"Cambia positivamente el tono..."
El éxito obtenido por el precioso On an island en 2006 entregó un nuevo aire a David Gilmour y de paso la oportunidad de recorrer parte importante del mundo promocionando dicho álbum, dejando de hecho registro oficial en dos oportunidades (acá y acá). Posteriormente, la lamentable partida de Richard Wright lo motivó a resucitar a Pink Floyd y bueno, no ha pasado demasiado y ya tenemos al genio inglés de regreso con Rattle that lock, que en estricto rigor corresponde a su cuarto álbum completamente solitario.
La vara estaba arriba, eso hay que mencionarlo de entrada. On an island fue un álbum que pocos se esperaban por lo que puede a muchos las expectativas les jueguen en contra a la hora de valorar este disco, uno donde el guitarrista se ha propuesto elevar la experiencia, nuevamente con Phil Manzanera en la producción, Polly Samson (su mujer) en las letras o Crosby + Nash colaborando en alguna canción, y hasta cierto punto podríamos afirmar que la jugada la ha conseguido pues Rattle that lock está lejos de ser un calco de su antecesor, sino más bien un trabajo que apuesta por la diversidad, siempre de la mano de su sello inconfundible, claro.
Dentro de lo "reconocible", encontramos acá piezas realmente preciosas, aquello es innegable. La introducción a cargo de '5 a.m' y el cierre con 'And then...' , por ejemplo, son dos momentos que se mueven en la linea clásica del autor, imponiendo su guitarra sobre ambientes melancólicos y emocionando hasta los huesos. Se agradecen también las pasadas un tanto más alegres que lo habitual, presentes en el excelente single 'Rattle that lock' (la canción) o 'Today', que inevitablemente nos recuerda los tiempos del Pink floyd en plena era Division bell, algo parecido a lo que ocurre en la tétrica 'Faces of stone', aunque esta vez en tonos muchísimo más siniestros.
Otra en donde Gilmour hace lo que mejor sabe hacer es 'In any tongue', enorme, oscura e intensa, así como en 'A boat lies waiting' apostará por esos momentos vocales tan característicos y marca de la casa. Ahora, si bien a lo largo del álbum encontramos una serie de momentos que nos conectan con la indiscutible mano del guitarrista, habrá espacio en este para canciones que exploran fuera de la caja en términos de arreglos, como es el caso de 'Dancing right in front of me' o el coqueteo con el jazz que se vive en 'The girl in the yellow dress'.
En definitiva, Rattle that lock entrega una fuerte dosis de David Gilmour en su esencia y completamente a gusto, no por nada el guitarrista está interpretando prácticamente la totalidad del álbum en su recién iniciada gira de promoción. Ahora, lejos de repetir el plato el guitarrista se ha propuesto elevar un tanto las atmósferas y proponernos un viaje más diverso respecto a lo que fue On an island. El resultado es un verdadero regalo, quizás no completamente redondo pero si uno que justifica el tiempo que se hizo esperar.
¿Canciones? '5 a.m' , 'Faces of stone', 'In any tongue' y 'Today'.
7,8 /10
¡Muy bueno!