieron justificar el retorno con un nuevo disco (Primus, No Doubt, Stone temple pilots o Garbage). Había que ver donde querían situarse Chris Cornell y compañía, ¿gira de grandes éxitos o una intentona por revivir en serio el legado? A juzgar por este King animal la intención se acerca más a lo segundo entre trece canciones que en poco más de cincuenta minutos dejan instalada la sensación de que la banda ha decidido retomar con bastante dignidad el asunto donde lo dejaron. En este sentido, en la odiosa comparación, este regreso no alcanza ni por asomo las cotas de lo que fueron Down on the upside (1998) o Superunknown (1994) pero si se las arregla para regalar un continuo que, sin brillar demasiado, suena efectivamente fresco y honesto.

El caso es que, como era de esperar ante un regreso tras casi quince años de pausa, la banda se ha propuesto entregar un trabajo directo con canciones que rondan los tres a cuatro minutos, abriendo de manera bastante directa y apelando a la velocidad en la partida con 'Been away too long' + ''Non-state actor' + 'By crooked steps' + 'A thounsand days before' (esta con un exquisito trabajo en batería de Matt Cameron) o más adelante en 'Atrittion', y a veces apuntando a guitarras más Sabbath que abrazan sonidos más densos y espesos, como ocurre en 'Blood on the valley floor', 'Taree' o la exquisita 'Bones of birds', una que con su trabajo armónico nos traslada sin problemas a 1994 en un ejercicio ante el que resulta imposible no emocionarse. 

Entrando en la recta final el trabajo dará muestras de la experiencia de la banda y el viaje que particularmente Chris Cornell ha recorrido durante la pasada década, abordando sonidos acústicos en 'Black saturday' (una pena que esta les haya quedado a medias, que en su sección eléctrica pedía a gritos una explosión que no llega) o 'Halfway there', para finalmente acabar retomando las guitarras en el tridente final, donde destaca el trabajo de 'Rowing' con un Cornell impecable conectando con sus vocales, en el que ciertamente debe ser el tema más interesante en todo el disco desde el punto de vista exploratorio y también el único donde percibimos a un Kim Thayil verdaderamente desatado en la guitarra. 

Pues lo dicho, que King animal no alcanza el nivel de los más grandes trabajos de Soundgarden pero está lejos de ser un regreso mediocre. El álbum dejará satisfecho a todos quienes guardaron la ilusión del regreso de la banda durante quince años y seguro sobrevivirá con dignidad al paso del tiempo. ¿Habrá más de ellos de aquí en adelante? El tiempo hablará pero si este será el último paso, pues no queda si no agradecerlo y disfrutarlo como corresponde. 

¿Canciones? 'By crooked steps' + 'A thounsand days before', 'Bones of birds' y 'Rowing'

7,5 / 10 
¡Muy bueno!


viernes, 23 de noviembre de 2012

Deftones: Koi no yokan (2012)

"Lo han vuelto a hacer..."

Así como cuando escuchamos "Given to fly" entendimos que Pearl Jam era una banda a la cual el fenómeno "grunge" le quedaba chico, el día en que Deftones presentó "Be quiet and drive" muchos intuimos que esta no era una bandita más de nu metal. Y bueno, el tiempo confirmó aquello, tanto así que a estas alturas hablar de Deftones es precisamente hablar de madurez, es hablar de una agrupación que en base a talento fue capaz de desmarcarse por completo de cualquier movimiento de moda y generar alas propias para seguir adelante. 

Ya son 12 años desde aquel grandioso White pony (2000), su obra maestra indiscutida, mucho ha pasado bajo el puente (incluido el grave accidente que desde 2008 mantiene en coma a Chi Cheng, bajista de la banda), sin embargo, independiente de las direcciones que Deftones haya decidido seguir, hay un elemento de excelencia que en cada trabajo logra perdurar al punto de que, hasta el día de hoy, me parece que los tipos no han logrado sacar un mal disco.

Hablando de Koi no yokan tendría que decir que el álbum suena y se entiende como una perfecta continuación de su anterior trabajo, Diamond eyes (2010). En aquella ocasión la banda logró conjugar un coctel diverso de melodías que oscilaban entre temas potentes y otros más emocionales. Esta vez se han cargado más hacia la segunda opción, dejando de lado las canciones inmediatas que disparan a la médula e internándose en terrenos algo más oscuros y emotivos. En ese sentido Diamond eyes y Koi no yokan funcionan como álbumes claramente hermanados por su sonido, siendo este último quien cumple el rol de hermano mayor y más maduro.

El disco en el golbal contiene momentos dinámicos y directos, como es el caso de la excelente partida a cargo de "Swerve city", así como también será el caso de "Polterheist" , "Graphic nature" o "Gauze", sin embargo, la mayoría del disco trabajará bajo revoluciones más bajas, encontrando así el disco una serie de momentos que logran equilibrar potencia y desgarro en la medida perfecta, algo en lo que Deftones se mueve muy bien. "Romantic dreams" , una íntima "Emtombed", "Leathers" o las absolutamente magníficas "Tempest" y "Goon squad" son tremendos exponentes de lo que menciono. Por cierto, mención aparte merecen las interpretaciones de Chino Moreno. Probablemente estamos frente a su mejor trabajo vocal a la fecha.

Deftones la han vuelto a hacer y de gran manera. Si con Diamond eyes sonaron bien, con Koi no yokan han sonado mejor aún. ¡Aunque cuidado...! La tentación de volver a repetir el plato en unos cuantos años es grande y eso si que me parecería un error, creo que otro disco en la misma linea sería un tropiezo. Pero para que adelantarse, mejor disfrutar de este gran trabajo que nos han vuelto a regalar.

8,5/10
¡Excelente!

domingo, 18 de noviembre de 2012

Grizzly Bear: Shields (2012)


Otra banda que promete en grande. ¿O será que ya dejaron de ser promesa y con Shields ha llegado la hora de tomarlos en serio? Lo cierto es que si con su anterior disco, Veckatimest (2009), generaron ruido esta vez han logrado dar un paso enorme hacia adelante entregándonos el que hasta ahora es, para mi, su mejor trabajo. Con Shields, los Grizzly Bear escapan de una vez por todas de ese folk alternativo que marcaba su sonido para adentrarse en ambientes mucho más cargados a la psicodelia, aunque siempre manteniendo el tono suave de su música.  

Es un disco interesante desde la partida. "Sleeping Ute" combina sonidos electroacústicos con cambios de tiempos de manera impecable, al punto de lograr que el paso de canción a canción prácticamente no se perciba. Más tradicionales sonarán "Speak in rounds" y "Yet again", momentos en donde la banda demuestra que se manejan muy bien en lo melódico y el pop, son instantes en donde inevitablemente la influencia de Radiohead se muestra presente y evidente (¿recuerdan "Knives out" de Ammnesiac? ese es el sonido que acá sacan).

En la segunda parte del disco "The hunt" entregará el momento más melancólico del álbum mientras que los 6 minutos de "A simple answer" recuperan la exploración de tiempos y sonidos con la que el disco había comenzado. Para el final vendrá lo más difícil de digerir. La dupla "What's wrong" / "Gun shy" abusa un tanto con la calma y no cuenta con demasiados cambios, a diferencia de "Half gate" / "Sun in your eyes" que suenan tanto o más oscuras que las anteriores pero si darán giros en sus formas, creando un momento más atractivo. 

Me parece evidente que con Shields la banda quiso ampliar su margen de alcance intentando llegar a nuevos públicos (en mi caso lo lograron), de ahí que compusiesen el que hasta ahora resulta ser su disco más "tradicional", entendiendo por supuesto que la agrupación sigue funcionando dentro de un mundo que no aspira a llenar estadios como Coldplay. Sea como sea, estamos frente a un trabajo sólido, claro en su propuesta, bien producido, interesante en su sonido, con una serie de ambientes bien trabajados y logrados. Me parece que el disco pierde cierta fuerza pasando el 5to tema y eso le resta puntos. De todas maneras estamos frente a un álbum que vale la pena revisar. 

3.5 / 5 

SE AGRADECEN COMO SIEMPRE LAS VISITAS. NO OLVIDES VALORAR LA CRITICA O DEJAR ALGÚN COMENTARIO CON RESPECTO AL DISCO ACÁ ABAJO...

martes, 13 de noviembre de 2012

The Wallflowers: Glad All Over (2012)

"Nice..."

Viene bien de vez en cuando escuchar un disco que no pretende demasiado. El sexto álbum de The Wallflowers, banda liderada por Jacob Dylan (hijo del mítico Bob), suena agradable desde un comienzo, es fácil de escuchar y disfrutar, es un disco que yo diría tiene muy buena vibra y te deja de buen ánimo. De la mano de un rock suave, teclados juguetones, aplausos que marcan el ritmo y los susurros de Jacob, nos encontramos con un álbum que si bien logra sonar fresco al mismo tiempo desprende cierto dejo de resignación. ¡Es que claro! No debe ser nada fácil dedicarte a la música, vivir bajo la sombra de una leyenda como Bob Dylan y que a causa de aquello los discos de tu banda pasen prácticamente desapercibidos por el mundo.

La partida del álbum es dinámica, tiene buen ritmo y goza de un agradable rock & roll, "Hospital for sinners" y "Misfits & lovers" gustan en una primera pasada. Más adelante "Reboot the mission" y "It's a dream" funcionarán en la misma pegajosa linea mientras que canciones como "First one in the car" darán agradables pausas al trabajo. 

Probablemente Glad all over no figure a fin de año en ningún tipo de recuento, tal parece que Jacob se encuentra destinado a vivir en el anonimato de la industria, sin embargo el tipo ha vuelto a entregarnos un disco más que digno que gustará a quienes disfrutan con un rock sencillo, directo y algo retro.

6 / 10
Bueno, cumple.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Stone Sour: House of gold and bones, part 1 (2012)

"Esta vez va en serio..."


Slipknot está detenido, por lo que Stone Sour ha pasado a ser el proyecto principal de Corey TaylorLa banda que en algún momento representó el lado melódico del vocalista hoy es un espacio en donde el artista busca dar pasos adelante en su carrera. De ahí que House of gold and bones se perciba desde su primer acorde como el álbum más trabajado e interesante de la banda hasta el día de hoy. Y de paso uno que evidentemente busca tomar distancia con el sonido de su banda madre, aportando elementos más cercanos al hard rock y no tanto al metal. 

Pero... ¿es un buen disco? Si. ¿Y suena novedoso? No.

En este álbum nos encontramos con una bien pensada colección de temas. Algunos muy rockeros y potentes ("Gone sovereign", "RU486"), otros gancheros en donde las estructuras y los coros son absolutamente reconocibles ("Absolute Zero", "A rumor of skin""My name is Allen") y algunas baladas más emocionales ("The travelers", "Taciturn"). El ritmo del álbum es agradable, el rock se disfruta y me parece que nadie en su sano juicio podría afirmar el estar frente a un mal disco. Sin embargo, más allá de ser un trabajo efectivo y diverso, House of gold and bones no descubre nada nuevo, de hecho! este año yo escuché un disco de muy similar estilo y que en lo personal disfruté más, me refiero al regreso de Prong con Carved into stone (su crítica acá). 

Buen disco este de Stone sour, un álbum que deja la puerta abierta para que Taylor se decida a ir un poco más allá de lo correcto, esperaremos por aquello.

6,5 / 10
Cumple y algo más...

lunes, 5 de noviembre de 2012

Tame Impala : Lonerism (2012)

“Psicodelia dispuesta a hacer historia...”

"The Beatles, Pink Floyd y Cream teniendo sexo". ¿Suena bien, no? He leído muchas reseñas y críticas acerca de Time Impala en donde abundan los adjetivos. Y es que claro, resulta complicado definir a la rápida a una banda tan compleja, diversa e interesante. Sin embargo,  me he terminado quedando con aquella sencilla linea, expresada por un usuario cualquiera en You Tube y que creo define en gran medida el sonido de Kevin Parker, un australiano que debutó en 2010 con un viaje alucinante titulado Innerspeaker (si aún no lo disfrutas, acá lo puedes oír y acá lo puedes descargar), un disco que fue capaz de romper las barreras del indie para caer bien parado en distintos tipos de público ( muy bien criticado desde la Rolling Stone hasta Pitchfork) dejando la vara alta para el que sería el segundo trabajo de la agrupación. 

En palabras de Parker, el material para Lonerism comenzó a escribirse inmediatamente finalizado Innerspeaker,siendo idea inicial del compositor alejarse un poco del sonido de este, Parker ha mencionado que incluso pensó en participar en algún proyecto alternativo a Time Impala. Lo cierto es que las intenciones del autor logran apreciarse luego de darle varias pasadas a Lonerism. Este nuevo trabajo si bien le da continuidad al sonido psicodélico de Innerspeaker al mismo tiempo logra sonar más maduro y explorador en sus estructuras y sonidos

Es así como nuevamente se encuentra presente ese rock cargado a la psicodelia setentera; los teclados y las guitarras aparecen en canciones como "Apocalypse dream", "Mind mischief" o la absolutamente floydiana "Elephant", sin embargo, la mayoría del trabajo apunta esta vez mucho más allá. De esta manera nos encontramos con canciones derechamente desestructuradas, como es el caso de la hipnótica partida a cargo del susurro repetitivo de "Be above it" seguida de "Endors toi", la cual no alcanza a ser una canción como tal sino más bien un par de estrofas y un sucio solo de guitarra, mientras que la vocación beatlesca/melódica/pop de Kevin Parker aparece en la sección media del álbum con "Music to walk home by", "Why won't they talk to me" o "Feels like we only go backward", en ellas encontramos los coros y las melodías que en otros momentos escasean (arregladas a la Time Impala eso si). 

La experimentación vuela y se desata con los doce minutos que se viven entre la fascinante electrónica de "Keep on lying" y los tremendos juegos vocales de "Nothing that has happened so far...", completamente alucinantes ambas, mientras que el disco cerrará de manera íntima con "Sun's coming up", una balada muy muy muy Lennon, desde las notas en el piano hasta las voces. 

Time Impala es una banda que promete y en grande, no cualquiera es capaz de despacharse dos álbumes de tan alto nivel en solo dos años. Veremos co n los años si son capaces de soportar la presión del tercer disco (recientemente Girls, por ejemplo, no pudieron con ella y terminaron rompiéndose tras un soberbio  segundo álbum), por el momento seguimos disfrutando de estas dos maravillas que nos han regalado.

9/ 10 
Brillante!