martes, 30 de mayo de 2017

Linkin Park : One More Light (2017)


Nunca me agradó Linkin park, me parecieron siempre una banda del montón que intentó subirse al carro del nu metal a comienzos de siglo con meras intenciones comerciales. Ahora, ¡mal no les fue! Independiente de que musicalmente jamás hayan sido un aporte, más allá de ser unos malos clones de Korn, los tipos generaron venta e incluso continúan girando en base a los hits que metieron durante el par de años en que su manoseada fórmula voz chillona + voz melódica + coros contagiosos funcionó. Sin embargo, cual chicle de fresa, la banda a muy poco andar se quedó con poco y nada que decir, por lo que sus últimas entregas no han resultado sino trabajos predecibles y olvidables. Pero una cosa es que un álbum sea malo y otra vergonzoso...

El caso es que alguien dentro del especial universo de la banda debe haberles recomendado el pasarse al pop dado que con las guitarras el asunto no estaba yendo bien y ellos, muy obedientes acá están, superándose a su mismos y entregándonos el que con seguridad será el disco más espantoso de 2017. Y no es que en lo personal no disfrute con un disco de pop (basta revisar un rato mi blog para constatar que acá yo comento de casi todo) pero lo de One more light no resiste análisis, hablamos de un conjunto de temas sin alma, sin gancho, ridículamente vacíos. Baterías electrónicas, un Chester Bennington que intenta re inventarse cumpliendo su sueño húmedo de ser un boy band pero fracasa rotundamente por la sencilla razón de que los temas que componen el disco son aburridísimos, sin siquiera un coro rescatable. 

Experimentos fallidos en la historia de la música hay cientos pero muchos de ellos contaron con intenciones nobles, lo de Linkin park es una burla, yo al menos después de esto espero no volver a regalarles un minuto más de mi vida. No lo valen.

1.0 // Espantoso

Otras reseñas de Linkin Park:
2014 // The hunting party

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