"Diversidad que escapa de lo obvio..."
En dicho sentido, lo más tradicional que oiremos en todo el disco será la partida a cargo de 'Something to pierce', la cual da muestras de la arista más veloz, directa y agresiva de Sadist. Esto pues rápidamente la banda se lanza hacia sonidos muchísimo más sabrosos, como ocurre en 'Deprived' con ese ya mencionado interesante trabajo de percusiones (donde pareciera suenan unos bongós, algo que más adelante volveremos a oír tanto en 'The best part is the brain' casi cerrando el álbum). En adelante continuarán matizando el metal más duro realizando pausas acústicas en 'No feast for flies' o derechamente jugando a placer con las estructuras en 'Kill devour dissect' (donde se acercan a esas cositas que realizan unos Cradle of filth, por ejemplo) o la excelente 'The sun god'. De igual forma en 'Nove strade' se pasan al sonido tribal mientras que cierran el disco de manera elegante con el instrumental 'Respirium', recurriendo en esta a esas atmósferas de suspenso tan clásicas del sonido de la banda.
En medida que el disco avance identificaremos como el proyecto del genial Tommy Talamanca se esfuerza por equilibrar el peso del sonido (acá hay death metal por montón, de eso que no quede duda) con pausas o giros que incorporan una serie de momentos instrumentalmente ricos, lo cual acaba por distinguirle respecto a otras bandas de death progresivo. Something to pierce se enmarca por tanto como una muestra del presente de una banda que se niega a bajar el nivel y sigue mostrándose en plena forma. Aunque el mundo no se entere...
¿Canciones? 'Deprived', 'The sun god' y 'The best part is the brain' .
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