martes, 18 de agosto de 2020

Haken : Virus (2020)

"Continúan en estado de gracia..."

Definitivamente los ingleses de Haken no están dispuestos a dejar que el plato se enfríe. Conscientes de ser una de las bandas más relevantes del progresivo actual vuelven en este 2020 a tan solo dos años de haber editado su anterior trabajo, en un ejercicio que ciertamente no deja de impresionar considerando el nivel que la agrupación ha mostrado a lo largo de esta década, pasando por el colosal y exquisito en matices The mountain (2013), un luminoso Affinity (2016) para luego haber retomado la oscuridad y peso en Vector (2018). El caso es que cada uno de sus álbumes Haken han dado muestras de una enorme riqueza instrumental, un progresivo característico que ha sabido nutrirse e influencias clásicas y modernas, pero con colores particulares que han vuelto a cada entrega muy especial. En este sentido podríamos afirmar que Virus (ojo que el título no tiene nada que ver con el Covid19 , eh? pues estaba decidido mucho antes de la llegada de la pandemia) es el primer álbum en donde los oímos cómodos en su sitio, un disco que funciona en una linea similar a la trabajada en Vector dos años atrás y cuya estética similar da a entender que hemos recibido un álbum doble publicado de manera separada, una especie de Load/Reload, digamos. ¿Más de lo mismo por tanto? Para nada, ¡que hablamos de Haken!

Y es que si bien Virus abre de la misma forma en que abría Vector, con un single efectivo como 'Prosthetic' que aunque se encuentra marcado por un estrofa/coro reconocible sabe introducir elementos progresivos en su estructura (lo que hacen previo al segundo coro, por ejemplo, retrasándolo casi un minuto entre vueltas y vueltas instrumentales, es notable), rapidamente el álbum aportará otros matices en relación a su antecesor, adentrándose en sonidos mucho más íntimos y profundos en 'Invasion', que huele al Leprous más reciente por todos lados con sus machaques constantes, cortados y golpeados, esto a diferencia de una canción como 'Carousel', que se la juega por melodías más abiertas y accesibles que se debaten entre el peso y la sensibilidad, el metal y el pop, con enorme talento (con un par de minutos finales realmente hermosos, además). Posteriormente 'The strain' será una que retomará lo realizado en 'Prosthetic', un tema ganchero marca de la casa y lleno de matices instrumentales notables mientras que 'Canary yellow' propone a un Ross Jennings en voces agudas todo el tiempo, tonalidades más claras, guitarras limpias y momentos marcados de calma, en el único tema del álbum que intenta explorar con claridad un sonido más cercano a un auditor casual. 

La recta final del álbum estará marcada por los diecisiete minutos de 'Messiah complex', una pieza dividida en cinco partes en donde la banda volverá a desenfundar todo su arsenal progresivo ambicioso y contundente llevando la pieza hacia muchísimas aristas minuto tras minuto, para finalmente cerrar con 'Only stars', dos minutos de un Jennings al desnudo que vocaliza a modo de epilogo. 

Al metal progresivo se le suele atribuir una tendencia a sonar "poco amable" con el auditor, colocando la técnica interpretativa por sobre cualquier otra cosa. Ahí Haken realiza un esfuerzo por acercar su música y por momentos lo logra, aunque el desafío sigue estando presente. De todas formas cada álbum de Haken es mundo en si mismo y Virus no ha sido la excepción, el sexto disco de la banda funciona como una segunda parte de su antecesor pero es capaz de volar con alas propias gracias a la diversidad y osadía con que cuenta. Una vez más estarán dentro de lo más notable que hayamos oído en el año...

8,5 /10
¡Excelente!


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