domingo, 8 de junio de 2025

Imperial Triumphant: Goldstar (2025)

 "Vanguardia imprescindible..."

Si se trata de metal que mira hacia adelante y se sitúa a la vanguardia, pues Imperial triumphant tienen bastante que decir. Y es que en base a un sonido desaforado, caótico, experimental, técnico y disonante, este trío estadounidense se las han arreglado a lo largo de la presente década para volverse un imprescindible dentro de la escena, al punto de llevar varios álbumes al hilo realmente extraordinarios. Dicho lo anterior, estos tipos están tocados, claramente en estado de gracia por lo que con Goldstar lo han vuelto a hacer. Uno realmente no se explica cómo, pero lo han vuelto a hacer. 

Nos entregan así nueve canciones (que en realidad son siete + dos piezas breves de menos de un minuto) que se enmarcan dentro de lo más "accesible" que hayan compuesto en su carrera aunque no por esto perdiendo un ápice de identidad, es decir, volveremos a encontrar acá esa mixtura que entre una violenta oscuridad y el caos interpretativo, aunque esta vez complementada con momentos ligeramente melódicos y pasajes incluso emocionantes. Esto enmarcado además en una narrativa singular, pues la música de Imperial triumphant debe sonar podrida porque habla de una sociedad oscura, decadente y podrida por dentro, generando así un nexo coherente entre lo musical y el mensaje. 

Ahora, si un "defecto" se le podía achacar al anterior Spirit of ecstasy (2022) es que por momentos este se volvía pesado. Demasiado inaccesible. Y eso acá en Goldstar ha sido corregido, lo cual se aprecia a la perfección en una canción fantástica como 'Lexington delirium' (una vez más, con participación en dos líneas vocales de su fiel amigo Tomas Haake, baterista de Meshuggah), que debe ser lo más parecido a un single que han publicado hasta ahora, un tema que baja un tanto las revoluciones para centrarse en las lúgubres atmósferas que construye y donde hasta casi como que se distingue un coro (cuenta con un videazo además). Antes y después de esta la banda habrá desenfundado eso si su arista más agresiva, yendo directo al death y machaque constante mediante 'Eye of mars', luego con una curiosa 'Gomorrah nouveaux', donde complementarán el sonido con tambores y ritmos africanos, algo que volverán a desarrollar casi finalizando el disco en la curiosa 'Pleasuredome' (esta vez con participación en batería de otro mítico como Dave Lombardo), así como también apuntando a la histeria en los cuarenta segundos de 'NewYorkCity' junto a Yoshiko Ohara en voces. 

Ahora, pese a que todo lo anterior funciona, se distinguirán a lo largo del disco algunos momentos particularmente altos, como el sonido podridísimo que entrega 'Rot moderne', el derroche de intensidad en la espectacular 'Hotel Sphinx', que es donde mejor trabajan la disonancia a lo largo del álbum mientras emulan de manera genial la obra del compositor clásico alemán Händel ("III. Sarabande, HWV 437", para quien le interese saberlo), y ese cierre maravilloso a cargo de 'Industry of misery', siete minutos realmente brillantes que realizan en toda su recta final un guiño precioso y emocionante al 'I want you (she's so heavy)' de The beatles

Cada vez que Imperial triumphant lanza un álbum la sensación es la de estar ante lo mejor que han hecho. Eso hasta que llega el siguiente. Goldstar no ha sido la excepción, un disco que trae de regreso la propuesta caótica del trío, con la salvedad de que esta vez han matizado ese aparente desorden tan característico con ciertos riffs o estructuras reconocibles. El resultado es un álbum fascinante de comienzo a fin aunque también muy diverso, un disco perfecto que consolida a la banda como la verdadera joya moderna que son. Benditos sean... 

¿Canciones? 'Lexington delirium', 'Hotel Sphinx' y 'Industry of misery'.

10/10
Disco perfecto.


Otras reseñas de Imperial triumphant:

viernes, 6 de junio de 2025

Machine Head: Unatoned (2025)

"Poco inspirado y repetitivo..."

Si algo ha caracterizado la carrera de Machine head ha sido la irregularidad, expresada en un constante ir y venir donde rara vez se les han oído dos discos de buen nivel seguidos. Puede que la excepción a la regla la haya marcado la pasada por The blackening (2007) + Unto the locust (2011), sin embargo, desde entonces Robb Flynn (con su compañía de turno) ha acabado por dar pasos confusos, sin una dirección clara, como quien tantea terreno constantemente para ver si algo funciona. Y bueno, Unatoned se mueve en dicha línea, un nuevo álbum groovero que si bien (y como es costumbre) entrega momentos agresivos, esta vez se centra en los aspectos más melosos de la banda, lo cual no sería problema alguno si sonase efectivamente inspirado. Pero no es así. 

De esta forma, nos encontraremos acá una y otra vez con una fórmula bastante cliché dentro del género, dígase: tres minutos de estrofas aceleradas seguidas de coros melosos. Lo encontraremos en la partida a cargo de 'Atomic revelations' + 'Unbound' (bastante efectiva esta, que eso no se lo podemos negar al buen Rob), y más adelante en cosas definitivamente descaradamente melódicas (y repetitivas), como toda la pasada por 'Outsider', 'Not long for this world' y 'The scars won't define us' (muy artificial esta última, todo sea dicho). La segunda parte insistirá en las mismas teclas, incluso volviendo pesado un disco de tan solo diez canciones (+ dos interludios), ninguna de ellas particularmente compleja. 

Unatoned no es un desastre de disco pero si uno poco inspirado, repetitivo y obvio. Considerando el que no venían mal desde Of kingdom and crown (2022), el álbum no puede si no representar otro bajón en la carrera de Machine head. Y ya van...

4.5 /10
Nada muy especial... 


Otras reseñas de Machine head:

martes, 3 de junio de 2025

Sadist: Something To Pierce (2025)

 "Diversidad que escapa de lo obvio..."

Para quien no lo sepa, la carrera de Sadist data desde hace treinta años atrás. Los italianos comenzaron a inicio de los noventa a desarrollar un death metal bastante rústico, amateur incluso, con pequeños toques sinfónicos/dramáticos/terroríficos (aportados por el uso de teclados), sonido que fue lentamente encaminándose tras su regreso en 2007 hacia el death progresivo. En ese camino Hyaena (2015) es el disco clave, aquel con el que la banda pareció encontrar un renacer que fue confirmado por los sólidos Spellbound (2018) + Firescorched (2022), llegando así a este Something to pierce , el cual vuelve a dar muestras de una banda asentada en lo suyo pero siempre ansiosa por escapar a lo obvio y sorprendernos en la amplitud de su propuesta. En este, su décimo álbum, han sido capaces de complementar el peso y la técnica de su sonido con una serie de estructuras dinámicas, un trabajo de percusiones tremendamente diverso, además de atmósferas tétricas propias de su identidad. El resultado se percibe tan experimental como notable, y no puede si no aplaudirse por la valentía (y talento) que derrocha.

En dicho sentido, lo más tradicional que oiremos en todo el disco será la partida a cargo de 'Something to pierce', la cual da muestras de la arista más veloz, directa y agresiva de Sadist. Esto pues rápidamente la banda se lanza hacia sonidos muchísimo más sabrosos, como ocurre en 'Deprived' con ese ya mencionado interesante trabajo de percusiones (donde pareciera suenan unos bongós, algo que más adelante volveremos a oír tanto en 'The best part is the brain' casi cerrando el álbum). En adelante continuarán matizando el metal más duro realizando pausas acústicas en 'No feast for flies' o derechamente jugando a placer con las estructuras en 'Kill devour dissect' (donde se acercan a esas cositas que realizan unos Cradle of filth, por ejemplo) o la excelente 'The sun god'. De igual forma en 'Nove strade' se pasan al sonido tribal mientras que cierran el disco de manera elegante con el instrumental 'Respirium', recurriendo en esta a esas atmósferas de suspenso tan clásicas del sonido de la banda.

En medida que el disco avance identificaremos como el proyecto del genial Tommy Talamanca se esfuerza por equilibrar el peso del sonido (acá hay death metal por montón, de eso que no quede duda) con pausas o giros que incorporan una serie de momentos instrumentalmente ricos, lo cual acaba por distinguirle respecto a otras bandas de death progresivo. Something to pierce se enmarca por tanto como una muestra del presente de una banda que se niega a bajar el nivel y sigue mostrándose en plena forma. Aunque el mundo no se entere...

¿Canciones? 'Deprived', 'The sun god' y 'The best part is the brain' .

8,2 / 10
¡Excelente!

sábado, 31 de mayo de 2025

Cytotoxin: Biographyte (2025)

 "Estandarizados..."

Uno de los buenos referentes actuales del brutal death metal está de regreso. Bravo por eso. De la mano de sus temáticas centradas en desastres nucleares (por cierto, desde ya: mejor portada del año, o no?) estos alemanes fueron encontrando poco a poco mejores producciones, algo que se consolidó en un álbum como Gammageddon (2017) y confirmó posteriormente en Nuklearth (2020). Por esto mismo es que un disco como Biographyte deja sensaciones encontradas. ¿Suena bien? Si. ¿Técnicamente es sobresaliente? Absolutamente ¿Sorprende? Poco y nada. Y es que la banda a estas alturas pareciese encontrarse en un loop en donde se limitan a entregar un death rabioso cargado hacia la velocidad de sus temas, con un trabajo vocal impecable por parte de un Grimo que efectivamente transmite la oscuridad que la música requiere, sin embargo, habiendo dicho lo anterior, los matices son escasos por lo que inevitablemente sientes estar oyendo la misma canción una y otra vez. 

Sin ir muy lejos, la partida a cargo de 'Hope terminator' es de lo poco en el disco donde notamos que la banda intenta no caer en la monotonía cortando los tiempos durante el trayecto, dando muestras de un sonido afilado que desarrolla una notable técnica en velocidad de precisión quirúrgica pero que va sorprendiéndote con sus giros. Esto a diferencia de absolutamente todo lo que suena a continuación, pues desde 'Condemnesia' en adelante, salvo el curioso instrumental acústico 'Deadzone desert', todo el resto acelerará a fondo entregando un sonido potentísimo, lleno de ira pero que sinceramente les acerca más a un Cannibal corpse (aún más técnico, claro) que a un Archspire (evidentes referentes actuales cuando hablamos de técnica y brutalidad dentro de la música extrema), lo cual no es malo per se pero si creo les estandariza. ¿Qué hay buenas canciones? ¡Por supuesto que si! La brutalidad de 'Behind armored doors', por ejemplo, es un verdadero palazo al cerebro, mientras que si hablamos de momentos emocionales, ese solo final que integran de manera notable en 'Eventless horizon' se anota como uno de los momentazos del disco. Sin embargo, la masa que la banda propone es tan similar canción tras canción que inevitablemente el disco en medida que avanza se termina perdiendo en si mismo.

Dicho lo anterior, la duración del trabajo también es criticable pues si vas a entregar un disco tan monocorde donde cada canción apunta hacia donde mismo, ¿Cuál es el sentido de llegar casi a los cincuenta minutos de música? Entiendo que es el primer álbum que lanzan en cinco años pero trabajos así de lineales deben durar media hora y ya, el shot de vorágine debe ser eso, corto y rápido. El tequila no se degusta lentamente.

Biographyte en ningún caso es un mal disco, por favor, que músicos de este calibre son incapaces de componer algo pésimo. Acá todos los ingredientes que caracterizan el brutal death metal están presentes, sin embargo, falta el más importante de todos: la frescura. En dicho sentido, las comparaciones son odiosas pero retomar el sonido podrido que exudaba aquel ya lejano Plutonium heaven (2011) no les vendría mal...

¿Canciones? 'Hope terminator', 'Behind armored doors' y 'Eventless horizon'.

6,5 /10
Cumple y algo más...

jueves, 29 de mayo de 2025

Fractal Universe: The Great Filters (2025)

"Menos death, más progresivo ..." 

Si bien desde sus comienzos los franceses Fractal universe estuvieron ligados al death progresivo, jamás temieron el explorar diversas aristas dentro de su sonido, oscilando entre momentos muy técnicos y otros con un énfasis puesto en lo melódico, en ocasiones incorporando influencias propias del jazz así como elementos ligados al djent, toda una mixtura que pareció tocar techo en el fantástico The impassable horizon (2021), por lo que para este siguiente álbum altas expectativas habían. 

El caso es que ante el desafío los franceses han decidido durante cuarenta y cinco minutos profundizar su corriente más progresiva, abandonando (salvo contados momentos) su cercanía con el death, armando un conjunto de canciones que pretenden sonar complejas, que dan vueltas en términos de estructuras pero lamentablemente durante largos pasajes acaban sonando monótonas e incluso frías. 

Y si bien desde un comienzo advertimos peso en algo como 'The void above', rápidamente identificamos el como la banda decide ir diversificando la estructura del tema incorporando pasajes limpios y calmos los cuales se irán intercalando con aceleraciones, el problema, sin embargo, es la ausencia de momentos realmente emocionales, lo cual se mantendrá como tendencia a lo largo de todo el disco. Por lo mismo, canciones como 'The great filter' o 'Causality's grip' acaban sonando planas y genéricas siendo recién 'The seed of singularity' el primer tema que con sus coros marcados pareciese atrapar un poco (solo un poco) más. 

En dicho camino, es una canción como 'The equation of abundance' acaba por desnudar por completo el problema del disco: en ella tenemos tres minutos iniciales realmente aburridos que se interrumpen con un pasaje más cargado al death, que es precisamente cuando mejor se siente a la banda, lo mismo con 'Specific obsolence''Dissecting the real', también temas que insisten en secciones limpias y sesudas que se cortan con pasajes guturales, nuevamente siendo estos los más disfrutables.

En definitiva, en esos pocos momentos donde The great filters muestra destellos de esos Fractal universe más desquiciados es cuando más atractivo suena, sin embargo, gran parte del trámite lamentablemente abraza más bien el rock progresivo sin jamás generar algo especialmente llamativo. No es un mal disco pero si un bajón respecto a como venían...

¿Canciones? 'The equation of abundance'.

6 / 10
Bueno, cumple...


Otras reseñas de Fractal universe:

domingo, 25 de mayo de 2025

Behemoth: The Shit Ov God (2025)

 "Manteniéndose activos..."

Seguir calentándose la cabeza con Behemoth es un verdadero sin sentido pues dicho en simple: lo mejor de la banda ya quedó atrás, ya sea en Demigod (2004) como claro exponente de su primera era o diez años después mediante The satanist (2014) abriendo una nueva. Pero ya está. En adelante hemos tuvimos a la banda explorando tiempos más bajos en I loved you at darknest (2018) para luego lanzar un álbum bastante estándar como Opvs contra natvram (2022), con el cual pretendieron retomar su arista más agresiva. En dicho sentido este The shit ov god se mueve entre medio, equilibrando canciones cercanas a un metal más duro con otras de tono comercial y repetitivo, generando un conjunto que no molesta pero tampoco impacta. Uno además bastante breve (solo ocho canciones en poco más de media hora, algo que uno no sabe si agradecer o lamentar), lo cual habla también de un disco que parece haber sido lanzado sin tener demasiadas ideas nuevas que mostrar, asunto que se transmite las canciones que lo componen. 

Para muestra está la primera mitad del álbum, abriendo con algo como 'The shadow elite' que si bien muestra los dientes con su agresividad, no deja de ser una canción de metal popero centrada en la repetición de su coro, algo que se corrobora además con las jugarretas teatrales de 'The shit ov god' + 'Lvciferaeon', singles evidentes del disco y que funcionan como ejes centrales del álbum (por algo también son las únicas tres que están interpretando en vivo en sus conciertos de 2025). Ahora, como la banda tiende a buscar el equilibrio, complementará estas pasadas con cosas más oscuras en 'Sowing salt', 'To drown the svn in wine' o Nomen barbarvm', las cuales les acercan a su etapa dosmilera y con ello cumplen su objetivo.

Ya en la recta final acabarán con las dos piezas más interesantes de todas, primero la bajada de revoluciones de 'O Venvs, come!' (buscando la épica en modo The satanist claramente) y una densa 'Avgvr (the dread vvlture)', correcto cierre para un trabajo breve que entrega pinceladas de acá y allá con el claro fin de complacer a todo el mundo. 

La popularidad tiende a venir de la mano con la necesidad de mantenerse publicando discos con el único fin de sostener la máquina en marcha. Y bueno, Behemoth desde hace una década al menos pareciese encontrarse ahí, manteniéndose activos más que nada.

¿Canciones?  'Sowing salt' y 'O Venvs, come!'.

6,5 /10
Cumple y algo más...


Otras reseñas de Behemoth:

viernes, 23 de mayo de 2025

Destruction: Birth Of Malice (2025)

 "El auto homenaje de turno..."

Cada vez que oigo un álbum de una banda con historia dentro del thrash o el death metal acabo con la misma sensación, la de estar escuchando una eterna competencia consigo mismos, un esfuerzo desenfadado por demostrar que "aún son capaces" de componer un álbum a la altura de aquellos publicados treinta o cuarenta años atrás. Es como si Metallica durante toda su carrera hubiese imitado al Kill'em all (1983). En el caso de este Birth of malice nos encontramos frente a un Schmier que ha logrado sostener a una formación de músicos por unos cuantos años (2018/9 hasta ahora) lo cual explica el fiato de un álbum que suena impecable (vaya joya de producción) y en términos de ejecución tampoco falla entre los riffs afilados del argentino Martin Furia y el desenfado constante en la batería del canadiense Randy Black, sin embargo, lo dicho: que el disco es un constante guiño a la nostalgia. 

De que lo hacen bien, no cabe duda, y quienes den play acá buscando aceleración a fondo y el desarrollo de la técnica en velocidad la encontrarán en toda la primera parte del disco, destacando cosas como 'Cyber warfare' , 'No kings - no masters' o 'God of gore', las cuales no dan respiro al oyente, aunque mi favorita desde la primera vez que oí el disco ha sido 'Scumbad human race', donde desaceleran un tanto y construyen peso sobre algo más cercano a un medio tiempo. Esta última anticipa también lo que será la segunda parte del álbum, mucho más lenta respecto a la primera y cercana a un heavy metal tradicional y melódico en toda la pasada por 'A.N.G.S.T', 'Dealer of death', 'Evil never sleeps' o 'Chains of sorrow', siendo recién en el cierre a cargo de 'Greed' y 'Fast as a shark' (tributo a otros titanes alemanes como Accept) cuando vuelven a acelerar.

Birth of malice es un nuevo buen álbum de Destruction realizando el auto homenaje de turno. Luce algo desbalanceado considerando su primera mitad cargada a la velocidad y una segunda bastante más lenta, pero está siempre bien ejecutado y seguro dejará satisfechos a los fans. Ahora, verdad sea dicha, no hay algo acá que no podamos oír en cualquiera de los chorrocientos discos que han lanzado desde su regreso en 2000 a la fecha.

¿Canciones? 'No kings - no masters' y  'Scumbad human race'.

6,9 /10
(Muy) bueno.


Otras reseñas de Destruction: