viernes, 6 de marzo de 2015

Steven Wilson: Hand.Cannot.Erase (2015)

El último de los genios.

Lo conversaba hace poco via twitter: ¿Es Steven Wilson el último de los grandes creativos en activo que nos va quedando? Es altamente probable que así sea,  no se me ocurre otro tipo que en este momento esté pensando la música al nivel en que el británico lo está haciendo. Y si en 2011 golpeó con fuerza la mesa gracias al ambicioso Grace for drowning fue con The raven that refused to sing (2013) donde definitivamente acabó por convencer a todos del extraordinario momento que vive. Y si en aquella ocasión Wilson quiso rendir un homenaje a los próceres del progresivo setentero (¡y vaya homenaje!), con Hand. Cannot. Erase el hombre llega para demostrar que es capaz de seguir componiendo mirando hacia adelante. Como si fuese necesario...

El álbum se encuentra inspirado en la historia de Joyce Vincent, la mujer que murió sola en su hogar en 2003 pero de cuya muerte nadie se enteró sino hasta tres años más tarde. Estamos así frente a un disco que durante su extensión posee una carga emocional no menor y aquello se expresa en cada una de las letras con que cuenta, la mayoría de ellas centradas en el tema de la soledad y la nostalgia. Musicalmente, sin embargo, el álbum es muchísimo más diverso en sus direcciones e indaga sobre múltiples sonidos que son desarrollados con una maestría que conmueve. Mención especial merece la banda que lo acompaña por segundo álbum consecutivo y la exquisita producción con que el disco cuenta, la cual permite disfrutar en todo su potencial cada una de las brillantes ejecuciones que el disco presenta.

Pero hablemos de las canciones, que es lo realmente importante acá. El disco abre en calma con una breve introducción de piano titulada 'First regret', la cual da paso a los diez minutos de '3 years older', que es progresivo clásico puro y del mejor. Si disfrutaste con el anterior álbum acá seguramente encontrarás otro momento alucinante. Mucho más amable es 'Hand cannot erase' (la canción), que cuenta con una reconocible y tradicional estructura, llena de fantásticas explosiones. La primera parte del álbum cierra con la pasada por 'Perfect life' y 'Routine', dos piezas increíbles que abordan ambientes muchísimo más íntimos y que cuentan además con la impecable participación de la israelí Ninet Tayeb en voces . Por cierto,  'Routine' debe ser lo más hermoso que he escuchado en mucho tiempo.

'Home invasion' y 'Regret #9' (que en realidad son una sola pieza de quince minutos) abren una segunda parte mucho más oscura y densa del disco en donde nuevamente se retoma el progresivo trabajando con múltiples teclados y guitarras a la par, solos instrumentales que se suceden entre si y tiempos que varían constantemente. Debe ser el momento instrumentalmente más brillante del disco. Posteriormente 'Transience' es una dulce melodía acústica que da paso a los trece contundentes minutos de 'Ancestral', otro viaje en donde Wilson explora diferentes lugares musicales y se le percibe siempre a gusto, atención al fenomenal cambio de velocidad que el tema vive pasando los ocho minutos, un momentazo de primera. El cierre llega de manera mucho más armónica gracias a la sentida balada 'Happy returns' seguida de 'Ascendant here on...', que luego de tanto instrumental llegan para devolverle al disco el toque de cercanía con el que este había comenzado.  

Cuesta encontrarle "peros" a la experiencia que Steven Wilson nos entrega con Hand. Cannot. Erase (quizás el ritmo por momentos se vuelve algo espeso), un trabajo conceptual que musicalmente es impecable, creativo y se encuentra ejecutado de manera soberbia. Lejos de la frialdad que algunos suelen atribuirle al género progresivo Wilson logra con su disco emocionar y conmovernos al punto de sentirnos afortunados de poder disfrutar de su talento en plenas condiciones. Serio candidato desde ya a ser el disco del año. 

9,5 /10
¡Brillante!


Otras reseñas de Steven Wilson:

4 comentarios:

  1. discazo por donde se le mire, candidato a disco del año inmediato. cualquier otro "genio" que se viene a la cabeza esta un par de peldaños mas abajo, a la rapida se me ocurre Trent Reznor como alguien semi comparable... es una conversacion inutil pero entretenida.

    ResponderEliminar
  2. Junto a Wilson y Reznor, me gusta pensar que Mike Patton también es uno de esos genios aplicados, y tal vez en menor escala, Damon Albarn.

    Hace años dejé un poco botado a Porcupine Tree por el exceso de discos y falta de tiempo, pero siempre me ha atraído. Había descargado la discografía solista de Wilson pero no le había puesto mucha atención; hoy temprano, mientras leía un capítulo de 20th Century Boys me dediqué a escuchar este disco. Que manera perfecta de calzar con el día lluvioso, sin duda lo escucharé de nuevo.

    ResponderEliminar
  3. Sin dudas un disco que enamora por todas partes. Simplemente una obra maestra

    ResponderEliminar