viernes, 30 de diciembre de 2022

Arch Enemy: Deceivers (2022)

 "Limitado por sus afanes comerciales..."

Con veinticinco años de carrera no vamos a pedirle a una banda como Arch enemy que venga a reinventar la rueda o su sonido. Los suecos funcionan desde hace un buen rato como una máquina perfectamente engrasada, de la mano de un death melódico bastante comercial que persigue más que nada mantener contenta a su fiel fanaticada. Deceivers por tanto juega ahí, un disco que explota de buena manera una fórmula que aún no parece agotarse (alo? Amon amarth?), saca partido al registro de una Alissa White-Gluz que luce cómoda al frente de la banda y a las sólidas composiciones del guitarrista Michael Amott, a veces secundado por la vocalista y en ocasiones por el batería Daniel Erlandsson.

El disco en general es veloz, potente y bien producido, abriendo en plan heavy metal con 'Handshake with hell', aunque haciendo un quiebre brusco previo al minuto final donde se desatan con dos solos melódicos, superando así los cinco minutos de duración. Cosas como estas se repetirán a lo largo del álbum, con partidas tremendamente obvias pero donde la estructura sabrá encontrar un giro interesante, ocurre cuando 'Deceiver, deceiver' inicie su galope (a partir del 1:40), en 'The watcher' en toda la sección intermedia (2:20 - 3:40) o en las breves pasadas sinfónicas de 'Sunset over the empire'

El disco por tanto desprende esa sensación de "gusto a poco", de encontrarse limitado por los afanes comerciales de la banda, probando entre fórmulas probadas (bien compuestas y ejecutadas, 'House of mirrors' es otro claro ejemplo de lo bien que manejan el concepto) que incorporan suficiente diversidad como para seguir ahí, pero sinceramente... no mucho más.

¿Canciones? 'Deceiver, deceiver' y 'House of mirrors'.

6,5 / 10
Cumple y algo más...

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