lunes, 23 de noviembre de 2020

20 Años De... U2: All That You Can’t Leave Behind (2000)

 "Lo necesario para sobrevivir ..."

A la hora de analizar la carrera de U2 jamás hay que dejar de lado la obsesión de la banda por el éxito y la masividad. Y es que si bien durante los años noventa los irlandeses se dieron el gusto de romper sus fronteras pasando desde mesianismo de álbumes como The Joshua tree (1987) + Rattle and hum (1989) a la arrogancia y el descaro de Achtung baby (1991) + Zooropa (1993), dicha etapa no habría sido posible de no haber existido hitazos como 'One', 'Mysterious ways', 'Lemon' o 'Stay', canciones que le entregaron a U2 piso suficiente como para atreverse a más, primero mediante el absolutamente alternativo proyecto Passengers y luego a través de la confusa aventura que significó Pop (1997). Pero ahí toparon. Básicamente porque la humorada de 'Discotheque' no se entendió, 'Staring at the sun' como single algo sonó pero no se transformó en ese clásico inmediato que la banda esperaba y de canciones como 'Last night on earth', 'Please' o 'If god will send his angels' pocos se enteraron. Lo cierto es que con Pop los irlandeses (y su sello) cometieron el error de invitar al público a una fiesta teniendo en las manos un disco bastante oscuro, áspero, poco amable y, digámoslo, incluso triste. 

Aquel álbum de 1997, complementado con una gira como Popmart en donde la banda no reparó en gastos para acabar recorriendo Estados Unidos con estadios semi vacíos, acabó dejando a U2 en tierra de nadie, por lo que la única salida que la banda vio posible fue el recular, abandonar las luces, artificios, experimentaciones y personajes para volver a la simpleza del sonido, centrarse en melodías accesibles al gran público y tantear terreno desde ahí. Y eso fue All that you can't leave behind, el regreso a lo básico de una banda temerosa por acabar de perder lo ganado y que sintió el golpe de haber ido demasiado lejos. Sin embargo, algo hay que dejar claro: U2 lanza en 2000 un álbum por sobre todo comercial, y que si bien está compuesto en su mayoría por canciones agradables (una que otra notable), el énfasis estuvo puesto en publicar un disco en donde cualquiera de sus canciones fuese un single potencial, en la evidente idea de hacer todo lo contrario a la era Pop, cuando en el afán de comerse al mundo acabaron complicándose demasiado. 

De ahí que el álbum abra en plan optimista con 'Beautiful day', un golazo de entrada con el que la banda efectivamente logró su objetivo: sonar hasta en las cocinas. En ella percibimos de inmediato el que U2 no mira hacia atrás para conservar su identidad, pues no se emulan los punzantes riffs de Boy (1980) ni el espíritu combativo de War (1983), si más bien se concentran en ser efectivos con guitarras que aparecen solo en los coros y un mensaje contagioso que invita a mirar el vaso medio lleno de la vida ("Lo que no tienes no lo necesitas ahora..."). 


Esta idea de lograr bastante con poco se replicará de inmediato encontrando al mismo tiempo los primeros tropiezos del disco, primero en la hiper melosa 'Stuck in a moment you can't get out of' (dedicada a la memoria de Michael Hutchence, con Bono emulando aquellas palabras que no alcanzó a decirle a su amigo) y luego en una tremendamente mediocre 'Elevation', canción definitivamente indigna de la leyenda que tras un par de estrofas + coros + "Uuuuh uuuh" acaba por ir hacia ningún lugar. Esta irregularidad evidente acabará por inundar por completo al álbum, el cual de manera increíble y a la vuelta de la esquina recuperará el nivel en la apuesta por el himno y la épica que es 'Walk on' ("Y si la oscuridad nos mantuviese separados / Se fuerte") o la emocionante pasada por 'Kite' ("Quiero que sepas que ya no me necesitas más, ni a mi ni a nadie...") seguida de la delicada pero singular 'In a little while', con un Bono que se rompe vocalmente en la interpretación llevando al límite su dañada garganta (no hay que olvidar que tras la gira 1997/98 el hombre fue operado de sus cuerdas vocales) pero transmitiendo al mismo toda la intensidad que el tema requiere.  

Hacia el final del álbum este volverá a encontrar un momento particularmente desnudo y honesto en la excelente 'When I look at the world' y cierto grado de visceralidad en el sonido llegará con 'New York', sin embargo, gran parte de la cara b continuará dando muestras de la irregularidad mencionada, entre una totalmente olvidable 'Wild honey' (que realmente parece un demo) y dos piezas que son azúcar a cucharadas como 'Peace on earth' (¡malditas campanadas!) y 'Grace', cerrando así un álbum que regala momentos pero que en general evidencia que los momentos más inspirados para U2 habían quedado atrás.

All that you can't leave behind debe ser el álbum "más Bono" en la carrera de los irlandeses, un disco donde el fuerte está en las letras + producción melosa pero donde (valga la redundancia) el filo de la guitarra de The edge se encuentra en general ausente. El resultado, sin embargo, en términos de resonancia fue positivo para la banda. Habrán perdido audacia y sacrificado el espíritu salvaje de años anteriores pero ganaron sin duda en aceptación masiva, metiendo al menos tres singles entre las masas, llenando recintos y abriéndose espacio para una tercera década de existencia con altas expectativas. Mirado a la luz del tiempo quizás esta era la única manera que tenían para sobrevivir.

¿Grandes canciones? 'Kite', 'In a little while' y 'When I look at the world'

6,5 / 10
Cumple y algo más...


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