"Empoderamiento y libertad creativa..."
El que Paula Ribó (de nombre artístico Rigoberta Bandini) haya recorrido un largo camino previo a la publicación de su primer disco (para el cual ya tenía 32 años de edad) puede guarde relación con el amplio empoderamiento y la libertad creativa que ostenta, tanto en términos temáticos como estéticos. Basta ver cualquiera de sus videos para hacerse una idea.
La española debutó unos años atrás con un correcto pero atrevido La emperatriz (2022), que no estuvo mal pero contó con el problema de ser un álbum que se sostenía principalmente gracias a canciones enormes como 'Ay mamá' o 'Perra' pero en el global resultaba algo irregular (también es cierto que el disco era efectivamente una recopilación de singles). Con Jesucrista superstar la vocalista ha buscado sostener el tono personal y feminista del debut, además de esas letras que en forma y fondo apuestan por lo cotidiano y lo incorrecto (¿una canción usando la palabra "caca"? Pues si, acá la encuentras), incorporando algunas jugarretas musicales interesantes y redoblando la apuesta en términos de duración, construyendo un ambicioso disco doble que entrega una versión exagerada de la artista, quien no ha temido caer en excesos y meter absolutamente todo, corriendo incluso el riesgo de espantar a medio mundo.
El título y esa portada con una Rigoberta rubia, inocente y esperanzada ya anticipa. "Bienvenidas a un disco llamado Jesucrista Superstar..." - afirma la vocalista en la línea que abre. Declara intenciones separatistas de inmediato por tanto, hablándole exclusivamente a ellas y situándose en una posición grandilocuente. Bandini ha comentado en entrevistas que tuvo problemas en ciertos momentos con las redes por lo que previo a la grabación del álbum se fue lejos con un teléfono de esos que solo reciben llamadas y ahí fue que compuso el simpático monólogo 'Star', donde invita a las chicas a dejar de mirar el móvil, abandonar las redes sociales ("Qué asco!" - exclama) y parar de tomarle fotos a los "putos pasteles de frutos rojos", esto por supuesto enmarcado en un mensaje ligado al empoderamiento ("Si tu quieres puedes ser el rey y la reina de este país..."). La partida es enorme, hay que decirlo, tres minutos que divierten y van al choque, antecediendo además a uno de los pasajes más interesantes del álbum musicalmente hablando: la juguetona 'Simpática pero problemática', con mucho de los primeros Mecano en su dinámica cargada al pop de teclados. Ojalá el álbum hubiese tirado más por esta línea. Quizás el siguiente...

De todas formas, habrán otros momentos en donde melodías simples pero atractivas con énfasis puesto en coros llamativos se tomarán el disco. Serán instantes en que el álbum funciona y vuela alto, ya sea en la acústica 'Enamorados', las divertidas y livianas 'Pamela Anderson' (me dieron ganas de ver su documental) o 'VuelaaAAaa', 'Busco un centro de gravedad permanente' (aunque a esta le sobra un minuto) o la bailable 'Kaiman'. Todas ellas concentradas en el Disco 1 del trabajo. A estas se les podría haber agregado la divertida 'Todas tienen ganas de jaleo' (a dúo con la argentina Juliana Gattas), la balada 'Aprenderás' y alguna cosita más (la diversa 'Mi niña' es otra que destaca), armando un álbum redondito, pero bueno, quien es uno para censurar la verborrea del artista...El caso es que Rigoberta Bandini ha querido salirse con la suya y meter todo en el plato, incluyendo una serie de temas demasiado simplones y que marcan un claro desnivel respecto al resto. En ese lote se pueden mencionar 'Canciones alegres para días tristes' (casi tres minutos que ni la presencia de Luz Casal logra levantar), 'Si muriera mañana', 'Amore amore amore' y prácticamente todo el disco 2, a excepción de la simpatiquísima 'La pulga en el sofá' y la ya mencionada 'Mi niña'.
El exceso de canciones le juega en contra por tanto a una Jesucrista superstar que vuelve a mostrar a una Rigoberta Bandini rebosante en actitud y osadía. Queda claro que la española tiene muchísimo que decir y muchas ganas de pasársela bien, sin embargo, verdad sea dicha: lo musical está algo descuidado y sigue quedando como tarea pendiente para la vocalista. Con todo, estamos ante uno de los discos españoles más atrevidos en largo tiempo.
¿Canciones? 'Star', 'Simpática pero problemática', 'Pamela Anderson' y 'Mi niña'.
7/10
Muy bueno.