viernes, 25 de febrero de 2022

Tears For Fears En 7 Canciones.

Hoy viernes 25 de febrero de 2022 es un día especial. O bueno, al menos para mi. Tears for fears regresa con nueva música tras 17 años de silencio. Así que mientras oigo el nuevo álbum y me dispongo a escribir al respecto, que mejor que calentar el ambiente realizando un repaso rápido por la carrera de los ingleses (¡que fue muy breve además!), recordar los seis álbumes lanzados hasta hoy, sus circunstancias y bueno, como corresponde luego compartir mi playlist de la banda... ¡Vamos por eso!

The hurting (1983) : "Caen de pie en la década..."
Con los años ochenta en pleno desarrollo Tears for fears debutan de manera gloriosa. No necesitan una serie de álbumes para entender lo que estaba ocurriendo pues con The hurting leen a la perfección el momento. Un disco marcado por el uso de teclados y sintetizadores ('The hurting', 'Suffer the children' ) pero los cuales saben combinar con melodías gloriosas o arreglos más completos ('Mad world', 'Pale shelter'). Por supuesto que habrán momentos profundos que desde ya marcarían una tendencia ('Ideas as opiates', 'Memories fade') pero estas serán señales de la versatilidad que la dupla Curt Smith + Roland Orzabal. Con los años este debut ha envejecido tremendamente bien, aunque el riesgo de ser unos clones de Depeche Mode era alto por lo que rápidamente la banda da un giro para un siguiente álbum...

¿Canciones? 'Mad world', 'Pale shelter', 'Change'.

8/10
Excelente



Songs from the big chair (1985): "Perfecto equilibrio..."
Tras haber lanzado un tremendo álbum de pop pero con un riesgo en el aire de volverse genéricos, el dúo decide ampliar el abanico de influencias y con esto aciertan de lleno. Nos encontramos así con un disco que apuesta fuerte por la diversidad, que mantiene esa producción característica de los años ochenta pero al mismo tiempo entrega especial importancia a las guitarras e incluso realiza uno que otro guiño al rock progresivo en sus estructuras. Es un disco muy "eléctrico", ahora, pese a los múltiples caminos que recorre, Songs from the big chair nunca deja de ser un gran disco de pop, ahí tenemos singles incontestables e incombustibles como 'Shout', 'Everybody wants to rule the world' o 'Head over heels', las cuales equilibran con cosas como 'Mothers talk', la fantástica 'Broken' (que suena genial como coda de 'Head over heels' pero el que no se decidiesen y la pusiesen dos veces en el álbum cuenta para mi como el único defecto de este) e idas de cabeza como 'The working hour' o 'Listen'. Por si fuese poco, entienden la genialidad que tenían en sus manos y deciden no arruinarla con canciones innecesarias por lo que limitan la duración a solo ocho canciones (como debe ser). 

¿Canciones? 'Head over heels' + 'Broken' , 'Everybody wants to rule the world', 'Mothers talk'.

9/10
Brillante. 


The seeds of love (1989): "Se les va la mano..."
Los entiendo. Tras un álbum de tanta repercusión y bien logrado como Songs from the big chair era comprensible que creyesen (sobre todo Roland Orzabal) que podían ir por más y lanzar un álbum descomunal (basta ver la portada para leer que se creyeron totalmente el cuento de ser los nuevos Lennon/McCartney). El resultado, sin embargo, es todo lo contrario, un completo desequilibrio, un ejercicio de pomposidad que logró de todas formas generar ruido gracias a singles tan bien logrados como 'Woman in chains' o 'Sowing the seeds of love' . Hay buenas ideas, ahí tienes el espectacular comienzo de 'Year of the knife' o la bonita 'Advice for the youg at heart', pero doce canciones en 65 minutos, con cuatro o cinco temas que llegan a los seis, siete u ocho minutos marcan un The seeds of love exagerado, sobre cargado en todo sentido y empalagoso. No es un desastre pero si una decepción frente a como venían. Lo ideal hubiese sido el que tras este el dúo se centrase nuevamente pero la historia ya la conocemos, Orzabal consume a Tears for fears (es evidente de que la electrónica de la banda tiende a desaparecer disco a disco), los egos no dieron para más y la banda se quiebra por lo que el vocalista continúa en solitario utilizando la marca...

¿Canciones? 'Sowing the seeds of love', 'Year of the knife'.

5/10
Solo momentos...


Elemental (1993): "Quien tuvo, retuvo..."
Con Curt Smith fuera del proyecto, Orzabal queda sin contra parte por lo que suelta las riendas en términos exploratorios. El resultado efectivamente posee la vibra del vocalista, que se lanza a las guitarras y conecta con los noventas de buena manera, desde la estética a lo musical. Elemental es un álbum oscuro, de medios tiempos reflexivos ('Elemental', 'Mr. Pessimist'), algunos momentos más eléctricos y grandilocuentes ('Dog's a best friend's dog', sensacional), alguna fórmula pop que da muestras de que quien tuvo, retuvo ('Break it down again', 'Goodnight song', 'Cold'), trabajo de atmósferas ('Gas giants', 'Power') y jugarretas loquísimas ('Brian Wilson said'). Durante la primera mitad de los años noventa fue tanto lo bueno que sonó, que un disco como Elemental quedó relegado al ambiente alternativo, sin embargo, a día de hoy sigue pareciéndome una obra absolutamente sub valorada. Una declaración de sobre vivencia por parte de un autor de enorme nivel. 

¿Canciones? 'Elemental', 'Break it down again', 'Dog's a best friend's dog'.

8/10
Excelente.


Raoul and the kings of Spain (1995): "Viaje personal, centrado y notable..."
Ya llegará el momento (2025 espero) en que pueda extenderme como corresponde respecto a este álbum, por ahora solo diré que si Elemental me parece un trabajo sub valorado, este ni te cuento. Roland Orzabal entiende que debe trabajar un sonido más amigable, conteniendo las atmósferas oscuras para así centrarse así en canciones concretas, de estructura clásica. Ahora, como es quien es, de todas formas el resultado es un álbum profundo pero con objetivos claros, con solo canciones de 3 a 4 minutos, sin que esto merme en absoluto el nivel en materia de arreglos (para muestra, 'Falling down', vaya joya). Raoul and the kings of Spain es un viaje personal de Orzabal (donde va hacia sus raíces españolas), un disco (que digo disco, discazo!) de rock cargado de guitarras, directo y de mucha fuerza, expresado en el tema homónimo, 'Sorry', 'Don't drink the water' o 'Humdrum and humble', matizando con pasadas más melódicas como 'God's mistake', además de algunas baladas como 'Secrets', 'Me and my big ideas' o la acústica 'Sketches of pain', con esa maravillosa sección media aflamencada. Finalmente, pese a su enorme nivel, el disco obtuvo malos resultados comerciales por lo que la aventura de Orzabal a cargo de Tears for fears llegaría hasta acá...

¿Canciones? 'Raoul and the kings of Spain', 'Falling down', 'Los reyes católicos' + ' Sorry'.

9/10
Brillante.


Everybody loves a happy ending (2004): 
Finalmente, ya sea por el dinero o prestigio (u ambas cosas), Curt Smith se pone en buena con Roland Orzabal y regresan con casi una hora de música que siendo sinceros, pese a la magnitud del regreso pasó absolutamente desapercibida por el mundo. Hilando finos, no es malo este álbum pero tuvo que enfrentar dos problemas: luce completamente desfasado en el tiempo (además de inofensivo) y no recupera nada de lo que alguna vez Tears for fears hizo. No es un disco que apele a la nostalgia (lo cual a mi me parece positivo), pues no emulan la electrónica de sus inicios ni el rock de los noventa, sino que es más bien un gusto que la dupla quiso darse, un trabajo (excesivamente) meloso, armónico y melódico ('Closer to heaven', 'Call me mellow', 'Who you are'), repleto de canciones bonitas y de arreglos orquestales enormes ('Everybody loves a happy ending', 'Who killed tangerine') y uno que otro guiño a las guitarras ('Quiet ones'). Un buen álbum pero que quedó a medio camino de todo pues no suena tan arriesgado ni tampoco cuenta con ganchos poperos tan potentes. 

¿Canciones? 'Closer to heaven', 'Call me mellow', 'Quiet ones'.

6/10
Cumple, se deja oír...



Y bueno, hasta acá llegamos con el viaje, que desde hace mucho quería hacerlo pero no había encontrado excusa, la cual  finalmente en este 2022 ha aparecido. El siguiente capítulo de esta historia se publica hoy, The tipping point, de este ya habíamos conocido tres adelantos, que mostraban diferentes aristas del sonido de Tears for fears, recuperando de paso tras más de treinta años el uso de teclados y atmósferas. 


Pronto se vendrá acá en mi querido blog la reseña del álbum, por ahora, comparto el playlist con lo que me parece lo más destacado de este (a veces) dúo británico. Una banda histórica, cuya obra y legado me parece se vio entorpecido a raíz de la irregularidad que la banda mostró a lo largo de los años, fuera de las pausas prolongadas que vivieron en distintos momentos. Sin embargo, nobleza obliga a reconocer su grandeza...

2 comentarios:

  1. Gracias a esta entrada(articulo), Tears for Fears ganó un nuevo fans.
    Excelente!

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    1. Wow...
      Pero que buen piropo.
      Muchas gracias. En realidad para eso uno escribe, para compartir pasiones y ojalá motivar a que la música (o el cine) trascienda más allá de los gustos personales.
      Un abrazo! Y gracias nuevamente.

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