martes, 28 de febrero de 2023

Pink: Trustfall (2023)

"De manual..." 

Con una carrera consolidada y una montonera de hits bajo el brazo no deja de resultar curioso el posicionamiento de Alicia Beth Moore, a.k.a Pink, en la escena pop de los últimos veinte años. Las razones de su relego a un segundo plano y esquivo reconocimiento masivo pueden, sin embargo, encontrarse quizás en la escucha de este, su más reciente Trustfall, otro álbum correcto e inofensivo que se agrega a su lista. Un disco bien trabajado que enlaza constantemente baladas e invitaciones al baile pero en contadas ocasiones suena con suficiente filo como para romper la barrera que separa el hit de la verdadera trascendencia.

Trustfall es por sobre todo un álbum de manual, que abre como este dice deben abrir los discos, con una sentida balada al piano como 'When I get there', donde la vocalista reflexiona respecto a la ausencia ("Oigo un chiste y pienso tu lo habrías contado mejor...") y la pérdida en un correcto tono cristiano ("¿Hay un bar allá arriba? ¿Dónde tienes tu silla favorita? ¿Hay una canción que no puedes esperar a compartir? Si, lo sé. Me lo dirás cuando yo esté allá") para luego dar paso a la dinámica exquisita de 'Trustfall' (la canción), un hitazo incontestable, emotivamente contagioso. De lo mejor incluso que ha cantado en su carrera y el camino que quizás este álbum debió seguir. Lamentablemente nada más en el disco alcanzará estas cotas pues desde acá se sucederán (¡demasiadas!) baladas melosas a más no poder como 'Turbulence', seguida de colaboraciones totalmente prescindibles en 'Long way to go' (junto a The lumineers) o la folk 'Kids in love' (con First aid kit), tras las cuales al disco lo habremos abandonado, por tibio y la excesiva comodidad que transmite.

No mejorarán demasiado las cosas con 'Never gonna not dance again', una que si se la pasaban a Maroon 5 nadie se sorprendía y si 'Runaway' nos trae de regreso es únicamente porque abre tributando al beat de 'Maniac' (el clásico ochentero de Michael Sambello), aunque luego el tema pase a ser cualquiera que podría estar en voz de Bruno Mars, The WeekndColdplay. Y bueno, ya en recta final ni hablar, el asunto con sus mejores cartas (?) ya mostradas se remite a terminar en la completa intrascendencia.

No podríamos afirmar que Trustfall es un espanto de disco si no algo mucho peor: uno excesivamente acomodado y carente total de filo. Esto viniendo de parte de una artista que alguna vez jugó a ser "la dura del pop", que decir, suena a total falta de identidad. Quizás en esa ambivalencia se encuentre la respuesta a la escasa repercusión que genera una artista a la cual, al menos, hits no le faltan.

¿Canciones? 'Trustfall' y 'When I get there'.

5/10
Nada muy especial.

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