"De más a menos..."
Con la llegada de internet y las tecnologías portátiles el mundo de la música cambió por completo. Hoy ya no necesitamos medios ni mega tiendas para oír y adquirir música, los sonidos se encuentran a un sólo click de distancia y nosotros somos nuestros propios programadores. El asunto viene con un drama bajo el brazo eso si: el fin de las grandes bandas. Si bien (aún) existen los Coldplay o Keane, son mayoría los Muse, Arctic Monkeys, The Killers, Animal Collective, Soulsavers, Doves, Editors, Franz Ferdinand o Kasabian, es decir, bandas que cuentan con un determinado prestigio pero no necesariamente cuentan con hits masivos de esos incontestables, digamos, un 'Billie jean' o 'November rain', canciones que hasta quien no conoce de música las conoce. El rock comienza poco a poco a perder popularidad y se vuelve un género de nicho. El dinero se logra actuando en vivo. Los códigos son otros. ¿Cuántas de las bandas jóvenes antes mencionadas sobrevivirán al paso del tiempo considerando este nuevo paradigma? ¿Alguna se volverá en banda de estadio? Pues el tiempo dirá...
Toda esta perorata inicial a propósito de Kasabian y su tercer disco. Los ingleses vienen de un par de álbumes sabrosos y llenos de vitalidad por lo que enfrentaban el desafío de la consolidación. Para esto han recurrido nuevamente a las guitarras y a la frescura del sonido, o eso al menos han intentado, aunque los resultados hablen de un disco que comienza maravilloso para lentamente ir dando señales de agotamiento.
Dentro de lo positivo se anota la sólida partida a cargo de 'Underdog', una que impone condiciones y presencia de entrada (¡vaya temazo!) seguida de una contagiosa y acústica, 'Where did all the love go?'. En adelante el ruido y los riffs enmarcados en dinámicas aceleradas volverán a aparecer en 'Fast fuse' (vaya exquisito mal rollo en este tema), no sin antes coquetear con la electrónica y la psicodelia en el instrumental 'Swarfiga'. La primera mitad del álbum resulta incontestable por tanto, sin embargo, en adelante este no logra sostener dicho nivel. Y si bien los aires orientales de 'Take aim' funcionan, así como la beatlesca 'Thick as thieves' , en adelante el disco se entrampa entre baladas como 'West ryder silver bullet' e intentonas psicodélicas fallidas estilo 'Vlad the impalar o 'Secret alphabets', dejándonos un trabajo que en el global muestra luces de aquella banda fresca y radiante que impactó con fuerza a mediados de década pero al mismo tiempo entrega señales de un pronto agotamiento que preocupa.
West ryder pauper lunatic asylum no es un mal disco pero si uno que va de más a menos, que ilusiona con su partida pero luego se debilita enormemente en el camino. Es su álbum más bajo a la fecha, hay que decirlo.
5,8 /10
Se queda corto...
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