domingo, 4 de octubre de 2015

Nile: What Should Not Be Unearthed (2015)


Quienes entienden al género del metal como un ente inamovible simplemente no saben de lo que hablan, y es que si existe un estilo que durante los últimos quince años ha expandido sus límites ha sido el de la música extrema. Sin embargo, detrás de la amplia camada de bandas jóvenes que se encuentran en la actualidad generando mixturas, se posicionan los estandartes, aquellas agrupaciones que con firmeza continúan defendiendo la pureza de un sonido. Y bueno, si hablamos de pilares dentro del death metal habría que mencionar a Nile como uno importante.

Los estadounidenses continúan trabajo tras trabajo, gracias a su característico sonido y narraciones enfocadas en el mundo del antiguo Egipto, sonando tan interesantes como brutales y con su octavo álbum lo han vuelto a lograr. Y si con At the gates of Sethu (2012) se dieron el lujo de experimentar un tanto con su música (el disco a mi me encantó pero es sabido que a los fans no tanto) en esta nueva entrega han decidido ir a la segura y entregar una dosis de lo que mejor saben hacer: death metal técnico y violento. Aunque, claro! No faltarán quienes insistan en comparar el presente de Nile con lo realizado durante sus primeros tres discos señalando que "ya nada es igual", pero bueno, bien sabemos que a los nostálgicos es difícil darles en el gusto...

Desde el comienzo tenemos muy claro por donde van los tiros de este buen What should not be unearthed. 'Call to destruction' regala velocidad, técnica, peso, agresividad y siendo francos, salvo una que otra excepción el álbum no escapará demasiado de esta fórmula. 'Negating of the abominable coils of Apep', de hecho, parece ser la misma canción aunque incorporando unos soberbios guturales a medio tema que marcan la diferencia. El mejor momento del disco llegará con 'In the name of Amun', casi siete minutos en donde la banda desenfunda lo mejor de si tras una introducción con sonidos orientales y voces femeninas, suenan enormes, y con el tema que da título al disco el asunto seguirá sin dar tregua, emulando con esta de paso los mencionados inicios de la banda.

El resto del disco no contendrá demasiadas sorpresas, pasando constantemente desde ese sonido denso y de peso al doble pedal con naturalidad, aunque cayendo inevitablemente en la monotonía. El cierre a cargo de 'To walk forth from flames unscathed' resulta ser lo más llamativo de toda esta recta final, modificando un poco los tiempos durante su trayecto de más de ocho minutos, acabando así un buen disco, uno que cumple pero que peca en lo predecible que se vuelve con el correr de sus temas.

Con su octavo álbum Nile han querido dar en el gusto a sus fans, de eso no cabe duda, entregando un disco más predecible y menos caótico que su antecesor. Han cumplido aunque es inevitable el esperar que para una siguiente entrega salgan de su zona de confort.

6 / 10
Bueno, cumple.

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