martes, 14 de diciembre de 2010

Halford: Made of metal (2010)

"Grata sorpresa..."


¿Qué tal un poco de metal? Dejaré un tanto de lado el indie para enfocarme en una serie de discos editados este 2010 y que estuvieron cargados al lado más duro del rock and roll. Y que mejor manera de comenzar esta serie que dándome un gusto personal comentando el último trabajo del señor Rob Halford. Un tipo que en lo personal admiro muchísimo. Vocalista de una de las bandas más grandes de la historia del heavy metal, Judas priest, interesantes trabajos en solitario junto a sus proyectos Fight, Two y Halford. Si hay algo que definitivamente no le ha faltado a la carrera del Metal God son agallas y ganas de sorprender. Eso independiente de que en ocasiones halla acertado y en otras definitivamente no.


Y bueno, fue a comienzos de este 2010 cuando nos enteramos de la noticia de que Rob volvía a reclutar a sus viejos amigos con objeto de grabar un nuevo disco, el cual vendría a suceder al poco afortunado proyecto de rock navideño de 2009 titulado "Winter songs". Las dudas creo que a muchos nos rondaron por la cabeza pues para nadie es secreto que el poderío vocal de Rob se ha visto mermado en los últimos años y esto inevitablemente tiende a limitar sus trabajos (los años pasan para todos lamentablemente, incluso para los más grandes). Por si fuese poco a mitad de año conocimos la horrible portada del disco (¡De pésimo gusto!) y un tema promocional muy discreto titulado tal como el disco: "Made of metal". Es decir, esto no pintaba bien y en lo personal temí encontrarme con un álbum editado por cumplir con el sello y que aportase poco o nada a la discografía del vocalista.


No podía estar más equivocado. La sorpresa fue total cuando tuve la oportunidad de oír el disco completo. "Made of metal" es un compendio de excelentes canciones, muy regulares entre si y que logran abarcar durante 62 minutos de manera notable esos elementos tan característicos de la carrera de Rob Halford. La verdad es que el disco es un manjar, con un sonido cargado al heavy metal clásico y melódico (sin duda alguna de todos sus trabajos en solitario este es el que más suena a Judas Priest) pero que a la vez se da el gusto en distintos momentos de entregar canciones que se salen un tanto de los límites.

Los fuegos se abren con la excelente "Undisputed" , la cual de inmediato nos habla de un disco dinámico, lleno de energía y que de inmediato despeja dudas en cuanto a la calidad vocal de Rob. Independiente de que ya no pueda con esos chillidos agudos inmortalizados en canciones tales como "Painkiller", "Into the pit" o "Screaming in the dark", el hombre aún encuentra argumentos para sacar aplausos. Acá, por ejemplo, realiza una escalera vocal realmente memorable.


Aparece a continuación "Fire and ice", la cual comienza con una batería que recuerda muchísimo a ese clásico llamado "Freewheel burning" seguida de una melodía muy directa. Una verdadera oda al heavy metal ochentero y un tremendo comienzo de disco.

El tema que le da nombre al disco, "Made of metal" realmente aporta poco y en lo personal me estorba dentro de la primera parte del álbum. Sobretodo considerando lo que suena a continuación: una potente "Speed of sound" seguida de la ENORME "Like there's no tomorrow", con un coro en ascenso y que muestra hasta donde Halford puede llevar su sonido. Sencillamente grandiosa. Por si fuese poco, este primer gran momento que encontramos en el disco se mantiene muy en lo alto gracias a "Til the day I die", la cual luego de un comienzo muy a lo Bon Jovi (si, tal cual) agarra fuerza de a poco. Excelente.

Acá uno de los mejores temas del álbum: "Like there's no tomorrow". ¡Ojo con el video, ya que parte importante de este fue grabado durante el recital que Halford ofreció en Chile recientemente!


La segunda parte del disco no baja demasiado el nivel lo cual es un mérito siempre importante en un disco de Heavy Metal. De una u otra manera Halford se las arregla para no volverse monótono. Es así como el álbum se encumbra muy alto gracias al rock melódico de las románticas "We own the night" , "Thunder and lightning" y se deja correr con las efectivas "Hell razor" y "Matador". Como siempre, Halford deja espacio dentro de sus discos para demostrar cierta sensibilidad. Acá una sección más íntima aparece con "Twenty five years" y "I know we stand a chance", la primera me parece que cumple pero la segunda creo que no está a la altura. Es otro de los temas que me sobran en el disco y que me parece marcan el único defecto que le puedo encontrar al álbum: con sólo 11 o 12 canciones el disco habría quedado absolutamente perfecto, sobran al menos 3.

Curiosamente cuando pensábamos que eso era todo nos encontramos con que para el final Halford nos tenía preparada una sorpresa, se trata de "The mower" un afilado tema que recuerda muchísimo la época de Fight y ese sonido absolutamente demoledor que Rob desarrollo en los 90's con claras influencias de bandas como Pantera. Siendo honestos, me parece que ninguno de nosotros creía que el Metal God aún fuese capaz de desarrollar un tema como este. Sencillamente brutal.

El tremendo cierre a cargo de "The mower". Valla regalo ¡Disfrútenlo!



No se cansa Halford de sorprender. Cuando dejó Judas Priest a comienzo de los 90's muy pocos creyeron que haría algo bueno. Pero ahí lo tuvimos en su proyecto Fight. Cuando se alejó del metal y trabajó un disco electrónico junto a Trent Reznor en 1998 muchos lo dieron por muerto. Pero resucitó y de que manera a comienzos de la presente década. Ahora cuando en 2009 editó "Winter Songs" nuevamente se le dio por acabado . Pero acá lo tuvimos, más vivo que nunca y realizando un disco que aporta dentro de su discografía, que nos invita a disfrutar en vida el sonido de una leyenda del metal. Uno que para muchos (me incluyo) es LA VOZ del metal.

7/10
Muy bueno.

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