martes, 8 de febrero de 2022

David Bowie : Toy (2001 / 2022)

"Certera búsqueda de inspiración..."

Como si de una pieza teatral se tratase (y mucho de eso tuvo), David Bowie le dio un carácter único a su carrera al saber meterse a cada década con un traje diferente. Y si durante los noventa coqueteó con la electrónica y la oscuridad industrial mediante la pasada Black tie, white noise (1993) + 1.Outside (1995) + Earthling (1997), comenzando el Siglo XXI giró hacia un rock mucho más orgánico, natural y adulto, algo que se expresó claramente en un álbum como Heathen (2002) e incluso muchos años más tarde en lo que fue The next day (2012). Ahora, en ese notable salto creativo, un álbum como 'Hours...' (1999) funcionó como bisagra y por lo mismo quedó relegado al olvido como un disco de transición poco logrado. Sin embargo, la idea de Bowie siempre fue insistir en dicho camino, de ahí que en 2001 se metiese al estudio junto a su banda en la tarea de  recuperar una serie de canciones más o menos desconocidas de sus primeros años, básicamente el período 1964-1971 (cuando el hombre se presentaba al mundo como todo un caballero inglés). El objetivo del vocalista era conectarse con la vibra de aquellos años, recuperar inspiración reviviendo el alma de dichos temas, aunque dotándolos a la vez de una producción moderna. Y eso es lo que hizo.

En dicho sentido, Toy es efectivamente lo que llamaríamos "un disco para fans". No tanto de Bowie, sino de la música. Y es que estas canciones se enriquecen cuando hacemos el ejercicio de ir por las originales, cuando oímos lo que efectivamente Bowie logró con varias de ellas. Es el caso, por ejemplo, de 'I dig everything', 'You've got a habit of leaving me' o 'Karma man', las cuales fueron despojadas de esos arreglos ultra melosos sesenteros para adoptar un sonido mucho más áspero (aunque si, a la primera le sobra al menos un minuto). También Bowie triunfará al recuperar la energía de 'Can't help thinking about me', que además fue la canción que propició este proyecto pues la tocó junto a su banda en un VH1 Storytellers de 1999, instalando desde entonces la idea de recuperar la música de sus inicios. 

A su vez, habrán otras en donde el artista respetará la vibra de la original, básicamente porque a estas no había mucho que agregarles pues eran perfectas así como estaban. Se entiende, sin embargo, que sintiese que canciones como 'London boys', 'Conversation place' o la hermosa 'Shadow man' necesitasen otra oportunidad, pese a que su rango vocal en 2001 no fuese el misma que treinta años atrás.

Como "pero" del álbum (además de la horrible portada) cuenta el nudo de este, muy estándar y poco efectivo en toda la pasada por 'Let me sleep beside you', 'Hole in the ground' y 'Baby loves that way', aunque el asunto recuperará nivel en la notable 'Silly boy blue', que en su tono melancólico funciona perfecto como cierre junto a 'Toy (Your turn to drive)', por cierto, la única canción inédita que compuso el álbum y también la demostración de que la inspiración estaba ahí, de regreso. 

En este 2022 y con motivo de los 75 años que habría cumplido Bowie, este álbum llega a nosotros (aunque en 2011 ya se había filtrado y los fans más cercanos lo conocían). La historia oficial, sin embargo, contará que el disco fue rechazado en su momento por Virgin Records y que Bowie en lugar de dar la pelea optó por centrarse en la composición y grabación de lo que posteriormente sería Heathen (que en junio cumple 20 años por lo que espero escribir algo al respecto)Quien sabe, quizás con la sola grabación del álbum el objetivo ya se había conseguido para el artista...

¿Canciones? 'You've got a habit of leaving me', 'Shadow man', 'Can't help thinking about me' y 'Toy (your turn to drive')'

7,9 / 10
Excelente.

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