miércoles, 25 de agosto de 2021

The Killers: Pressure Machine (2021)

"Hacia adentro..."


Tras un álbum de buena acogida como Imploding the mirage (2020), que sirvió para traer de regreso las esperanzas sobre The killers tras un par de discos que poco dejaron más allá de alguna canción, se vino la pandemia y con ello, el silencio y la imposibilidad de mostrar el trabajo sobre los escenarios. Si a eso sumamos el que la banda viene bastante quebrada en lo interno, resultaba esperable el que Brandon Flowers se fuese hacia adentro en la búsqueda de inspiración, asunto que acabó derivando en Pressure machine, un álbum que el vocalista dedica al pueblo donde pasó su adolescencia (Nephi, una pequeña localidad rural en Utah) en tonos folk y reposados, lejos, muy lejos de la tradicional búsqueda del himno que suele abordar la banda.

Es un disco de historias el que Brandon nos presenta, de su historia en un pueblo donde "todos se conocen", y donde previo a cada canción se presenta un relato introductorio que corre por parte de algún habitante del pueblo. La portada misma habla ya de las tonalidades que el álbum abordará, oscuras y melancólicas, muy Bruce Springsteen por lo general, como ocurre primero en la soberbia 'West hills', donde el vocalista conecta de manera impecable entre una mandolina y guitarras eléctricas que van abriéndose camino en medida que el tema avanza, y luego en la sencilla pero efectiva 'Quiet town', que coordina guitarra acústica + harmónica. 

Por supuesto que dado el carácter del álbum nadie debería ir a darle play buscando a los killers de siempre, sino a unos mucho más introspectivos y donde todo parece estar permitido, de ahí canciones absolutamente desnudas como 'Terrible thing' o 'Runaway horses', entre las cuales Brandon regalará los momentos más ricos en materia melódica del álbum: 'Cody' (maravilla de coro) + 'Sleepwalker'. Y así, durante su recorrido el disco continuará oscilando entre pasajes íntimos como 'Desperate things' , medios tiempos como 'In another life' y otros que se lanzan decididamente a la dinámica como 'In the car outside', la única del disco que conecta declaradamente con el sonido del antecesor Imploding the mirage.

Pressure machine podría perfectamente haber sido el tercer álbum en solitario de Brandon Flowers, pero él más que nadie sabe que este conjunto de buenas canciones llegarán a más gente bajo el nombre de The killers. Como sea, vale la pena el pasar por un trabajo como este, uno de los tantos que llegaron a existir solo gracias a la pandemia pero que lejos de sonar forzado entrega una facción diferente de la banda, reposada pero siempre interesante en materia de arreglos, fuera de confirmar a Brandon Flowers como el tremendo vocalista que es y un compositor que continúa creciendo.

¿Canciones? 'West hills', 'Cody', 'Desperate things'.

7/10
Muy bueno.


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